El primer trimestre del año no supuso una mejora en la actividad económica para la mayoría de las empresas. Los últimos coletazos de la tercera ola de la pandemia, sumado a las restricciones todavía vigentes en muchas ciudades españolas impidieron a la economía registrar una tasa positiva. De hecho, según ha confirmado recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE) el producto interior bruto (PIB) se redujo un 0,4% entre enero y marzo.

Sin embargo, se produjo una “evolución favorable de las amortizaciones y provisiones de explotación” que permitió “un cierto aumento de los niveles medios de rentabilidad de las empresas en comparación con el mismo período de 2020”, explica el Banco de España en el informe sobre Resultados de las empresas no financieras en el primer trimestre de 2021.

El documento recoge también que entre enero y marzo “se aprecia un cierto descenso de las medias de liquidez, tras el fuerte repunte del ejercicio previo”. Aunque el supervisor reconoce que la situación es muy heterogénea, añade que “ha aumentado el porcentaje de empresas que redujeron la ratio de liquidez”. El mayor porcentaje, se registra en aquellas compañías vinculadas al comercio y la hostelería, donde “prácticamente la mitad redujeron dicha ratio entre enero y marzo”.

En el caso de las empresas de energía, industria e información y comunicaciones, el número de empresas cuya ratio de liquidez disminuyó en el primer trimestre del año, supera el 40%.

El Banco de España explica que “el grupo de las compañías que redujeron sus ratios de liquidez era el de las que, tanto en 2020 como en el primer trimestre de 2021, presentaban en promedio unas mayores necesidades de liquidez generadas por su actividad de explotación”. Una explicación que encaja con la situación de las empresas de los sectores de hostelería y turismo, muy impactados por la pandemia y las restricciones a la actividad.

En este sentido, el documento añade que posiblemente estas empresas “habrían tendido a cubrir una parte de estos (déficits) disponiendo de sus activos más líquidos” y apunta que de igual forma, estas compañías “se caracterizan por haber reducido en promedio, su endeudamiento, de modo que algunas de ellas podrían haber hecho frente a una parte de los vencimientos de su deuda en 2020 mediante el uso de activos líquidos”.

Empleo

Como se ha hecho patente en los últimos meses, el comercio y la hostelería también se han visto afectados de forma más significativa en términos de empleo. El informe señala que mientras que en industria el empleo creció un 1,1% en el primer trimestre del año, las ramas de comercio y hostelería fueron las que registraron descensos más pronunciados, superiores al 6%.

La fuerte caída del empleo en este sector se habría concentrado en el personal con salarios más bajos"

Estos sectores también sufrieron el mayor incremento de los costes salariales, un 3,9% en el primer trimestre. Se trata de un dato que los autores del documento interpretan como que “la fuerte caída del empleo en este sector se habría concentrado en el personal con salarios más bajos (lo cual eleva los salarios medios a través de un efecto de composición). 

En cambio, tanto en industria como en comunicaciones, prácticamente no hubo cambios en los salarios. El coste salarial en energía aumentó un 1,9% y creció un 0,3% en el grupo del “resto de actividades”.

Ante estos datos, el Banco de España concluye que “tras el fuerte deterioro de la situación financiera experimentado por las empresas en 2020, los primeros meses de 2021 han dado paso a una situación de mayor estabilidad”. Con la recuperación económica en marcha y las restricciones en desaparición, se espera que las empresas españolas recuperen músculo financiero en los próximos meses.