La pandemia ha agitado el sector de la distribución y ha reforzado el modelo de proximidad. Con la mentalidad de aprovechar ese 'tirón' ha llegado hace pocos días en Madrid un nuevo supermercado que presume de carácter marcadamente urbano para abrir nuevos locales en el centro de la capital.

La filosofía es poner en marcha un proyecto diferente, que se distinga de los tradicionales operadores del 'retail' en España. Hacen una gran apuesta a nivel de surtido con los productos listos para comer. Dentro de la propia tienda existe una zona para consumir esos alimentos y bebidas en un entorno que intenta ser mucho más atractivo que los espacios que se ofrecen hasta ahora en diversas cadenas de distribución.

"Nos parece que todo lo que hay en el mercado es muy parecido y queríamos un concepto distinto. Pensábamos que si hay un sitio donde seguir creciendo es en la proximidad, tanto por capacidad de inversión como por disponibilidad de locales y necesidades del cliente", apunta Alain Betacourt, que tras casis dos décadas en Carrefour, pasó a la dirección comercial de Patatas Meléndez y ahora ha sido uno de los artífices de la puesta en marcha de la compañía que dirige Macarena Martín Clemente.

Además de cerca de 3.800 referencias, en sus lineales cuentan con sushi fresco preparado diariamente y platos elaborados en un pequeño proveedor de Madrid. Aunque tienen una variedad de tipos de productos similar a la de cualquier otro supermercado, la empresa juega a romper los cánones tradicionales y dar más peso a unas que a otras. Para los artículos de marca propia, cuentan con el catálogo del grupo IFA.

Asimismo, dentro de la categoría de frescos apuestan fundamentalmente por las frutas y verduras, ya que no cuentan con mostradores de carnicería y pescadería. Además de querer reforzar todas las gamas de productos 'sin' (azúcar, gluten, etc...), también incorporan una oferta de pan y bollería de proveedores que tratan de aportar un nivel superior a la media habitual.

Una de sus grandes apuestas a nivel de surtido son los productos listos para comer

"A nivel conceptual y de diseño, la tienda es muy diferente a lo que suele existir", abunda Betancourt. Además de romper con el modelo tradicional de comunicación de los grandes actores del sector, dentro de sus establecimientos tratan de dar especial importancia a los materiales y colores relacionados con el ambiente urbano e industrial, como cementos y maderas. Y buscan prescindir de todo lo que aporte nada, cuidando detalles como el tipo de pintura de los muebles expositores o la procedencia de las maderas que emplean para algunos de ellos.

En cuestión de espacio, la firma apuesta por locales con cerca de 250 metros cuadrados de sala de compras. En su primer establecimiento ubicado en la calle Castelló 63 han incorporado ya una plantilla de diez personas y calculan facturar 1,5 millones de euros anuales. En una etapa primaria de expansión, su apuesta pasa fundamentalmente por el distrito de Salamanca, donde tienen previsto abrir otras dos tiendas antes de que acabe 2021.

Asimismo, ya está decidido ubicar el segundo supermercado en la calle Velázquez. Aunque, a futuro, no descartan extenderse a barrios de nivel socio-económico similar como Argüelles o Chamberí. De momento, varios inversores han contactado para ampliar la sociedad, pero prefieren andar con pies de plomo hasta que el modelo esté rodado.