La vivienda del futuro ‘viene’ de Marte y quiere alargarte la vida

Si hace treinta años nos dicen que miles de ciudadanos van a preferir pagar cuotas mensuales para compartir un coche en vez de tenerlo en propiedad, la mayoría no lo hubiéramos creído. Sí nos hubiera parecido más creíble que la vivienda estuviera automatizada y que un ordenador controlara muchas de sus funcionalidades. Cómo será la vivienda del futuro es una pregunta muy difícil de contestar.

La respuesta de la empresa Cyberhut está compuesta con la tecnología humana más puntera disponible, combinada con el pago por uso para dar una respuesta habitacional a las próximas generaciones. La apuesta es un armazón modular de estética futurista que oculta toda la tecnología que contiene en su interior y que está presente estos días en el South Summit de Madrid. Elevada sobre cuatro pilares de acero el módulo habitacional contiene depósitos y cientos de metros de cableado inapreciables para el usuario. Parece una casa marciana, porque lo es.

La firma que ha presentado su prototipo de vivienda en la feria de innovación de Madrid es un spin off  de Astroland, la empresa que ha recreado en una cueva de Cantabria las extremas condiciones de lo que podría ser la vida humana en Marte. Esta startup ha desarrollado este modelo de vivienda con todo lo que ha aprendido de su aventura marciano-cántabra.

“Gracias a resolver los problemas extremos que supone la vida en Marte, que es el objetivo principal de Astroland, hemos desarrollado tecnologías y habilidades no sólo para facilitar la vida más allá de la Tierra, sino también para mejorar la vida de las personas aquí”, explica David Ceballos, CEO de Cyberhut. “La vivienda es el vehículo donde más podemos aportar nuestra tecnología, porque es donde menos se ha avanzado y, por otro lado, es donde más nos estamos preparando. Estamos capacitados para crear nuestra propia energía, cultivar nuestra propia comida o purificar los hábitats”, añade. 

La vivienda tiene inteligencia artificial que va aprendiendo de quien viva en ella, de sus rutinas y de su salud. El corazón de esta casa es el HomeStation. “Es el núcleo central de la vivienda, es la evolución de la casa Farnsworth de Mies van der Rohe, todo se concentra en el centro de la vivienda, sólo que esta se mueve dando amplitud en la estancia que se va a usar”. En este primer modelo de la casa del futuro, creado para gente joven, hay un espacio de entrenamiento, de gaming y de ocio importante.

“Esto es ya un producto de mercado ideado para la generación millennial y zeta, que no pueden acceder a las viviendas por las hipotecas. Está pensado para hacer pago por uso, tanto de la casa como los servicios que hay dentro. Está dentro del cambio de paradigma de disfrutar frente al de poseer. Los que quieran comprarla también pueden hacerlo pero están pensadas para un programa de necesidades millennial”, explica Ceballos. El precio de la venta de la vivienda es de 150.000 euros si se adquiere. El alquiler dependerá de la ubicación final de la vivienda, más luego los servicios que se quieran mantener de la misma. 

Servicios de salud

El más importante de los servicios de la vivienda es el de salud, que se presta con la compañía Blue Healthcare. Un servicio de monitorización de salud que en conexión con la información proporcionada por la casa se traduce en beneficios para el habitante. “Son casas seguras, sanan a las personas que están dentro, los espacios van ampliándose o reduciéndose en función de lo que vayas a hacer dentro de la vivienda y tienen un nivel muy alto de respeto por el medio ambiente”, indica Ceballos. La inteligencia artificial de la casa traduce la información sanitaria de la monitorización. “ La IA permite que todo esté interconectado de tal manera que la casa se va personalizando, diseña tus dietas, tus rutinas de entrenamiento, propone las comidas que mejor encajan para tu estado físico y aprende de tus costumbres”, señala el CEO.

“Esto es la medicina del futuro en el presente”, afirma la doctora María Cordón, consejera delegada de Blue Healthcare. “La monitorización es muy importante para personas con enfermedades crónicas, pero también para las que están sanas, para aumentar la optimización de su nivel de salud. Es un sistema que es cómodo, evita aglomeraciones, desplazamientos, es más sostenible y enormemente preventivo, nos ahorraría muchísimas enfermedades”, añade.