La inversión del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en la red convencional será superior a la destinada a las líneas de Alta Velocidad. Tras muchos años en que los fondos destinados al AVE dejaban tiritando el mantenimiento de las líneas convencionales, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) remitido este miércoles por el Gobierno al Congreso supone impulsar de forma definitiva el cambio de prioridades que había empezado a imprimir el Ejecutivo en las anteriores cuentas.

Aunque no es la primera vez que la inversión en la red convencional crece de forma notable, en este 2022 sí será superior a la del AVE. En total, el Gobierno calcula que Adif ejecutará inversiones por un total de 2.833 millones en 2022, mientras que Adif-Alta Velocidad lo hará por valor de 2.591. Entre ambas compañías sumarán 5.424 millones de euros, elevando un 15,28% las planteadas hace un año.

Al margen del cálculo de las inversiones que se verán facilitadas por la llegada de los fondos europeos, Adif también será la más beneficiada de las transferencias que hace el Estado a las empresas encargadas de la gestión de las infraestructuras ferroviarias. En total, recibirá 1.951 millones de euros de las arcas públicas frente a los 982 millones que le serán traspasados a la filial de alta velocidad.

En materia ferroviaria, el Gobierno afirma explícitamente haberse fijado como objetivo mejorar la red convencional. Según consta en la documentación presentada este miércoles a la Cámara Baja, las actuaciones se centrarán en mantener las características técnicas de las líneas dentro de los estándares exigidos. "Con la incorporación creciente de nuevas empresas, la red debe ser objeto de mantenimiento y mejora que le permitan adaptarse a las necesidades del entorno económico cambiante en el que está inmersa y, de esta manera, resultar competitiva frente a otros modos de transporte", señala el texto.

Además, el Gobierno también dice haberse marcado como objetivos específicos potenciar el transporte ferroviario de mercancías, completar la red ferroviaria de alta velocidad así como mejorar la red de Cercanías. Respecto a este último punto, está previsto que tanto Adif como Renfe realicen actuaciones de modernización y mejora de las estaciones. Asimismo, será prioritario facilitar la accesibilidad, suprimir pasos a nivel, renovar las infraestructuras y los trenes e implantar "nuevos sistemas de pago más eficaces".

Por otro lado, el Ejecutivo contempla que las actuaciones antes citadas sean complementadas con inversiones directas de la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda por valor de 12 millones de euros y de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, por importe de 6 millones de euros.

Beneficios para Renfe en 2022

Frente a los beneficios de 1.800 millones de euros que prevé el Gobierno para empresas como Loterías y Apuestas del Estado; de 259 millones para el grupo Enaire; o de 164 millones para Puertos del Estado, se prevé que Adif-Alta Velocidad arroje un resultado negativo de 223 millones y que la matriz pierda otros 107 millones.

A pesar de ello, el Ejecutivo confía en que ambas compañías logren reducir su deuda, que en el caso de la filial de Alta Velocidad se situará en los 19.056 millones de euros en 2022.

Al margen de eso, el Gobierno estima que el grupo Renfe-Operadora cierre este 2021 con unas pérdidas 348,5 millones de euros pero pueda salir de números rojos en 2022, con casi 8 millones de beneficio. La proyección para la división de Viajeros apunta a unas pérdidas de más de 304,5 millones para 2021, que se podrían reducir hasta los 37,8 millones el año siguiente.