El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá este martes con las vicepresidentas de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y Trabajo, Yolanda Díaz, con el objetivo de encarrilar la reforma laboral tras los desencuentros de las últimas semanas.
Este domingo, desde la Cumbre del G20, Sánchez apeló a reconstruir "algunas cosas" que se hicieron mal con la reforma laboral impulsada por el PP en 2012.
La tensión en torno a la reforma laboral subió de tono hace dos semanas después de que Unidas Podemos denunciase la injerencia de Calviño en las negociaciones, lideradas por Díaz, y convocara la mesa de seguimiento del pacto de Gobierno, que terminó sin acuerdo.
Finalmente, Sánchez zanjó la polémica con la convocatoria de un encuentro con las vicepresidentas, en el que se fijará la posición del Ejecutivo sobre la reforma, y el diseño de una nueva "metodología" para la negociación con los agentes sociales.
.Moncloa avanzó que la posición del Ejecutivo ante la reforma laboral estaría "en los términos del acuerdo del Gobierno de coalición", lo que supondría derogar la prioridad de los convenios de empresa sobre los sectoriales, cambiar la subcontratación o simplificar los modelos de contrato.
Más allá de lo recogido en el acuerdo de coalición, la pandemia ha introducido en la agenda otras medidas como el denominado mecanismo de sostenibilidad en el empleo, un nuevo modelo de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que sirva de alternativa al despido en crisis, informa Efe.
Los cuatro puntos de Calviño
En ese mismo sentido se pronunció este sábado Calviño, al fijar cuatro puntos principales en la negociación: simplificación de contratos, adecuada regulación de la subcontratación, reequilibrio de las partes en la negociación colectiva y establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad inspirado en los ERTE.
Una de las claves de la negociación con los agentes sociales, que llevan meses tratando estos temas con el Ministerio de Trabajo, es lograr el apoyo de la patronal, un objetivo que podría ser uno de los motivos que explican la irrupción de Calviño en las conversaciones.
En cuanto al calendario, el objetivo del Gobierno es lograr un acuerdo en las próximas semanas para cerrarlo en noviembre, aprobar la reforma en diciembre y que entre en vigor en enero.
Por lo que respecta a la nueva metodología de negociación, implica que, a partir de ahora, todos los martes por la tarde se celebrará una reunión para fijar la posición del Gobierno ante la reunión de la mesa de diálogo social de los miércoles, a la que asistirán los secretarios de Estado de Empleo, Economía y Seguridad Social.
En la mesa del miércoles, el Gobierno estará representado por una delegación encabezada por el secretario de Estado de Empleo y a la que se incorporarán dos directores generales de la vicepresidencia económica y Seguridad Social.
Posteriormente, los responsables se reunirán los miércoles por la tarde para analizar el desarrollo de la mesa y coordinar el trabajo de preparación de la siguiente reunión de diálogo social
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