Banco Santander está volcado en aplicar la sostenibilidad en todas sus áreas de gestión. Desde las prácticas medioambientales que lleva a cabo en su sede corporativa en Madrid (la Ciudad Financiera) hasta el lanzamiento de productos de inversión verdes, la financiación de proyectos renovables o el apoyo a la reforestación. Para contribuir a la consecución de los objetivos marcados por la ONU para frenar los efectos de la crisis climática, en septiembre de 2019 el grupo cántabro firmó los principios de Banca Responsable junto a 125 entidades bancarias con el propósito de lograr un mundo más sostenible, diverso e inclusivo.
Los criterios ASG (ESG, en sus siglas en inglés) aluden a tres factores que indican cómo se llevan a cabo las actividades empresariales. La ‘A’ de ambiental, que hace referencia a las acciones que realizan las organizaciones y que tienen un impacto sobre el medio natural, tanto directa como indirectamente. Bajo este paraguas se engloban la emisión de gases de efecto invernadero, la protección de la biodiversidad, el uso de fuentes de energía renovables, la eficiencia energética y otras cuestiones que tengan una repercusión en el medioambiente.
El objetivo es mitigar el devastador impacto del cambio climático, que ha producido un aumento de las temperaturas del planeta y que supone pérdidas de unos 400.000 millones de euros a nivel mundial. Banco Santander es consciente de la urgencia de frenar este deterioro y quiere acompañar a los clientes en la transición a una economía verde y remar a favor de una banca responsable. Para ello, ha mejorado su oferta de productos y servicios financieros verdes, al mismo tiempo que ofrece una serie de consejos sobre cuáles son los más adecuados para alinearse con los criterios sostenibles.
En este sentido, el banco recomienda los fondos de inversión sostenibles para satisfacer la necesidad de depositar el dinero en proyectos que sean acordes con valores éticos, como por ejemplo inversiones en empresas que centran sus esfuerzos en la innovación, mejorar la eficiencia energética y las condiciones sociales. En segundo lugar, apunta a los bonos verdes y sociales o títulos de deuda emitidos por las organizaciones que tienen como destino la financiación de proyectos socialmente responsables. Este año la entidad ha emitido su tercer bono verde por valor de 1.000 millones de euros dentro de su Marco Global de Bonos Sostenibles. Asimismo, el grupo ha alcanzado la cifra de 51.198 millones de euros en financiación verde (17.427 millones en los nueve primeros meses de 2021) y tiene comprometidos 120.000 millones hasta 2025 y el objetivo de aumentar esa cantidad a 220.000 millones en 2030.
Por último, la entidad señala el capital de riesgo social, una actividad para invertir en empresas cuya misión es aportar soluciones a problemas sociales y medioambientales, y los préstamos verdes o créditos diseñados para financiar proyectos que ayuden a preservar el medioambiente, como la compra de electrodomésticos más eficientes, coches menos contaminantes, etc. La entidad cuenta con hipotecas verdes, que ofrecen ventajas en la adquisición de sus viviendas con certificado de eficiencia energética A o A+, con un renting de coche ecológico o un préstamo de vehículos ecológicos.
También el Préstamo Reforma Verde, quepermiten financiar reformas que tengan como objeto el ahorro de energía y la eficiencia energética; los préstamos para la agricultura baja en carbonoy la compra de maquinaria responsable con el medioambiente, la financiación de promociones inmobiliarias con elevadas certificaciones de eficiencia energética o el leasing fotovoltaico para la instalación de soluciones de autoconsumo tanto para particulares como para empresas son otros de los productos sostenibles del banco cántabro. Además, a partir de 2025, todas las tarjetas del banco en Europa estarán fabricadas con materiales sostenibles y biodegradables. Esto es ya una realidad en Santander España, con su tarjeta All in One, y en Santander Consumer Finance España, con tarjetas biodegradables.
Banco Santander tiene en marcha varios proyectos de reforestación, como Motor Verde, una iniciativa impulsada por la Fundación Repsol para la regeneración de bosques en España; el Plan Natura para reforestación de bosques, limpieza de playas y riberas o colocación de cajas nido; Santander for the Seas, para la conservación y recuperación del hábitat y especies singulares en mares y océanos, o el Plan Amazonas (Plano Amazônia, en portugués) que incluye diez medidas para el desarrollo sostenible de la región.
Por otro lado, la entidad mide, reporta y reduce su huella ambiental desde 2011, y es neutra en carbono en su propia actividad desde 2020 a través de la disminución de emisiones y la compensación de aquellas que no puede reducir a través de distintas iniciativas. Se ha fijado como meta eliminar al 100% el plástico innecesario de un solo uso a finales de este año en sus oficinas y edificios corporativos y, para 2025, que el 100% de la electricidad proceda de fuentes renovables en todos los países en los que está presente (en España ya ha alcanzado este objetivo al 100% y al 60% a nivel global).
Compromiso social y buen gobierno
El segundo criterio ASG es la ‘S’ de social, que está relacionado con aquellas prácticas empresariales que afectan a la sociedad. Son los valores corporativos de la empresa y cómo se cumplen: derechos de los trabajadores, condiciones salariales, diversidad e inclusión y otros aspectos del entorno social como garantizar la satisfacción de los clientes. Entre ellos figuran el objetivo reducir la brecha salarial por género, el techo de cristal o eliminar cualquier otro tipo de discriminación por razón de sexo, edad, religión, orientación sexual y discapacidad. En este sentido, Banco Santander cuenta con varios premios. Entre ellos, el que otorga la prestigiosa revista fnanciera Euromoney, que el año pasado, en plena pandemia, nombró a la entidad “Mejor Banco del Mundo por Diversidad e Inclusión”.
Además, la entidad esuna de las 10 empresas líderes del mundo en igualdad de género, según el Índice de igualdad de Género Bloomberg 2021. “Las empresas incluidas en el ñindice de este año están comprometidas a proporcionar un entorno de trabajo inclusivo, apoyando el equilibrio entre el trabajo y la vida privada y los acuerdos laborales flexibles para retener una fuerza laboral talentosa y crear una ventaja competitiva en este entorno empresarial cambiante", explica Peter T. Grauer, presidente de Bloomberg. Por último la ‘G’, de buen gobierno. Este criterio hace referencia a la gestión de la gobernanza, transparencia y administración de la empresa, así como a los criterios que siguen las organizaciones en sus normas y procedimientos. “Como banco responsable, tenemos un gobierno transparente y robusto. Esto es fundamental para garantizar un modelo de negocio sostenible a largo plazo”, señalan desde el banco. El consejo de administración del banco tiene una composición equilibrada, con mayoría de consejeros independientes, un 40% de representación de mujeres (muy por encima de la media de las compañías del Ibex 35, del 30%) y separación de roles y funciones. También cuenta con el apoyo de distintas comisiones y un Código de Buenas prácticasen materia de gobierno corporativo integradas en el Reglamento del Consejo.
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