La crisis de suministros que atraviesa el mundo tras la pandemia afecta tanto a las factorías de automóviles como al Black Friday. Pero también retrasa las obras y las encarece a medida que avanzan. Oasiz Madrid, el centro comercial más grande de la región abrirá sus puertas el próximo 2 de diciembre. Y aunque lo hace varias semanas después de lo previsto, aún estará marcado por los retrasos en las entregas por parte de los proveedores.

La compañía Cinesa se encargará de gestionar un multicines con 11 salas. Pero según los responsables de Phalsburg, la empresa promotora del macrocomplejo situado en Torrejón de Ardoz, su apertura deberá esperar al menos dos semanas más debido a que no han llegado a tiempo las butacas.

Al aumento de los costes de ejecución de las obras y del precio del transporte y la energía se suman demoras en las entregas de todo tipo de productos. De hecho, la promotora de Oasiz Madrid ha tenido que alquilar varias máquinas de climatización para algunos de los locales en los que se instalarán más de un centenar de firmas de moda y restauración a la espera de que se entreguen las definitivas.

Tras más de 200 millones de inversión, una pandemia mundial y la tormenta Filomena que obligó a paralizar las obras, el presidente de Compañía de Phalsburg, Raphael Martin dice ser "positivo" con la puesta en marcha de lo que pretende convertirse en el mayor centro de ocio, relax, compras y restauración al aire libre de España. "No es un centro comercial, es un resort comercial", enfatiza. Su empresa opera un millón de metros cuadrados de este tipo de espacios en Francia.

En el complejo situado junto a la Base Aérea, todo el espacio gira en torno a dos grandes lagos en los que habrá espectáculos de agua, música y luz, además de representaciones en directo y retransmisiones de grandes eventos deportivos. Cuando esté a pleno rendimiento, la previsión es que dé empleo a cerca de 1.500 personas.

"Faltaban muchas cosas y muchas firmas tenían problemas" -reconoce Martin- pero "retrasar siempre tiene un coste y cada mes es una pérdida enorme", añade. A pesar de todo, ahora mismo ya están instaladas marcas como Adidas, Mango, Lidl, Fnac, Springfield, Jugettos, Women Secret o K- Tuin. Además, hay contratos ya cerrados con Pull&Bear, Primor, Desigual, Pepe Jeans y Jack&Jonhs. Sin embargo, aún no hay ninguna marca de Inditex, ni compañías tan populares en estos espacios como Primark o Ikea.

La idea es que la primera fase del complejo esté totalmente operativa a finales de junio de 2022. Más tarde, habrá una segunda fase en la que se pretende incorporar nuevas firmas a los espacios que aún queden libres.

En la zona de restauración, los locales cuentan con un espacio externo al aire libre, otro semiabierto y uno interior. Entre los más conocidos de comida rápida, ya están KFC, Llao Llao, Brasa y Leña, 100 Montaditos, Más que Menos, Amazonia, Tony Roma’s, Wanderlust, Malvon, Carl’s Jr, o The Good Burger (TGB). Desde la compañía aseguran a El Independiente que también se instalará Burger King y que McDonald's abrirá un restaurante con zona de recogida en coche frente a las instalaciones.

Con playa y 'coworking'

El mastodóntico espacio contará además con una playa artificial así como con un espacio de coworking en el que habrá una zona dedicada exclusivamente al desarrollo de eventos para empresas. Uno de los mayores bancos españoles ya se ha interesado por desarrollar su asamblea general a mediados de enero en las instalaciones, según ha podido saber este periódico.

Entre otras cosas, el complejo ofrecerá numerosas actividades como karts eléctricos, tirolina, túnel de viento, escalada, pista de patinaje o dos barcos que recorrerán su lago central. También contará con un gimnasio y se exhibirán exposiciones virtuales.

Asimismo, los impulsores del proyecto también apuestan por hacer lo más eficiente posible el complejo realizado por el arquitecto y diseñador italiano Gianni Ranaulo. Para ello, han instalado 8.000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos en la cubierta de los edificios y cuentan con un sistema de reutilización y purificación del agua para mantener el lago central sin aumentar el consumo. Desde Phalsburg remarcan que todas las firmas que han intervenido en el proyecto son pequeñas y medianas empresas.