Es un ruido inconfundible. Un ir y venir de pequeñas ruedas arrastradas sobre asfalto, sobre la acera. Hasta no hace mucho sólo se escuchaba en los entornos propios del turismo; las estaciones, los aeropuertos y los hoteles. Hace años que en España las maletas circulan ya en portales, en bloques de vecinos alejados del centro o en urbanizaciones convertidas en alojamientos económicos para turistas. En nuestra país hay cerca de 300.000 pisos y viviendas que ofrecen servicios de alojamiento regulado a turistas de todo el mundo. Oferta con una regulación a cargo de las Comunidades Autónomas y que se han convertido en una alternativa con una demanda creciente en los últimos años. El parque de pisos convertidos en alojamientos turísticos goza ya de una capacidad de casi 1,5 millones plazas.

Si usted vive en Extremadura, Navarra, Castilla y León o Castilla La Mancha quizá aún le parezca una novedad. En estas comunidades autónomas apenas un 0,3% del total de viviendas ofrecen estos servicios particulares de alojamiento. En ciudades como Madrid y Barcelona la imagen es ya una escena cotidiana en muchas comunidades de vecinos. Turistas con sus maletas tocando el portero automático, perdidos en el barrio en busca de un piso o dando el relevo en el portal a los siguientes ‘inquilinos’. Ambas ciudades concentran el 10% del total de pisos reconvertidos en alojamientos turísticos por sus propietarios.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que pese a ser una tendencia creciente en nuestro país, la pandemia y, sobre todo, la caída de turistas, ha reducido la oferta. Tras analizar las principales plataformas de oferta de este tipo de servicios, en comparación con el verano de 2020 hoy en España hay casi 26.800 alojamientos turísticos menos.

Andalucía, a la cabeza

Por ahora la mayor parte de alojamientos turísticos se concentran en el levante y sur de España. Andalucía, uno de los puntos de llegada de visitantes más relevante, es la que concentran más opciones de alojamiento de este tipo. Las ocho provincias andaluzas suman, según el INE, 61.500, seguida de Cataluña con 54.600 y de la Comunidad Valenciana con cerca de 50.000. Estas cifran suponen que más de la mitad de la oferta se concentra en estas tres comunidades autónomas.

Evidentemente los puntos tradicionalmente más turísticos, como las Islas Baleares y Canarias, con los que registran un porcentaje más elevado. Entre la veintena de localidades con una mayor oferta figura a la cabeza Búger. Este pequeño municipio de la isla de Mallorca tiene casi un tercio de sus viviendas dedicadas al alojamiento turístico. Sales de Llierca (Girona), Adahuesca (Huesca), La Olica ) Las Palmas o Pollença (Baleares) completan los puesto de cabeza con porcentajes de entre un 23 y 28% de sus viviendas dedicadas a esta actividad.