El auge de los contagios y el avance de la variante ómicron está obligando a las aerolíneas a revisar sus planes para el fin de año. Las compañías aéreas confiaban en poder recuperar el nivel de vuelos en una temporada tradicionalmente buena para el transporte aéreo. Pero el auge de los contagios ha obligado a cancelar casi 6.000 vuelos en todo el mundo en los últimos días, con especial incidencia en Estados Unidos.

Aquí en España, las aerolíneas ya toman precauciones por lo que pueda venir en los próximos días y, especialmente, tras las celebraciones navideñas. La compañía Vueling -propiedad del grupo hispano-británico IAG- ha acordado con el sindicato de pilotos Sepla que sus tripulantes renuncien a los días de descanso para garantizar la operativa de los vuelos programados durante las navidades.

"En estos momentos está controlado y estamos operando con normalidad, pero como existe la posibilidad de que la incidencia suba después de las navidades, nos hemos querido adelantar y tener una bolsa de oxígeno para que los clientes no se vean afectados", señalan fuentes de la empresa.

Por su parte, la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha decidido revisar sus previsiones para el ejercicio. La compañía lanzó la semana pasada 'profit warning' ante el posible impacto que tendrá la nueva variante sobre la movilidad en las próximas semanas.

En base al mismo, las pérdidas previstas para el ejercicio fiscal que finaliza el 31 de marzo serán de entre 250 y 450 millones de euros, más del doble de lo previsto inicialmente. Asimismo, la compañía reducirá un 33% su capacidad en enero casi 80 rutas afectadas en España.

Desde Iberia, otra de las compañías del grupo International Airlines Group (IAG), aseguran que "gracias al trabajo conjunto de pilotos y tripulaciones de cabina" están siendo "capaces de sacar la operación adelante hasta ahora". La compañía que dirige Javier Sánchez-Prieto cuenta con las denominadas tripulaciones de imaginaria, que se encuentran disponibles para cubrir este tipo de incidencias.

Fuentes de la empresa aseguran que por ahora no han tenido que ejecutar ninguna cancelación de vuelos. De momento aseguran estar "monitorizando la situación", pero evitan hacer cualquier perspectiva más allá ante la inestabilidad de la situación.

Desde Air Europa, cuya adquisición por parte de Iberia está en pleno proceso de renegociación, también aseguran que de momento no han tenido que realizar "ninguna cancelación" y que, en todo caso, cuentan "con tripulaciones de imaginaria y reserva para poder hacer frente a posibles imprevistos".

En EasyJet dicen haber notado una cierta moderación de la demanda entre octubre y diciembre. La sensación es que muchos de los viajeros han tratado de posponer sus vuelos tras el anuncio de restricciones parte de Reino Unido.

Por su parte, en la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), no son capaces de hacer una predicción fiable de cómo puede afectar la nueva variante ómicron a las previsiones de operaciones que ofrecían hace sólo un par de meses.

En este sentido, la alemana Lufthansa sí ha anunciado un recorte de cerca de 33.000 vuelos previstos para los meses de enero y febrero, a consecuencia de la caída en la demanda. Aunque la compañía está operando a un 60% de su capacidad, tendrá que hacer un nuevo recorte para adaptar su operativa. Y si no reduce más su oferta será para mantener sus derechos de vuelo vigentes.

En el sector esperan ahora para tomar nuevas decisiones una vez que tras las navidades se aclare cómo queda el mapa por países en cuanto a restricciones para evitar nuevos contagios. "Entonces nos veremos obligados a tomar alguna decisión", rematan fuentes de una de las compañías consultadas.

De momento, en el plano financiero los inversores mantienen su apoyo al sector turístico tras los estudios que parecen apuntar que la nueva variante ómicron tiene una letalidad inferior a otras cepas pese a su mayor contagiosidad.