La reforma laboral que la ministra Yolanda Díaz ha conseguido pactar con los sindicatos CCOO y UGT y con la organización de empresarios CEOE no ha gustado a algunos sectores. Uno de ellos es la agricultura, uno de los que más uso hacen de los contratos temporales en España.
Bajo la nueva legislación laboral, que aún debe aprobar el Congreso de los Diputados, el contrato temporal solo podrá utilizarse en situaciones previsibles durante 90 días no consecutivos cada año. Es un factor que llevará a los empresarios de la agricultura a convertir a miles de trabajadores en fijos discontinuos, un tipo de contrato indefinido que llevará, entre otros, a que el despido de estos empleados se encarezca.
La mayor agrupación profesional de la agricultura, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), es una de las patronales que no apoyó la reforma laboral cuando la CEOE consultó a sus miembros, porque considera que dañará a sus empresas y al empleo. A día de hoy, confía en que el texto cambie durante su tramitación parlamentaria en su beneficio.
Su director, Juan José Álvarez, contesta a las preguntas de El Independiente sobre la reforma laboral y el impacto que esta nueva legislación tendrá, si se aprueba, sobre la agricultura española.
Pregunta.- Asaja fue una de las patronales que se abstuvieron en la votación sobre la reforma laboral que celebró la CEOE. ¿Por qué?
Respuesta.- La reforma tiene luces y sus sombras, hay cosas que están muy bien planteadas para todos los sectores pero hay algunas deficiencias importantes para el sector agrario. Nos abstuvimos porque consideramos que lo que sector agrario necesita en materia de contratación, en este caso, temporal y estacional, no se ha tenido en cuenta.
Lo que el sector agrario necesita en materia de contratación no se ha tenido en cuenta"
La actividad agraria lleva innata esa temporalidad y estacionalidad, tenemos campañas agrícolas a lo largo de todo el año y, no como otros sectores, no tenemos fábricas, nosotros no tenemos techo. Hacer una serie de previsiones como se pide en la reforma para ver cuáles son las necesidades de mano de obra para las campañas es muy complicado. O hay que recogerlas muy deprisa porque tenemos una inundación, una Filomena, y con eso se retrasa la producción y entonces se necesita más tiempo, o a veces los tiempos son más cortos de lo esperado.
P.- ¿Qué es lo que consideran que más les perjudica de la reforma laboral?
R.- La contratación temporal. Solo nos dan 90 días de contrato temporal a lo largo del año natural. Ahora tenemos que marcar en el calendario los 90 días que podemos contratar al trabajador que venga a recoger la aceituna, o la uva, o a podar la fresa, pero no se puede contratar esos días de forma continuada. Tampoco puedo hacer contratos de 3 meses como se hacía antes, sino que tengo que hacer de un mes, luego de 20 días… así, hasta sumar 90. Y luego tendría que hacerlo fijo discontinuo.
Esos 90 días se quedan cortos en varias campañas del campo. Y está el handicap de que trabajamos con mucha mano de obra extranjera y hacemos contratos en origen. Venimos hablando con los ministerios de Trabajo, Exteriores y Inmigración [Seguridad Social], y lo que nos aconsejan desde siempre es que los contratemos 120 días. No tiene sentido que nos den solo 90 días cuando nos aconsejan desde siempre que sean 120.
P.- ¿En qué campañas concretas se puede necesitar a trabajadores durante más tiempo que esos 90 días?
R.- Esta semana un viticultor de Toledo me decía que aparte de la campaña de la vendimia está la poda de las vides, que a lo mejor le dura 4 meses… "Tengo que encontrar 4 meses para trabajadores para la poda, 4 meses sí me lleva seguro. Está la siembra, está la preparación del terreno…". Los trabajos de campo tienen esas circunstancias.
P.- ¿Qué piden ahora al Gobierno?
R.- Desde el primer momento nos pusimos a trabajar desde abril y mayo en el tema de la reforma laboral, siempre en unidad con la CEOE, que es nuestra casa madre. Hemos planteado que el campo debería tener una disposición adicional especial por circunstancias que tiene este sector. Somos el sector que más mano de obra eventual da en nuestro país por circunstancias. Decimos que tiene que tener no un trato especial pero sí una disposición que haga que sea efectiva esta temporalidad en el campo.
Deberían dejar que pudiéramos ponernos de acuerdo para contratar más de 90 días"
Deberían dejar que en la negociación colectiva se pudiera ampliar esos 90 días, que los representantes de los trabajadores y de los empresarios pudiéramos ponernos de acuerdo para contratar más de 90 días. Para circunstancias de la producción se permite contratar durante 6 meses, más otros 6 meses a través de la negociación colectiva. Lo que pedimos es que nos dejen llevar esto también a la negociación colectiva.
Confiamos que en el trámite parlamentario podamos seguir trabajando y el Gobierno pueda ser sensible con nuestra petición de incrementar estos 90 días. Nosotros no podemos hacer fijos discontinuos a todos los trabajadores por las circunstancias del sector.
P.- ¿Cuántos trabajadores de la agricultura tendrían que pasar a ser fijos discontinuos? Y, al mismo tiempo, ¿prevén que se destruya empleo?
R.- Ahora mismo estamos analizando todo lo que tiene, vamos a hacer por toda la geografía jornadas para explicar a nuestra gente cuál es la situación y en los próximos días tendremos que hacer un balance. Todavía es pronto para hablar de cifras. Va a pasar una cosa: se va a destruir empleo y va a dar lugar a que tengamos que cambiar de producciones y cultivos. Tendremos que mecanizarlo más, y en lugar de contratar a los trabajadores y dando mano de obra, tendremos que cambiar a otro tipo de cultivos y producciones que nos faciliten la situación. Si no, va a ser muy complicado durante los próximos meses.
Pero el deseo del Gobierno es bajar la temporalidad en España y ya se está bajando esa temporalidad, porque llevamos años de inspecciones en el campo para pasar a trabajadores, cuando han cumplido un tiempo, a fijos discontinuos. De eso ya se está encargando la inspección, por cierto, con muy malas artes, porque la inspección en el campo viene acompañada de la Guardia Civil, y no somos delincuentes, pero nos han tratado como auténticos delincuentes desde hace tiempo.
P.- ¿Qué tipo de cultivos tendrán que cambiar?
Se va a destruir empleo y vamos a tener que cambiar de producciones y cultivos"
R.- En lugar de cultivos tan extensivos de frutas que duren más, llevar a otros para que pueda adaptarme a los que tengo que contratar. No puedo hacer a todos fijos discontinuos, esto es una aberración y lo hemos dicho: no conocen el campo, no conocen el sector, no tienen ni idea. Lo que tienen que hacer es un poquito más de realismo, que vayan a las explotaciones, que no solo vaya la inspección, que vean el trabajo diario del campo.
P.- ¿El Ministerio de Trabajo se ha reunido con Asaja para conocer su realidad, antes de negociar la reforma laboral?
R.- Hemos tenido alguna reunión, pero siempre dentro del marco de la CEOE y con propuestas muy concretas para el campo, pero no han tenido cabida. El Gobierno tiene ahora la oportunidad de dar al campo la contratación que merecen los trabajadores del campo en materia de eventualidad y que los empresarios necesitamos, si quiere lo puede arreglar.
P.- El Gobierno quiere acabar con el abuso de temporalidad porque la asocia directamente con la precariedad.
R.- Eso es una mentira y una falacia por parte del Gobierno. Nosotros cumplimos estrictamente la legislación, eso de la precariedad es un invento. ¿Qué es ser precario? Los trabajos del campo son trabajos dignos. Nos las vemos y deseamos para encontrar mano de obra. Que no nos pongan zancadillas. Están equivocando precariedad con estacionalidad y temporalidad, y no lo es.
Están equivocando precariedad con temporalidad. Los trabajos del campo son trabajos dignos"
P.- Si la reforma laboral sale adelante, y, por tanto, para los empresarios de la agricultura es más caro contratar a trabajadores… ¿puede esto repercutir en el precio final de los productos?
R.- Hay cosas que no hemos podido repercutir en ningún momento, que son incrementos de precios en origen. Ahora mismo tenemos convocadas movilizaciones por costes de producción, como fertilizantes, abonos… pero uno de los costes añadidos son los costes sociales. Por ejemplo, durante los últimos 3 años ha subido más de un 30% el salario mínimo interprofesional (SMI), va unido al incremento de costes de la Seguridad Social y cotizaciones.
Por lo tanto, todo tiene un incremento de coste. Además, el tener trabajos fijo discontinuos, en el momento en que quisiera despedir a un trabajador tendría un incremento en indemnizaciones que tuviera que pagar en el momento del despido, todo va unido a los incrementos de costes. Pero nosotros no podemos repercutir estos incrementos en nuestras producciones.
P.- ¿Prevéis movilizaciones por esta reforma?
R.- Ya es uno de los motivos por los que nos movilizamos, aparte de los precios, la aplicación de la ley de la cadena alimentaria y la mejora de las tarifas eléctricas para el campo, otro de los puntos es la reforma laboral que nos lleva a pedir una reforma en condiciones para el campo, y que esté acorde con la temporalidad del sector. En el decálogo de reivindicaciones, este es uno de ellos también, como también la reforma de la PAC.
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