Vodafone busca diferentes alternativas para desprenderse de su filial española. Para ello, según ha podido confirmar este periódico, ya trabaja para que antes de que acabe el tercer trimestre se haya encontrado una alternativa de venta o fusión con otra compañía.
Según fuentes cercanas a la compañía “desde hace varias semanas se han iniciado negociaciones con otros agentes del sector de las telecomunicaciones para iniciar un proceso de consolidación en el mercado español”. Las mismas voces relatan, en conversación con El Independiente, que la integración con MásMóvil es la opción que se tiene encima de la mesa. Un puzle por completar que no sería, ni mucho menos, nuevo.
En preguntas de este periódico, tanto la empresa dirigida por Meinrad Spenger como Vodafone niegan que se hayan activado las conversaciones y negociaciones para consumar “una compra o fusión”. La compañía por su parte, confirma que “quieren ser partícipes de forma proactiva en el proceso de consolidación en el mercado español” a la vez que subrayan que “estudiarán todas las opciones”. Sin embargo, en cuanto a los plazos de operaciones, no dan una fecha aproximada para que se produzca un movimiento que se lleva cocinando a fuego lento desde hace meses.
A pesar de que las operadoras han dicho por activa y por pasiva que deben producirse matrimonios entre los diferentes agentes del sector de las telecomunicaciones, ninguna de las protagonistas quiere dar el paso. O, al menos, en público. Vodafone siempre ha guardado silencio, a pesar de que ya se sentó con MásMóvil para crear una joint venture, opción que se fue al traste debido a que la empresa británica quería tener un peso mayor del 50% en la empresa resultante.
Fuera de nuestras fronteras, Vodafone negoció con Orange una fusión entre ambas operadoras, lo que hubiera cambiado radicalmente el mapa actual en Europa. Sin embargo, tal y como narró Reuters, Macron frenó la operación porque iba “contra los intereses de Francia y de los intereses de sus ciudadanos”.
En este sentido, fuentes del sector explican a este periódico que la operación entre las filiales españolas de Orange y Vodafone “se contempla”, si bien “es difícil de que se lleve a cabo”. “Ambas compañías trabajan con una operativa similar en cuanto a divisiones y empleados por lo que se generarían enormes duplicidades y los costes por despidos serían muy elevados”, apuntan. A su vez, debería contar con el visto bueno de “más órganos de competencia puesto que son dos compañías extranjeras y, además, operan en España”, sentencian.
Conversaciones con MásMóvil
A pesar de que Vodafone ha mantenido conversaciones con Orange para buscar una fórmula de integración, es con MásMóvil con la que ha iniciado una nueva ronda de negociaciones para dar el paso definitivo.
Voces del sector consideran que la nueva sociedad dotaría a Vodafone y a MásMóvil de unas “importantes sinergias positivas”, una vez que aúnen fuerzas en todas las líneas en las que trabajan y compiten ambas compañías. Además, el nacimiento de esta empresa provocaría un “enorme ahorro de costes” y supondría un alivio en las cuentas de resultados de ambas telecos, que han sufrido un importante revés debido a la situación económica actual, tal y como narran voces conocedoras de las negociaciones.
Por último, las diversas fuentes consultadas indican que existen otros factores técnicos clave para que MásMóvil termine por lanzar una oferta por Vodafone, ya que la compañía británica tiene una infraestructura de más calidad que la que posee la operadora dirigida por Meinrad Spenger.
Fuentes cercanas a Vodafone recalcan que “las conversaciones se han acelerado en las últimas semanas” y que se espera que los fondos de inversiones dueños de MásMóvil, KKR, Cinven y Providence, superen la oferta de 7.400 millones de euros lanzada hace un año. La prioridad de Vodafone es llegar a un acuerdo antes de la famosa ‘vuelta al cole’ de septiembre, época en la que las operadoras maniobran para ganar cuota de mercado.
De salir adelante la fusión entre Vodafone y MásMóvil, la nueva sociedad daría paso a la segunda operadora del país con unos ingresos por encima de los 7.000 millones de euros y con algo más de seis millones de clientes.
Situación complicada
Vodafone, que vive uno de los peores momentos en nuestro país, después de llevar a cabo un ERE de más de 400 personas debido al “contexto negativo del sector de las telecomunicaciones”, ve con “buenos ojos la venta” de su filial en España, tal y como confirman fuentes cercanas de la compañía a este periódico.
La operadora también decidió dar un giro a su estrategia comercial y decidió cerrar todas las tiendas propias que tenía en España debido a los menores ingresos a través de este canal.
2021 ha sido un año negro para la pérdida de clientes para Vodafone. En concreto, se dejó por el camino más de 400.000 líneas, según los datos a los que ha tenido acceso El Independiente y que están pendientes de confirmación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La operadora británica perdió 251.100 líneas móviles. En cuanto a las líneas fijas, la teleco menguó en 162.000 contratos, pese a su apuesta por convertirse el líder de la oferta convergente en España.
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