Durante años el primogénito de Jordi Pujol viajó regularmente a Andorra en coches deportivos. Transportaba grandes sumas de dinero, en billetes contantes y sonantes, para engordar la fortuna familiar oculta. Por aquel entonces el principado ofrecía una discreción a prueba de filtraciones y su banca prometía a los fugitivos fiscales el preceptivo sigilo. Nadie hacía preguntas y todos los secretos vivían a buen recaudo en sus confines. El país, residencia de 75.000 personas en plenos Pirineos, asegura haber hecho propósito de enmienda.
Una reconversión que desde hace tres años lidera el ministro de Economía, Jordi Gallardo (Andorra la Vieja, 1976). “Andorra abandonó el modelo de paraíso fiscal en 2011. Era algo caduco”, reconoce Gallardo, presidente de Liberales de Andorra, en una entrevista con El Independiente en el marco del Foro Transfiere celebrado esta semana en Málaga. Licenciado en Historia por la Universidad de Lérida y con una maestría en Administración de Empresas (MBA) por la IESE Business School, Gallardo se ha propuesto revolucionar los pilares del crecimiento económico de Andorra.
El mayor micro Estado de Europa, encajado entre España y Francia a unos 2.000 metros de altitud, quiere cambiar la receta de su prosperidad durante décadas -su condición perdida de paraíso fiscal y el maná del turismo que impulsan 8 millones de visitantes anuales- por un plan de “innovación y digitalización” que busca vender las bondades del país, entre ellas su baja fiscalidad, y seducir a “nómadas digitales” y empresas de sectores emergentes, desde los esports -competiciones de videojuegos- hasta las criptomonedas. El año pasado ElRubius levantó polvareda al anunciar su mudanza andorrana. Antes habían enfilado idéntico camino otros youtubers como Vegetta777, Willyrex o TheGrefg, con millones de suscriptores.
Pregunta.- ¿Cuáles son las claves de esa nueva estrategia?
Respuesta.- Estamos en un proceso de diversificación. Nos hemos dado cuenta de que en la nueva economía digital podemos ser competitivos por el tamaño del país, la flexibilidad, el marco fiscal homologado y competitivo, el entorno de vida óptimo o la seguridad ciudadana y jurídica. Si somos capaces de encontrar los nichos de mercado dentro de esa nueva economía digital, podemos ser realmente competitivos.
Después de un primer análisis con el sector privado, donde habíamos detectado hasta 12 áreas potenciales, hemos reducido ese radar a cinco y hemos empezado a trabajar cada uno de ellas. En el sector de los esports, somos la quinta jurisdicción a nivel internacional que legisla sobre este tema y el único país que ha llevado a cabo un plan estratégico. Lo vemos como una industria que tiene cinco dimensiones: la económica, la educativa, la turística, la de transformación y transferencia de innovación y la dimensión social. También nos interesa el sector deportivo. Se ha producido un incremento de los acontecimientos deportivos de invierno y verano, con el aterrizaje de multinacionales como Ironman o la atracción de pilotos o ciclistas profesionales que están decidiendo trasladarse a Andorra por las condiciones de entrenamiento y vida que el país ofrece.
Otro sector es el de la biotecnología. La gestión de la pandemia, y lo digo con toda modestia, nos ha servido para enseñar al mundo que ser un país pequeño y flexible tiene sus ventajas para llevar a cabo pruebas piloto como el doble testeo que llevamos a cabo con toda la población. Eso llamó la atención de algunas empresas internacionales, hasta el punto de que una multinacional como Grifols ha decidido instalarse en el país, estableciendo un convenio con el Gobierno que implica la instalación de un centro de investigación inmunológica que, para nosotros, es un proyecto fantástico por el aporte de valor que supone para Andorra. Tenemos también el sector del fintech, las finanzas tecnológicas. Andorra tiene una tradición financiera que viene de lejos. Posee aún un peso específico dentro de nuestro producto interior bruto, pero es verdad que necesitamos que la banca andorrana se digitalice y que encare procesos de innovación que la continúen haciendo competitiva.
P.- ¿Es este plan una enmienda a lo que fue Andorra durante décadas, un paraíso fiscal?
R.- No. Creo que es un paso lógico hacia la decisión que tomamos y adoptamos como país de abandonar una época y un modelo que era caducos. En 2011 abandonamos ese modelo a partir de los convenios de doble imposición que se han firmado con numerosos estados, entre ellos España. El hecho de salir de las listas de paraísos fiscales de la Unión Europea y de la OCDE, empezar el proceso de apertura a la inversión extranjera y la homologación de un sistema fiscal ya implementado con la introducción de la imposición directa a partir del 2015, creo que nos sirve para abrirnos al mundo y ser competitivos. Quizás el modelo anterior que tuvo el país sirvió para que Andorra llegara a ser lo que es, una de las regiones más dinámicas de todo los Pirineos. La riqueza que genera Andorra no sólo se queda en Andorra, sino que se reparte hacia las zonas vecinas.
No miramos atrás con nostalgia, miramos al presente y al futuro con ambición
P.- ¿No hay cierta nostalgia por ese pasado reciente?
R.- No. Creo que todo tiene una etapa y cuando cierras una etapa lo que tienes que hacer es no mirar atrás sino adelante e intentar aprovechar en la mayor medida posible el momento que te ofrece tu estrategia. Andorra continúa teniendo un modelo fiscal muy competitivo porque es de baja fiscalidad, pero homologado. De hecho, en algunas figuras fiscales, algunos países miembros de la Unión Europea son igual o incluso más competitivos que Andorra, con lo cual cumplimos perfectamente. No miramos atrás con nostalgia; miramos al presente y al futuro con ambición; y con determinación y el convencimiento de que ese es el camino en el que Andorra puede competir.
P.- Su país continua teniendo un sistema tributario muy laxo. El tipo de IVA general es del 4,5% frente al 21% de España y el tipo máximo del Impuesto de Sociedades es del 10%, lejos del 25% español. ¿Es la fiscalidad la principal baza de la economía andorrana?
Andorra es mucho más que fiscalidad. Es cierto que hay personas que les motiva o les mueve
R.- No. Andorra es mucho más que fiscalidad. Es cierto que esa fiscalidad está ahí y hay personas que les motiva o les mueve, pero es un modelo homologado y reconocido por la propia Unión Europea y la OCDE. Y no hay ningún problema en ese aspecto. Andorra es un país que camina hacia la modernidad con un sistema sanitario de los mejores de Europa, con buena conectividad de red. Según algunos expertos, somos el tercer país con mejor conectividad. Tenemos sistemas de educación públicos y gratuitos en francés, castellano y catalán y algún sistema también internacional. Gozamos de una muy buena calidad de vida porque es un país donde solo el 15 por ciento del territorio es edificable. Estamos trabajando en una candidatura para ser el primer país reserva de la biosfera. Lo que tenemos que hacer es explicar muchas más cosas sobre Andorra, porque es cierto que se conoce como destino turístico y por ese componente de fiscalidad. No renunciamos a lo que hemos sido, porque la realidad y la historia están ahí y, en buena parte, nos ha ayudado a ser lo que somos.
P.- En los últimos años se han establecido en el principado algún que otro youtuber español. ¿Usted se siente cómodo con esa imagen?
R.- Pues la verdad es que sí, porque en Andorra no sólo hay youtubers y deportistas de élite. Hay muchísimos residentes españoles o franceses. Existe una gran comunidad portuguesa que ha contribuido a que el país sea lo que es hoy porque sólo vivimos 75000 personas y para crecer necesitamos más que nacionales. Estos perfiles son más reconocidos por el público, pero lo que ha hecho crecer al país es la gente anónima, que no son ni youtubers ni profesionales deportistas, sino trabajadores que viven en armonía con la gente de allí y que se sienten totalmente identificados. Que la decisión de determinadas personalidades famosas en ciertos momentos se quiera usar como una decisión polémica olvida que los deportistas españoles no solo viven en Andorra sino en otros lugares fuera de España. En un momento de economía globalizada con libre circulación de personas y de establecimiento es una idea caduca, por lo que para nosotros es totalmente positivo. Tanto los deportistas como los creadores de contenido han optado por venir a Andorra sin que hayamos diseñado ningún plan estratégico. Se ha dado de manera espontánea.
Si nuestro modelo fuera agresivo o desleal, los países de la UE no firmarían con nosotros convenios de doble imposición
P.- No es una estrategia buscada...
R.- Pues la verdad es que no, igual que le reconozco que estamos haciendo un plan específico para impulsar la llegada de nómadas digitales. Hay una ley que reconoce esa figura pero para los creadores de contenido, ya sean youtubers, instagramers o blogueros, este Gobierno no ha hecho ningún plan estratégico ni una acción específica para atraerlos.
P.- Entiendo, en cualquier caso, que son bienvenidos...
R.- Sí, por supuesto. En Andorra todo el mundo es bienvenido. No hacemos diferencias y lo que queremos es que la gente que venga lo haga porque quiere estar en el país y quiere desarrollar su proyecto personal y profesional en el país y sobre todo, que se integre, que se siente bien acogida y que nos ayude.
P.- ¿Qué ventajas van a ofrecer a los "nómadas digitales"?
R.- Nuestro primer paso es regular esa figura para facilitar la labor a las multinacionales o las empresas que quieran enviar a sus directivos a trabajar a Andorra, porque buscan un entorno de vida diferente con unas condiciones específicas muy vinculadas a la naturaleza, al invierno y al esquí. Eso es lo que ofrecemos a los "nómadas digitales". Para lo que son las empresas en sí, planteamos un marco regulatorio que garantiza ese modelo de contratación, una legislación que reconoce y regula el teletrabajo y modelos alternativos para la tipología de vivienda que se ajusta a este perfil nuevo de viajero o residente como el coliving y al coworking, que son dos modelos que encajan perfectamente. Lo que pretendemos también es aportar seguridad jurídica al inversor.
P.- Desde el inicio de la pandemia, ¿han detectado ese incremento de las llegadas?
R.- Hemos notado un crecimiento de inversores y profesionales liberales. La inversión extranjera indirecta ha crecido en sectores clásicos como el inmobiliario, pero ha crecido mucho más y ha doblado el volumen en servicios vinculados a sectores tecnológicos y de innovación. Y eso es lo que ya estamos viviendo y experimentando. Pero no son perfiles de "nómadas digitales" al uso, como los que quizás vamos a intentar atraer. No quiere decir que algunos de ellos en esencia lo sean, pero han llegado al país por las vías tradicionales, abriendo una inversión o creando una sociedad, como, por ejemplo, lo hicieron en su día algunos creadores de contenido. Algunos de ellos lo llevan como residencia pasiva o activa a través de la creación de una sociedad.
Si tuviéramos que bascular el peso de infraestructuras y servicios sobre los 75.000 ciudadanos para dar respuesta a los 8 millones de turistas, ¿qué presión fiscal tendríamos que aplicar?
P.- ¿Cuál es su procedencia geográfica?
R.- Últimamente ha venido gente de España, Francia y Reino Unido, las de mayor proximidad.
P.- ¿Ningún homólogo se le ha quejado de tener un modelo de competencia desleal?
R.- No y no estaría fundamentada. Estamos en un entorno europeo donde hay países miembros de la UE que disponen de algunos tipos efectivos de impuesto de sociedades incluso similares al nuestro o inferiores. Estamos en un proceso de negociación de un acuerdo de asociación con la UE junto a Mónaco y San Marino. Por capacidades y características no podemos ser un país de pleno derecho de la UE pero llevamos a cabo una transposición de la legislación europea de manera directa sin tener la obligación de hacerlo. Nos sentimos europeos. Si nuestro modelo fuera agresivo o desleal, los países no firmarían esos convenios de doble imposición.
P.- ¿Tiene alguna intención de aumentar su presión fiscal?
R.- No. El modelo de Andorra bascula, sobre todo, en la fiscalidad indirecta. Se debe entender la peculiaridad de Andorra. Somos 75.000 habitantes que reciben al cabo del año 8 millones de visitantes y el país tiene que estar preparado también para esos 8 millones. Si tuviéramos que bascular todo el peso de las infraestructuras y de los servicios sobre los 75.000 para dar respuesta a los 8 millones, imagínese la presión fiscal que tendríamos que aplicar. De ahí ese modelo donde la indirecta pesa mucho más. ¿por qué no hacen esto otros países? Es un caso atípico. No es que hayamos encontrado una poción mágica o estemos haciendo algo desleal o poco honesto respecto a otros países, simplemente lo podemos llevar por el tipo de país. Pero también es verdad que tenemos déficits en otros sentidos. Andorra no tiene aeropuerto ni puerto ni conexión de tren. Desde el punto de vista de la amplia oferta que puede tener una ciudad como Málaga, Barcelona o Madrid, no estamos al mismo nivel porque el territorio no lo permite. No todo son bonanzas. También hay las carencias de un territorio pequeño, evidentemente.
P.- En España Unidas Podemos, el socio minoritario del Gobierno de coalición, está planteando una reforma fiscal que incluye un nuevo impuesto a las grandes fortunas y más impuestos a eléctricas y tecnológicas.
R.- Desde el punto de vista político cada partido puede defender lo que considere necesario o más óptimo para su país. Para mí, como presidente de un partido liberal, el aumento de la fiscalidad no es un modelo que comparta. Incluso a nivel internacional con la decisión de aumentar la fiscalidad para las grandes empresas. En Andorra no nos influye porque afecta a multinacionales que facturan más de 650 millones de euros al año y Andorra no tiene ninguna. Ya nos gustaría. En Andorra lo más habitual son empresas medianas y pymes, que son casi pequeñas para el tamaño medio en España.
P.- De aplicarse lo que propone Unidas Podemos, Andorra podría beneficiarse indirectamente...
El de Podemos no es el modelo que yo querría para para Andorra ni el que yo defiendo para mi país
R.- No lo sé. El tiempo lo dirá. Nuestra estrategia actual no pasa por utilizar la palanca de la fiscalidad como motivo principal para venir a Andorra. En el pasado sí lo fue y se vieron sus frutos y su rendimiento pero también nos llevó a alguna dificultad o alguna etiqueta que hemos querido abandonar. Esa decisión legítima por parte de los responsables políticos españoles, si tiene como consecuencia una salida de grandes fortunas, no sólo afectará a Andorra. Hay modelos atractivos como el de Portugal y otros países miembro de la propia UE. Ya veremos si eso tiene un impacto en el caso de Andorra, pero si lo tiene será una consecuencia, no por una estrategia que hayamos llevado a cabo, sino por decisiones coyunturales de otros estados.
P.- Es un modelo, por tanto, que no recomendaría...
R.- Así es. Soy una persona de ideología liberal y y quizás los señores de Podemos tienen otro tipo de ideología que, por supuesto, es igual de respetable que la que yo defiendo y por la que trabajo. Son dos modelos totalmente diferentes. El de Podemos no es el modelo que yo querría para para Andorra ni el que yo defiendo para mi país. Al final el proceso de unas elecciones y la conformación del Gobierno es el reflejo de lo que la sociedad del propio Estado ha apoyado, por lo que las decisiones están totalmente legitimidas para ser llevadas a cabo.
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