Las empresas turísticas y los hoteles en particular están viendo cómo la ansiada recuperación del turismo no les permite regresar a los niveles de rentabilidad previos a la pandemia. El alza generalizado de costes derivado de la guerra de Ucrania lastra sus cuentas pese al incremento de viajeros, que también gastarán menos debido a la incertidumbre.

"La factura de electricidad de un hotel se ha multiplicado por tres o por cuatro. Se habla de otros sectores, pero nosotros también estamos sufriendo esto. El problema inflacionista llega a toda la cadena de valor y a los servicios del hotel y nos está haciendo perder competitividad", dice el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal.

Las reservas para Semana Santa, según la organización, se sitúan en niveles similares a antes de la pandemia y en algunos destinos como Canarias son incluso superiores. De hecho, a nivel de ingresos, las reservas en cartera superan los niveles previos al Covid, a pesar del aumento en el número de cancelaciones debido a la inestabilidad.

"La traslación de esta recuperación de ventas sobre los resultados se verá limitada por la inflación y su consecuente fuerte subida de costes que están experimentando las empresas en todos sus ámbitos operativos y que parece se prolongarán al menos hasta junio", explican desde la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur).

"No se puede extrapolar que la alentadora recuperación y el mayor volumen de actividad turística esperada en 2022 sea sinónimo de mayor rentabilidad empresarial: la inflación y los sobrecostes dificultan el recuperar resultados empresariales en varios subsectores", añaden la organización que aglutina a grandes empresas del sector.

Junto a la luz, la parte de alimentación se ve fuertemente impactada por la coyuntura bélica. Y los empresarios ven con especial preocupación una mayor dificultad a la hora de financiarse, ante un previsible aumento de los tipos de interés.

"Todo va a ir directamente a márgenes"

Los hoteleros aseguran que, por ahora, no pueden trasladar el incremento de los costes a los precios de sus habitaciones. "Todo va a ir directamente a márgenes", asegura el secretario general de Cehat, Ramón Estalella. "El precio no lo pone el hotel, sino el mercado", añade. Según su análisis, este último no sería capaz de asumir ahora mismo una subida de las tarifas, en un contexto en el que aumenta el gasto para las familias.

Según un estudio presentado este jueves por su organización junto a la consultora PwC, se han recuperado ya los precios por habitación de 2019, "pero todavía no se alcanzan los ingresos por habitación disponible" previa a la pandemia "por la lenta recuperación de la ocupación".

Por su parte, según una encuesta realizada por Exceltur entre 2.500 unidades de negocio, el conjunto de las empresas del sector dice que sólo podrá repercutir a los clientes un 26% de las subidas de costes y cuenta con absorber el otro 74% en su cuenta de resultados.

"Transitamos de una crisis de demanda turística que se está superando con mayor brío del previsto, a notables y crecientes desafíos competitivos con graves tensiones en los márgenes empresariales, por la dificultad de trasladar sobrecostes operativos a precios: afectará a la tesorería en muchos casos exhausta por la pandemia, ante el endeudamiento, capacidad de invertir y generar empleo", inciden desde Exceltur.

El sector en su conjunto lleva 24 meses sufriendo el impacto de la pandemia, con una caída en promedio del 55% de los ingresos frente a 2019. Asimismo, su vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda, alerta también sobre la subida de los costes salariales en un 7,8 % por efecto de la inflación de segunda ronda. En este sentido, apela a alcanzar acuerdos en el merco de la la negociación colectiva para limitar el crecimiento de los sueldos.

De momento, las expectativas empresariales de todo el sector para la Semana Santa de 2022 se acercan al 90% de los niveles de ventas registradas en 2019, a pesar del complejo escenario actual.