El precio disparado de la electricidad está impulsando las ventas de paneles solares para el autoconsumo en los últimos meses. Dos grandes compañías como Leroy Merlin y MediaMarkt han duplicado las entregas de este tipo de dispositivos fotovoltaicos en el arranque de este 2022, marcado por un alza de la factura energética que se ha agravado con la guerra de Ucrania.
"En Leroy Merlin estamos observando una progresión de venta que supone el doble que en 2021", trasladan a El Independiente fuentes del grupo francés especializado en construcción y bricolaje.
Y otro de los gigantes del sector que comercializa estas instalaciones coincide en el crecimiento experimentado desde el arranque del año. "En los últimos tres meses hemos notado un incremento de las ventas de panales solares de autoconsumo en casi el doble respecto al mismo período del año pasado", explican desde la multinacional alemana a este periódico, aliada con Engel Solar para la instalación de los dispositivos en los hogares.
El subidón de ventas es especialmente acusado desde el comienzo del año, aunque no hace más que profundizar una tendencia que comenzó en 2018 con la eliminación del denominado 'impuesto al sol'. "Tanto en 2020 y 2021 aumentó un 50% la cifra de venta en comparativa con los años previos", abundan desde Leroy Merlin sobre las ventas de paneles solares fotovoltaicos.
La fiebre de las placas solares se ha instalado en España. Sin ir más lejos, el año pasado se instalaron 1.203 MW de nueva potencia fotovoltaica en instalaciones de autoconsumo, según los datos de la Unión Española Fotovoltaica. Es un 101,84% más con respecto a 2020, cuando se pusieron en marcha 596 MW.
Y esta potencia será mucho mayor en unos años. O eso pretende el Gobierno, que tiene por objetivo alcanzar los 9 gigavatios (GW) de potencia instalada en 2030, llegando a los 14GW si esta tecnología es aceptada por gran parte de la población española. Según las cifras de la patronal, la mayoría de la nueva potencia instalada el pasado año se integró en el sector industrial (un 41%), en el sector residencial (un 32%) y en el sector comercial (un 26%).
Dentro de las grandes superficies, Ikea es otra de las multinacionales que ha apostado por vender paneles solares para el autoconsumo energético. Lo hace en colaboración con la compañía Contigo Energía. Además, el brazo inversor de Grupo Ingka ha rubricado un acuerdo con Enerparc para la promoción y desarrollo de cinco parques solares fotovoltaicos en España con una inversión total de 100 millones y 140 MW instalados. Gracias a ello, se producirán cerca de 260 GWh por año, lo que equivale al consumo de electricidad de 65.000 hogares españoles, según la compañía.
Además de cadenas como Leroy Merlin, MediaMarkt o Ikea, otras empresas ajenas a la energía se han metido de lleno en el negocio. Es el caso de Telefónica, que tal y como adelantó este periódico, anunció una alianza con Repsol para comercializar e instalar placas solares en los tejados españoles a través de una nueva empresa con capital social repartido a medias.
Alfombra roja al autoconsumo
El despegue de la venta de placas de autoconsumo viene de la mano, en gran parte, de la nueva legislación que impera en España. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, en plena escalada de precios de la luz, ha puesto una alfombra roja a las comunidades de vecinos y hogares particulares para que puedan utilizar esta tecnología, que está llamada a liderar la transición ecológica.
El año pasado (junio y diciembre) el Consejo de Ministros aprobó dos paquetes de medidas y ayudas para fomentar el autoconsumo. Así, el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos va a regar en los próximos trimestres a la población con más de 1.320 millones de euros en los seis programas que se pondrán en marcha.
Los 660 millones inicialmente presupuestados se ampliarán, según se vayan ejecutando las cuantías iniciales asignadas a cada comunidad autónoma, hasta alcanzar los 1.320 millones del programa total; las comunidades y ciudades autónomas deberán comprometer un 80% del presupuesto inicial durante el primer año o tendrán que reintegrar la mitad de lo no comprometido en el plazo de 15 meses desde que se aprobó dicho real decreto.
El Ejecutivo, además, creó recientemente la Hoja de Ruta de Autoconsumo, con la que se pretende dotar de un mayor control de los gastos energéticos al poder conocer en todo momento su producción y consumo. Por ejemplo, el Gobierno permite que las instalaciones estén conectadas en baja tensión, algo que no se podía antes.
Además de otras medidas técnicas que se recogen en el documento, el Gobierno quiere que las instalaciones sean mucho menos costosas que hasta ahora. Por eso, el Ministerio de Transición Ecológica promueve reducciones de los costes de hasta el 40%. Además, dejó en manos de ayuntamientos y comunidades la posibilidad de que haya exenciones fiscales. Así, en ciudades como Madrid, Barcelona o Alicante se bonifican las instalaciones fotovoltaicas con el descuento del 50% del IBI durante tres años.
En el IRPF también existen ayudas y los contribuyentes que instalen placas solares u otras energías renovables en sus viviendas "podrán deducirse de un 20% a un 60% de lo invertido", según explica el Ministerio de Transición Ecológica.
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