Las reservas de Ryanair están un 10% por debajo de los niveles previos a la crisis sanitaria. Aunque se han levantado ya la mayor parte de las restricciones de movilidad, el contexto internacional y la demanda de los viajeros se ve marcada ahora por la incertidumbre asociada a la guerra de Ucrania.

La aerolínea de bajo coste irlandesa no es ajena al impacto que el conflicto bélico está dejando en el sector turístico. Aunque todos los actores coinciden en la recuperación de cara al verano, aún hay ciertas dudas sobre la posibilidad de conseguir ya los niveles previos a la covid-19.

Durante la conmemoración del 20 aniversario de la compañía en España, el consejero delegado de Ryanair DAC, Eddie Wilson, reconoció que el nivel de reservas de la compañía de cara a la temporada estival está aún al 90% de lo que sería habitual en un período comparable.

En cualquier caso, añadió, la compañía está convencida de que podrá llenar sus aviones a medida que se acerquen las fechas vacacionales. Lo cierto es que todos los operadores del sector turístico detectan un incremento de las reservas de último minuto a raíz de la pandemia.

La compañía descarta una subida de precios por el alza de los carburantes, ya que asegura tener cubierto el 80% del combustible que necesita hasta marzo de 2023, cuando finaliza su ejercicio fiscal, a un precio de unos 64 euros el barril. Hasta entonces, prevé transportar en España a 50 millones de pasajeros, incrementando así los 46 millones que movió el último ejercicio previo a la pandemia.

Además, tiene voluntad de expandir su actividad en España con 50 nuevas aeronaves -de las 210 encargadas a nivel mundial- para llegar durante los próximos cinco años a los 60 millones de pasajeros en el mercado nacional. Entre otras cosas, prevé reabrir bases en Canarias y Baleares e incrementar su plantilla en 4.000 personas, hasta los 10.000 empleados.