Es un escenario confuso, inestable e incierto. Una suerte de ‘montaña rusa’ económica repleta de piruetas que la casi domesticada pandemia parecía haber dejado ya atrás y la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha vuelto a agitar. En el proceso de salida de la primera de las crisis y la irrupción de la segunda, los empresarios y empresarias han tenido que tomar decisiones. Los optimistas se han reducido, los precavidos son mayoría y los pesimistas, aunque minoría, han aumentado.
El análisis del informe ‘Perspectivas España 2022’ refleja cuál es el sentir de presidentes, directores generales y altos directivos del tejido empresarial español y, sobre todo, cuál ha sido la evolución en apenas dos meses, los transcurridos desde el final del año pasado y comienzos del actual, cuando la pandemia parecía darse por controlada. Hasta que llegó el estallido de la crisis ucraniana que ha generado un terremoto económico en occidente y el comercio internacional.
Así, el cambio del escenario ha sido de tal envergadura que en esta decimoctava edición del informe que, con la colaboración de la CEOE, elabora KPMG ha requerido de dos sondeos para actualizar la ‘fotografía’ de la toma de pulso del mundo de la empresa. Entre la primera toma de temperatura al más de un millar de altos cargos, -en diciembre a febrero de 2022- y su actualización -entre abril y mayo-, la prudencia ha ganado enteros. Lo ha hecho en forma de pasos atrás. Así, hoy casi un tercio el 29% de los encuestados califica la situación de “mala o muy mala”, ocho puntos más que hace apenas unos meses atrás. Sólo un 17% afirma que es “buena”, dos puntos menos que en febrero.
En cuatro de cada diez casos se reconoce que no se ha revisado las estrategias de la empresa a la espera de la evolución de los acontecimientos, frente al 37% que sí lo ha hecho. Y no es para menos. Los temores son generalizados. El principal, la escalada de costes de producción en la que está sumida la economía en su conjunto. Es la primera inquietud que cita el 61% del empresariado o altos cargos consultados. Los problemas de suministros también preocupan de manera importante, son la segunda de las preocupaciones. Con un peso algo menor, el 39%, citan los problemas en el abastecimiento energético.
Reformas estructurales y gasto público
El contexto cambiante hace que en la mayoría de las empresas por el momento no esté entre sus planes la ampliación de plantilla. En más de la mitad de los casos se asegura o que se mantendrá congelada (43%) o que se reducirá (11%). No llega a la mitad el número de encuestados que reconoce que sí lo hará, que este año contratarán más personal, al menos así lo asegura el 46%.
La perspectiva con la que se había cerrado el pasado ejercicio invitaba al optimismo. 2022 debía ser el año de la recuperación acelerada tras la crisis pandémica. En muchas compañías los planes de inversión para volver a retomar el vuelo detenido auguraban un periodo de crecimiento y optimismo. De hecho, seis de cada diez empresas afirma que este ejercicio invertirá más en su compañía y apenas un 12% reducirá las inversiones. Por ahora, la mayor parte, el 77%, mantiene su convencimiento de que facturará más este año que el anterior.
El gran temor es la inflación y su escalada descontrolada. El último dato oficial situó el IPC del mes de abril en el 8,3%. Preguntados por cuál creen que es la mayor amenaza para la economía española, la inflación es la que cita sin dudar la mayoría, el 77%. Casi en un porcentaje similar son los que aseguran que la prioridad del Gobierno debería ser mitigarla (69%), además de impulsar reformas estructurales (39%) y ser más eficiente en el gasto público (33%). Muy por detrás en la lista de preocupaciones aparece el temor a un aumento de impuestos.
El pesimismo y el escepticismo se imponen entre los directivos. La volatilidad de los precios, el impacto en la demanda aparece como las mayores preocupaciones para sus negocios. Especialmente pesimistas son el empresariado de regiones como Canarias, Cantabria, Castilla La Mancha o Murcia. En la balanza de los más optimistas sobre el desarrollo de este ejercicio están los de las Islas Baleares, Asturias y Andalucía.
Turismo y Tecnología, los más optimistas
Evidentemente, en la situación actual no a todos los sectores les va igual. La empresa del turismo lidera la lista de los que prevén que en 2022 crecerán de modo importante. También entre las Tecnológicas el ratio de optimistas supera el 90%, o en el del mercado del Ocio, la Banca o incluso las Farmacéuticas.
Lo que la guerra y la amenaza tecnológica sí parece haber logrado es que se mejoren los niveles de digitalización. En apenas unos meses ha pasado del 53% al 58% el número de empresas que asegura haber mejorado su transformación digital o incluso del 13 al 17% la que ha tomado decisiones en materia de ciberseguridad. En términos generales las empresas españolas se puntúan con 6,6 puntos sobre 10 en su nivel de adaptación digital con las tecnológicas, la Banca y las Telecomunicaciones en la franja del notable alto.
Por último, el sondeo ‘Perspectivas España 2022’ explora los avances en el ámbito del teletrabajo. La conclusión es que por ahora genera más temores que adeptos. Para casi seis de cada diez directivos de empresa el teletrabajo debilita el “sentido de pertenencia” a la empresa y dificulta la transmisión de la “cultura de la empresa”. Un 33% lo ve como una opción interesante para generar un ahorro y el 29% como una fórmula que permite motivar al empleado y reforzar su compromiso.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Hatamleh, NASA: "En el futuro nos casaremos con robots":
- 2 Aldama puede acabar con Sánchez
- 3 Nueva ley 'antiokupas' aprobada por el Congreso
- 4 Cena de Delcy con sorpresa... y la sorpresa era Pedro Sánchez
- 5 La ministra Margarita Robles se enfrenta a gritos con los afectados en Paiporta: "¡Yo no tengo la culpa!"
- 6 Los 890.000 euros de corrupción que asedian al Gobierno, según Aldama
- 7 Seis muertos, cuatro de ellos menores de edad, en un accidente de tráfico en Menorca
- 8 La OCU avisa, evita estos supermercados para comprar carne
- 9 La mujer de Aldama, clave en el blanqueo de capitales de la trama