En un primer momento, el Gobierno de Pedro Sánchez aseguró que el sobrecoste por topar el gas generado por vender electricidad a Francia sería compensado íntegramente por los propios usuarios galos y por las denominadas rentas de congestión (es decir, las rentas obtenidas por el gestor de la red de transporte español como resultado del comercio transfronterizo de electricidad entre Francia y España).

Pero, finalmente, la demanda gala y las rentas de congestión no serán suficientes para poder compensar la generación de electricidad que pide Francia. Además, tal y como sostienen desde Aelec, patronal de las empresas eléctricas, esta energía deberá ser creada a través de los ciclos combinados, ante la imposibilidad de mandar luz con energías renovables ya que el 100% de la generada a través de éstas las absorbe la demanda española.

“Francia está demandando toda la energía eléctrica que se puede a través de la interconexión que une España con nuestro vecino y el coste de producción será superior a las retribuciones generadas por la demanda”, explicó Pedro González, director de regulación de Aelec.

Y es que, España se ha convertido en un exportador neto de electricidad a Francia. Tradicionalmente ha sido todo lo contrario y nuestro país demandaba energía gala. Pero todo ha cambiado tras la imposición del tope del gas. Aelec explicó que la alta demanda de Francia, funcionando a plena capacidad la interconexión, generaría una demanda incremental de hasta 25 teravatios hora (TWh), lo que supone un 10 % de la demanda de España, frente a un saldo exportador que existía,

De acuerdo a los datos ofrecidos por Red Eléctrica Española, nuestro sistema vendió 17.389.194 MWh mientras que exportó 16.505.386 MWh durante 2021. Es decir, que se recibieron más de 884 mil MWh, principalmente desde Francia.

El país vecino, gracias a su sistema de energía nuclear, era nuestro proveedor de referencia ya que cuando España no tiene suficiente electricidad dentro de sus fronteras por nuestra dependencia de las renovables, recurre a Francia para garantizar suministro.

1.200 millones de euros de financiación

¿Y cuánto tendrá que pagar España? Pues de acuerdo a los primeros cálculos del sector energético, la factura se elevará hasta los 1.200 millones de euros. Francia viene demandando desde que entrara en vigor la denominada excepción ibérica alrededor de 48.000 Mwh mientras que el coste de compensación nos cuesta a los españoles entre 59 y 112 euros, después de casi una semana de tope del gas. Unas cifras que, debido a la crisis energética, no “parece que se vayan a mover demasiado”. Por eso, las fuentes consultadas estiman que al día los españoles deberemos hacernos cargo de unos tres millones de euros.

No obstante, esa cifra no será definitiva ya que la demanda francesa y las rentas de congestión aliviarán esta factura, si bien aún no se puede saber con exactitud el montante final.

Cabe recordar que las empresas eléctricas y consumidores deberán repartirse los sobrecostes de ponerle un precio máximo al gas en la generación de la electricidad. Según datos del sector, se deberán pagar unos 5.000 millones de euros que deberán salir de las compañías y de los clientes ya que, a pesar de que la materia prima tenga un tope, el gas habrá que comprarlo en los mercados de igual manera.

Factura final

Aelec, por otra parte, también quiso valorar el posible impacto en el precio de la luz el tope del gas. El Ejecutivo sostiene que para que se dé una rebaja del 20% en el recibo, se debe producir un descuento del 40% en el precio mayorista, pero la patronal dice que “habrá que esperar” a las condiciones meteorológicas y de la disponibilidad de recurso renovables, pero ve difícil llegar a un descenso del 30 % del precio mayorista.

A su vez, Aelec recuerda que el coste de la compensación a las centrales de gas por el tope disminuirá por cliente al ir incorporándose más a pagar esa compensación por la renovación de los contratos en estos momentos no afectados por el mecanismo, que por ahora solo se aplica a los indexados al mercado mayorista, entre ellos a la tarifa regulada o PVPC.