Un centenar de pequeñas comercializadoras de luz y de gas han tenido que cerrar desde que comenzó la crisis energética. Estas empresas, que compran energía diaria para poder venderla a su cartera de clientes, no pueden asumir los altos costes de la electricidad y del gas en momentos de tensión.

Así, desde que se iniciara la escalada en los precios del gas y de la electricidad el pasado verano se han clausurado pequeñas compañías que facturaban a cientos de miles de clientes, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

De acuerdo al listado rescatado del regulador español, hasta 24 empresas de luz han tenido que echar el cierre de sus negocios mientras que 13 comercializadoras de gas han quebrado en los últimos siete meses. La otra mitad del centenar de compañías energéticas comunicaron su cese de actividad en el segundo semestre de 2021.

“Es muy complicado que ante una subida de precios en las materias primas con las que trabajan sigan operando porque este tipo de comercializadoras ya trabajan con márgenes reducidos”, señalan fuentes del sector a este periódico. Tampoco podrían vender a pérdidas ya que la legislación española sí lo impide y, en muchos de los casos, es la principal razón por la que éstas terminan por clausurar su negocio.

Para estas pequeñas comercializadoras, que no tienen poder para poder generar la energía que venden luego, les supone unos costes muy elevados ya que tienen que depositar garantías a las suministradoras. Además, tienen que abonar por adelantado la cantidad de energía que han encargado para luego comercializar a su base de clientes.

Como es sabido, las pequeñas empresas adquieren la energía en el mercado diario que deben suministrar a sus clientes, a un precio muy superior que las grandes operadoras del mercado. Al no tener cubierto el riesgo con contratos de larga duración, no pueden cumplir dichos contratos.

Además, durante los últimos meses se han encarecido de forma notable las garantías que las comercializadoras tienen con Red Eléctrica (Redeia), encargada de gestionar las redes, y OMIE, el operador del mercado ibérico. Dichas garantías, al subir los precios también se incrementan, dejando en números rojos el balance de dichas pequeñas empresas.

Pero los problemas no quedan ahí y con la rebaja del IVA las comercializadoras van a tener que hacer frente a un nuevo desequilibrio. Dichas empresas siguen teniendo que abonar un 21% de IVA de las distribuidoras, mientras que solo pueden cobrar un 5%. Si anteriormente se facturaba un 10%, desde hace dos semanas, a dichas sociedades se le queda un margen mucho menor.

Las grandes empresas ganan clientes

El cierre de comercializadoras y las grandes ofertas que han lanzado las grandes compañías ha servido para que Endesa, Iberdrola y Naturgy hayan revertido la situación de principios de año cuando perdían contratos durante 2021.

Las comercializadoras de las principales compañías energéticas lanzaron varias ofertas al mercado en los últimos meses, casi todas ellas para adherirse al mercado libre. Ante unos precios muy volátiles en el PVPC, los usuarios prefieren cerrar el precio del megavatio a la hora.

Endesa anunció una nueva oferta en el mercado libre. Por ello, la eléctrica ha decidido bajar los precios de sus tarifas del mercado libre con una campaña que ofrece un 20% de descuento en el término de energía (luz consumida) a los clientes residenciales que contraten en el mercado liberalizado “buscando soluciones de ahorro y tranquilidad y no estar expuestos, así, a las fluctuaciones del mercado diario de electricidad”.

Iberdrola, un día después de que Ignacio Sánchez Galán dijera que solo “los tontos se mantienen en la tarifa regulada”, lanzó su campaña para aconsejar a 10 millones de españoles que aún estaban en el PVPC. Naturgy buscó en las pymes su crecimiento gracias a una tarifa fija a 55 euros el megavatio por hora (Mwh) para la industria y por un periodo de tres años.

Con todo, según los datos a los que ha tenido acceso este periódico, Endesa consiguió recuperar 400.000 altas durante el primer trimestre mientras que Naturgy captó más de 350.000 clientes. Iberdrola, por su parte, quedó muy rezagado, pero consiguió un total de 160.000 nuevos abonados.