El Gobierno considera que España debe ser reconocida como una excepción dentro de las nuevas reglas que impone la Comisión Europea en la reducción del gas de cara al próximo otoño e invierno. Una vez que Bruselas instó a todos los países a rebajar su uso de la materia prima un 15%, el Ministerio de Transición Ecológica se movió rápidamente para mostrar su descontento por el plan denominado ‘Save gas for a save winter’.

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que “no es justo ni eficaz” que nuestro país tenga que reducir en un 15% el gasto energético de gas. El menor uso de la materia prima se trasladaría a la “pérdida de competitividad” del tejido empresarial y, por tanto, a la pérdida de músculo económico.

Por eso, el Gobierno ya trabaja en llevar a Bruselas una nueva excepcionalidad, tal y como sucedió con el tope al precio del gas en el sistema eléctrico. En esta ocasión, Teresa Ribera acudirá a la reunión del próximo martes con el resto de ministros energéticos con el argumentario de que España es exportador de gas natural licuado. Es decir, nuestro país ejerce su principio de solidaridad mandando materia prima a otros sistemas gasísticos deficitarios y, por tanto, no se le puede restringir el menor uso de gas.

“No tiene sentido que si el 30% del gas natural licuado que llega hasta nuestras regasificadoras sale hacia otros países miembros, tengamos que tener limitaciones. Somos solidarios, pero no se nos puede pedir un esfuerzo desproporcionado. Nuestra capacidad de almacenamiento está en más del 80% y la del resto de Europa en torno al 50%", explicó la ministra de Transición Energética.

Con todo, en el próximo encuentro que se producirá el 26 de julio en la capital belga, el Gobierno pedirá modificar el plan que maneja la Comisión Europea. “Exigimos diálogo y tenemos que debatir de la mejor de las maneras. Es inasumible que se tome una decisión tan importante de forma unilateral”.

De hecho, España podría encontrar un resquicio legal para que se aplique la excepcionalidad que pide la ministra. El documento publicado este miércoles por la Comisión Europea abre la puerta a que los países puedan alegar la imposibilidad de cumplir con los objetivos de Bruselas.

En dicho escrito, además, se incluye otra salvedad para aquellos países que tienen una pobre conexión con el resto del continente. Esta vía también la dejó caer Teresa Ribera y recordó que Europa no ha destinado el suficiente esfuerzo en que España tenga un buen flujo energético con el resto de países de la UE.

En caso de que España consiga sus objetivos, la Comisión Europea permitiría que la reducción del gas pasase del 15% al 10%. En un principio, el plan refleja la recomendación de rebajar el uso de la materia prima, pero en caso de que Rusia corte el gas automáticamente deberá ser obligatorio.

Recado a Europa

Teresa Ribera, durante su intervención en rueda de prensa este miércoles, también apuntó a Europa que España ha cumplido con sus obligaciones y sus objetivos por lo que no puede ser penalizada.

La vicepresidenta tercera indicó que España cuenta con una capacidad de almacenamiento de gas natural que se sitúa ya en más del 80%, mientras que el nivel del resto de Europa está en torno al 50%, así con unas reservas estratégicas de llenado de gas natural de hasta el 90%. "Hemos conseguido una posición que permite decir que la propuesta de la Comisión (Europea) no es ni la más eficaz, ni la más eficiente y justa".

"Hemos aprobado reservas estratégicas. Hemos hecho los deberes. Hemos conseguido una posición muy sólida en cuanto a seguridad de suministro”, volvió a incidir la ministra, que presentará batalla dentro de una semana en el encuentro anteriormente citado.

“Los españoles no han vivido por encima de sus posibilidades en materia energética”, dejando entre líneas un claro mensaje de desacato a Bruselas y que recuerda al argumentario que tuvieron los países del norte de Europa que no eran partidarios de ayudar a la economía española durante la crisis financiera. “No vamos a permitir propuestas que nos exigen más que otros países”, aseveró.

Estas palabras contrastan con las de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que pidió “unidad” frente al “chantaje” por parte de Putin a Europa. Con todo, el encuentro de la semana que viene se prevé caldeado puesto que Portugal ya ha mostrado también su rechazo, provocando una nueva confrontación Norte-Sur.