La apertura a la libre competencia en las grandes líneas de autobús abarataría las tarifas que pagan los usuarios por sus billetes. Es una de las principales conclusiones del estudio publicado por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), que aboga por poner fin al sistema concesional que, con algunos cambios, defiende mantener el Gobierno en la nueva ley de Movilidad Sostenible.

El organismo regulador que preside Cani Fernández cita como ejemplo lo ocurrido en la mayoría de países del entorno europeo que sí han optado por liberalizar el sector de las líneas regulares de transporte de viajeros por carretera. Salvo Grecia y Hungría, el resto de países han completado sus respectivos procesos.

La CNMC cita un estudio de 2018 en el que se comparan las rutas entre las diez ciudades más pobladas de cada país. Según el mismo, las tarifas por km en España son un 12%, 17%, 23%, 23% y 36% superiores a las tarifas de Reino Unido, Suecia, Alemania, Francia e Italia, respectivamente. No en vano, el precio es el principal motivo que señalan los usuarios para decantarse por este tipo de transporte. Usuarios, por otra parte, con niveles de renta más bajos.

Pero la liberalización también tiene evidentes efectos sobre la estructura del mercado. Y estos varían en función de las condiciones de partida. En aquellos lugares donde había ya un operador dominante, como en Reino Unido (National Express), Suecia (Swebus) y, en menor medida, Francia (Ouibus), "la concentración suele mantenerse en niveles elevados inmediatamente tras la reforma, ya que la presencia de estos operadores restringe las posibilidades de crecimiento de los nuevos entrantes".

Por su parte, el estudio añade que el mercado italiano, muy fragmentado antes de la liberalización debido al sistema concesional previo, "es el que muestra un mayor número de operadores tras la reforma", aunque no puede descartarse una mayor consolidación futura. En España, la compañía Alsa poseía a finales de 2019 una cuota estimada en el total del mercado de concesiones español del 30% en términos de ingresos totales, duplicando la cuota de su segundo principal competidor, Avanza.

Asimismo, el regulador español asevera que otro de los impactos más notables de la liberalización es el aumento de la oferta de servicios, tanto en términos de frecuencias como de número de conexiones. Y todo esto lleva consigo un incremento de la demanda.

El informe también recuerda que en el caso de los servicios deficitarios, que se consideren necesarios desde una perspectiva vertebradora y social del territorio, "existen soluciones intermedias que permiten involucrar a los operadores en el diseño de la red de servicios y que pueden contribuir a fomentar la eficiencia del sistema de transporte público".

Rechazo al nuevo modelo

El informe que ha tardado tres años en elaborase se presenta en un momento clave. El Pleno del Congreso de los Diputados exigía el pasado jueves -con el rechazo del PSOE y Unidas Podemos- la retirada del mapa de concesiones de autobús propuesto por el Ejecutivo y convocar una nueva conferencia sectorial para debatir uno nuevo.

La petición es fruto de una propuesta de resolución del PP presentada durante el Debate sobre el estado de la nación. El texto reclama un modelo "que no perjudique a la España despoblada" y fue apoyado por partidos como Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos, el PNV, el PDeCAT, Foro Asturias, el BNG, Compromís y Teruel Existe.

El sector está dividido. Por un lado, la patronal mayoritaria (Confebus) es partidaria de mantener el sistema concesional actual. Por su parte, Anetra, defiende la libre competencia de la que habla la CNMC. En todo caso, el organismo critica que en la actualidad, casi la mitad de las concesiones están caducadas y no se sacan a licitación por problemas legales y burocráticos.

Un extremo que perjudica, en definitiva, a los consumidores del servicio y a las arcas públicas. El autobús es el medio de transporte colectivo más utilizado por los viajeros en España para sus desplazamientos regulares. Casi 730 millones de viajeros utilizaron el autobús para realizar trayectos interurbanos durante 2019, lo que supuso un 51%, del total de desplazamientos de este tipo realizados en medios de transporte colectivo, por encima del ferrocarril (45%), del avión (3%) y del transporte marítimo.