El Gobierno presentó este jueves la proposición de ley con los detalles del nuevo impuesto a la banca y a las eléctricas. En el caso de las entidades financieras, este nuevo impuesto gravará las comisiones de aquellas con ingresos superiores a 800 millones de euros en España. CaixaBank es una de las afectadas y ha cifrado en 400 millones de euros el impacto de este impuesto en el primer año.

Esta cifra es un dato preliminar y para el segundo año no tienen todavía hecho el cálculo. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado rotundo con su opinión respecto al impuesto: “Es un impuesto injusto, distorsionador y contraproducente”. A pesar de esta opinión Gortázar asegura que la relación con el Gobierno es buena, pero insiste en que están en contra de esta medida.

“Es una medida equivocada, errónea”, ha puntualizado el consejero delegado en la presentación de los resultados del primer semestre de CaixaBank. Así, ha explicado que la medida es injusta porque se ha propuesto sobre una premisa de que las entidades están teniendo unos resultados “extraordinariamente elevados”, pero Gortázar ha señalado que la rentabilidad del sector “es baja”, ya que está de media en el 5,37% y ha añadido que está lejos de los costes capital.

El ceo también ha explicado que entre las empresas del Ibex, hay once que cotizan por debajo de su valor en libros y los cinco bancos están a la cola de la rentabilidad. “Por ello no podemos justificar proponer un impuesto sobre la base de unos beneficios altos que no existen”, ha puntualizado.

“Es un impuesto injusto, distorsionador y contraproducente”

GONZALO GORTÁZAR

El segundo calificativo que le señala el consejero delegado es distorsionador. Según Gortázar este impuesto distorsiona de cada a la competencia porque solo se aplica a aquellas empresas que ingresen más de 800 millones de euros en España. De esta manera, ha explicado que en muchos lugares compiten con empresas pequeñas que tienen mucho negocio, pero que no llegan a esa cantidad de ingresos o con banca extranjera que solo tiene filiales en España y no tienen que pagar esos impuestos e incluso ha nombrado a los fondos buitres. “Todos ellos no tendrán que pagar este impuesto y es injusto”, ha apuntado.

También cree que distorsiona la normativa bancaria europea, porque el gravamen prohíbe su repercusión a los clientes, cuando la normativa europea de buena práctica bancaria pide que repercutan todos los costes a la hora de hacer la nueva producción de crédito, como los de capital, de financiación, operativos y de crédito, así como los de naturaleza tributaria.

"Lo que nos está viniendo es una normativa española que dice exactamente lo contrario. Como país, no nos podemos permitir ir contra la normativa europea, y desde luego pone a los supervisores en una situación imposible", ha advertido.

Como consecuencia de la necesidad de repercutir los costes en la generación de crédito, hay dos opciones, tal y como ha explicado: o bien el sector lo repercute y hace caso a la normativa europea y el crédito se encarece, o bien no lo repercute y por tanto en muchas ocasiones va a dejar de dar ese crédito: "Tendremos o crédito más caro o menos crédito".

Finalmente, Gortázar ha apuntado que el impuesto es contraproducente porque “las crisis económicas son menos graves y menos largas si el sector financiero está en buena posición”. Ha añadido que esa afirmación es una de las lecciones que se han demostrado en las crisis económicas anteriores. Por ello, ha insistido en que “la primer medida sea debilitar al sector financiero es contraproducente”

"No podemos guiarnos por los grandes números, porque entonces tendremos empresas pequeñas", y ha añadido que el tejido industrial de España debe tener grandes campeones para afrontar otro tipo de desafíos.