El Gobierno ha decidido intervenir la facturación de las energéticas y los beneficios obtenidos por la banca que provienen de los intereses y de las comisiones. Este jueves los dos partidos presentaron la proposición de ley que ha de tramitarse en el Congreso de los Diputados y que ha levantado ampollas dentro de ambos sectores. Tanto es así que las compañías tienen decidido acudir a los tribunales para evitar pagar los gravámenes.
Las diferentes patronales energéticas y bancarias han sacado su artillería pesada y han avisado de que, en caso de que entre en vigor el ‘impuestazo’, se paralizarán las inversiones. Pero el gravamen que planea PSOE y Podemos, que pretende recaudar hasta 7.000 millones en dos años, no afectará de igual manera a todas las compañías y Repsol, Endesa y CaixaBank serán las empresas que más tengan que pagar al año.
Según explican en Bankinter, las empresas más perjudicadas por este nuevo impuesto serán aquellas que concentren la mayor parte de su negocio en España (las más diversificadas geográficamente podrán diluir el impacto del impuesto) y aquellas que tengan unos márgenes más bajos en su actividad (ya que el impuesto se establece sobre los ingresos y no sobre los beneficios).
“Con estos criterios, las empresas más perjudicadas en términos relativos serían Repsol (márgenes bajos en la actividad de refino) y Endesa (que concentra el 100% de su negocio en España y el negocio de comercialización tiene márgenes bajos). Por el contrario, el impacto sobre Acciona (con diversificación geográfica y con el 100% de su actividad en generación que tiene márgenes más altos) o sobre Iberdrola (España solo representa el 30% de su negocio) será más moderado”, apuntan estos analistas.
“Redeia (Red Eléctrica) o Enagás no están afectadas ya que el Gobierno deja fuera de las empresas sujetas al impuesto a los gestores de los sistemas tanto eléctrico como gasista, ya que sus actividades están reguladas. Solaria (BME:SLRS) tampoco se ve afectada por el impuesto ya que no alcanza los 1.000 millones de euros de facturación anual”, añaden.
Así, Repsol podría llegar a pagar unos 800 millones de euros siendo la empresa energética más penalizada debido a que todo su negocio se centra en España. Le sigue Endesa con unos 240 millones de euros y Naturgy, que tiene una cifra similar de facturación. No obstante, estas cuentas pertenecen al período del año pasado y los números pueden ser mayores que los anteriormente citados debido a que las energéticas están mejorando sus resultados empresariales.
Iberdrola, pese a ser la empresa más beligerante, rondaría los 184 millones de euros. La razón por la que la sociedad dirigida por Sánchez Galán es menor es la diversificación que tiene en diferentes regiones. De hecho, durante la presentación de los resultados, la eléctrica dijo que el negocio de España es el peor de todas sus regiones.
No serán las únicas que tendrán que pasar por caja. Cepsa, por ejemplo, tampoco se librará ya que su facturación supera los 1.000 millones de euros, pero al no estar cotizada no especifica en sus resultados qué cantidad pertenece a la facturación dentro de nuestro país.
CaixaBank, el banco más perjudicado
Por lo que respecta a los bancos, el impuesto registrado el jueves por el grupo parlamentario del PSOE y el de Unidas Podemos prevé recaudar 1.500 millones de euros cada año gravando un 4,8% los ingresos por intereses y las comisiones netas de las entidades que ingresen más de 800 millones de euros en España. Los cinco grandes bancos (los más afectados por la decisión) han rechazado esta decisión e incluso alguno ha asegurado que estudiarán si recurren a los tribunales.
A pesar de su oposición, el sector ha hecho su cálculo y la suma de las estimaciones de las cinco grandes entidades (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter y Banco Sabadell) es de 1.205 millones de euros, por debajo de la estimación del Ejecutivo de Pedro Sánchez. No obstante, si se añade a Unicaja, que sería la siguiente gran entidad, la recaudación ascendería a 1.259 millones de euros, por su impacto de 54 millones. Las estimaciones las han realizado Banco Santander, BBVA y CaixaBank. Por otro lado, los cálculos de Bankinter, Banco Sabadell y Unicaja están hechos por Morgan Stanley.
CaixaBank sería el banco que saldría más perjudicado por esta decisión, ya que según su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, el impacto estaría entre 400 y 450 millones de euros. Esta cifra es un dato preliminar y para el segundo año no tienen todavía hecho el cálculo. No obstante, los cálculos de Morgan Stanley señalan un impacto de 358 millones para 2023 y de 374 millones de euros para 2024. Gortázar se ha mostrado rotundo con su opinión respecto al impuesto: “Es un impuesto injusto, distorsionador y contraproducente”.
Banco Santander sería la segunda entidad con mayor impacto. Según los resultados de 2021, el impacto sería de unos 300 millones de euros, que supone un 4% del beneficio atribuido a todo el grupo. Morgan Stanley ha cifrado el impacto en 260 millones de euros. José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander, advirtió que este impuesto resta capacidad del sector financiero para dar crédito en unos 50.000 millones de euros. Álvarez considera que este gravamen no es justo y aseguró que “la inflación no se combate con impuestos”.
Por lo que respecta a BBVA, su consejero delegado, Onur Genç, cifró el impacto en unos 250 millones de euros. Una cifra parecida a la que estima Morgan Stanley de 212 millones. Genç también se mostró en contra de este impuesto y aseguró que no era el momento, alegando que habrá menos crecimiento y menos inversión: “No es bueno para España”.
Bankinter y Banco Sabadell no han hecho estimaciones. En el caso de la primera entidad, Morgan Stanley prevé que va a ser la menos afectada por este impuesto, en términos absolutos, ya que estima un impacto de 68 millones de euros. María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, calificó el gravamen de “injusto” y aseguró que valorarán todas las opciones antes de asumirlo. “Si tenemos resquicios para no hacerlo porque nos asiste el Derecho, lo pelearemos”, apuntó.
El impacto estimado para Banco Sabadell es de 137 millones de euros para el primer año y de 139 millones para el segundo. El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, señaló que el impuesto a la banca afectará, sobre todo, a los pequeños ahorradores. Por ello, sostiene que el impuesto a la banca “debe ser neutral desde un punto de vista de competencia”.
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