Los hogares endeudados han crecido en España hasta el 57,1%, su tasa más alta desde 2002, pero el volumen de la deuda se ha reducido un 6,1%. Es decir, hay más hogares endeudados, pero el dinero que deben es menor, tal y como revela la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España. La mayor parte de esa deuda, el 61,7%, es por la vivienda principal, por la hipoteca. Pero la deuda vinculada al crédito al consumo tiene un peso importante en el total, sobre todo en los hogares con la renta más baja.

Así, el peso de “otras deudas pendientes”, que son, fundamentalmente, crédito al consumo, entre los hogares con la renta más baja es del 22,8%, más de 10 puntos porcentuales por encima que entre los hogares con la renta más alta, donde el peso es del 12,2%. Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, explica que tener un peso mayor en este tipo de deuda condiciona la carga financiera de los hogares con renta más baja porque “este tipo de crédito tiene un interés más elevado que el hipotecario”.

Los principales motivos por los que se contraen otras deudas, por orden de importancia, son la compra de vehículos y otros bienes duraderos, la financiación de la actividad empresarial, la realización de reformas en el hogar y la cancelación de deudas. Los tipos de deuda que se contraen para estos efectos en mayor medida son deudas con garantía real (incluida garantía hipotecaria distinta de la utilizada para la compra de la vivienda principal o de otras propiedades inmobiliarias), créditos personales, deudas con tarjetas de crédito y otros tipos.

De estas deudas, el tipo más extendido entre los hogares era, a finales de 2020, el préstamo personal, al que recurren un 26,2% de los hogares. Los grupos de hogares que menos utilizan este tipo de préstamos son los que poseen una menor renta, aquellos cuyo cabeza de familia es mayor de 64 años, los que están jubilados y quienes no tienen ningún miembro trabajando.

Hogares vulnerables

La Encuesta Financiera de las Familias también reveló que la proporción de hogares que destinan más del 40% de su renta al pago de sus deudas es de un 10,9%, un punto porcentual más que en la encuesta anterior de 2017, cuando ese porcentaje se situó en el 9,8%. Sin embargo, entre los hogares con la renta más baja, este umbral lo supera un 39% de los hogares, lo que equivale a un 15,1% del total de las familias en ese tramo de ingresos

Desde el Banco de España apuntan a que la situación actual marcada por la alta incertidumbre económica, es mejor que en el 2008 (inicio de la gran crisis financiera), que el 16,6% de los hogares destinaba el 40% a pagar sus deudas. Por ello, apuntan a que si se subieran los tipos de interés, no solo del Banco Central Europeo, sino todos los tipos que marcan el crédito, elevaría la carga financiera de los hogares españoles, especialmente de aquellos en la parte central de la distribución de la renta.

Así, de plantear escenarios basados en un incremento inmediato de los tipos en 100, 200 y 300 puntos básicos, se observa cómo el porcentaje de hogares en relativa vulnerabilidad pasaría de un 10,9 a prácticamente un 15%, algo que solo notaría la población que concentra la mayor parte de la deuda.

En cualquier caso, España "está muy lejos" de los registros de la crisis financiera, aclara Gavilán, que insiste en que ambas situaciones no pueden compararse de forma directa, entre otros motivos, porque por aquel entonces las familias estaban mucho más endeudadas y tenían una composición diversa de los activos.