El sector bancario español es, sobre todo desde la crisis de 2008, uno de los que siempre está en el punto de mira. Desde el pasado 12 de julio, los bancos han protagonizado muchas de las noticias estivales. En el debate del estado de la nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un impuesto para los bancos con el que pretende recaudar 3.000 millones de euros en dos años y gravará un 4,8% de los ingresos por intereses y las comisiones netas de las entidades que ingresen más de 800 millones de euros en España.

La gran banca española (los seis bancos que cotizan en bolsa) pagó 1.486 millones de euros en impuestos sobre beneficios en el primer semestre del año, según los resultados de cada entidad financiera. De hecho, los representantes de cada uno de los bancos han mostrado su disconformidad con la propuesta del Gobierno asegurando que ya pagan muchos impuestos e incluso María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter, no descartó llegar hasta los tribunales.

CaixaBank es el banco que más impuestos sobre beneficio ha registrado esta primera mitad del año, 547 millones de euros. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, definió la medida de equivocada y errónea: “Es un impuesto injusto, distorsionador y contraproducente”. Por su parte, BBVA pagó 403 millones de euros en impuestos en España. El consejero delegado de la entidad, Onur Genç, apuntó que este impuesto “no es bueno para España” ya que lleva a menos inversión y a menos crecimiento.

Por su parte, Banco Santander, con alta presencia en otros países, abonó en España 242 millones de euros en concepto de impuestos sobre beneficios hasta junio según su cuenta de resultados. José Antonio Álvarez, consejero delegado de la entidad, considera que el impuesto anunciado por el Gobierno no es oportuno y aseguró que con ello no se combatirá la inflación.

Banco Sabadell pagó en España 130 millones de euros en impuestos. Sobre el nuevo gravamen, César González Bueno, consejero delegado del banco, explicó que afectará a los pequeños ahorradores. Por su parte, los impuestos sobre el beneficio que pagó Bankinter fueron de 103 millones de euros hasta junio de este año. Dancausa se mostró clara con su opinión: “Nos parece absolutamente injusto, valoraremos todas las opciones antes de tener que asumirlo. Si tenemos resquicios para no hacerlo porque nos asiste el Derecho, lo pelearemos”. Finalmente, Unicaja abonó 61 millones de euros en concepto de impuestos sobre beneficios hasta junio de 2022.

El Gobierno anunció un nuevo impuesto para los bancos que gravará con un 4,8% los ingresos por intereses y comisiones

Chiara Romano, directora asociada del equipo de instituciones financieras de Scope (agencia de calificación), explica que los impuestos podrían erosionar los beneficios de la revalorización. Así, apunta que la banca española ha presentado unos sólidos resultados en el segundo trimestre. “El margen de intereses fue positivo y la mayoría de los bancos confirmaron o mejoraron sus previsiones para 2022”, señala.

Todos los bancos españoles de nuestra muestra estarían sujetos al impuesto bancario que se está debatiendo en el Parlamento español: "Si se implementa como se prevé actualmente, como un impuesto temporal del 4,8% recaudado en 2022 y 2023 sobre los ingresos netos de intereses y comisiones nacionales de 2021, erosionaría considerablemente los beneficios de 2023 de las subidas de tipos", advierte Romano.

El sector ha hecho su cálculo y la suma de las estimaciones de las cinco grandes entidades (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter y Banco Sabadell) es de 1.205 millones de euros, por debajo de la estimación del Ejecutivo de Pedro Sánchez. No obstante, si se añade a Unicaja, que sería la siguiente gran entidad, la recaudación ascendería a 1.259 millones de euros, por su impacto de 54 millones. Las estimaciones las han realizado Banco Santander, BBVA y CaixaBank. Por otro lado, los cálculos de Bankinter, Banco Sabadell y Unicaja están hechos por Morgan Stanley.