El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha corregido sus propias cifras y ahora cree que el producto interior bruto español creció un 5,5% en 2021, cuatro décimas más de lo que pensaba en marzo (5,1%). El cambio se produce poco después del cambio en su liderazgo: el Gobierno nombró a Elena Manzanera nueva presidenta tras la dimisión de Juan Manuel Rodríguez Poo, en medio de acusaciones de injerencias por parte del Ejecutivo.

La dimisión de Poo se entendió como una manera de evitar su destitución en un momento de fuertes disputas con el Ministerio de Nadia Calviño, que veía necesaria una revisión al alza del PIB del pasado año, algo que descartaban desde Estadística. La intención del Gobierno en ese momento fue nombrar como nuevo presidente del INE al entonces secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, pero el cambio no llegó a fraguarse.

El INE también ha revisado el PIB de 2020, pero a la baja. Estima que la economía española cayó un 11,3%, cinco décimas más del 10,8% que inicialmente se había calculado. Según han explicado desde Estadística, la revisión al alza del PIB de 2021 tiene que ver con una mayor aportación de la demanda nacional (5,2%, frente a 4,7%), derivada de un mayor consumo de los hogares que el que se había estimado en un principio, y una menor contribución de la demanda externa (0,3%, frente a 0,5%).

Dentro de la demanda nacional, el instituto ha elevado el gasto interanual en consumo final desde el 4,2% al 5,1% y ha revisado a la baja el crecimiento de la inversión, desde el 6,8% al 5,9%. El consumo de los hogares se ha revisado al alza en 1,4 puntos, hasta mostrar un crecimiento del 6%, mientras que el gasto público avanzó menos de lo estimado: creció un 2,9%, frente al 3,1% anticipado previamente.