Arabia Saudí, el mayor productor de petróleo del mundo, quiere cambiar de rumbo. El reino, dirigido "de facto" por su príncipe heredero Mohamed bin Salman, ha lanzado esta semana una ambiciosa estrategia nacional para captar inversiones en los sectores de la tecnología o las exportaciones.
"La gran capacidad humana y material del Reino, su privilegiada ubicación geográfica y la abundancia de recursos naturales que tiene son los principales elementos sobre los cuales se basa la estrategia nacional", explica Bin Salman, que actúa además como primer ministro del país y presidente del Consejo de Asuntos Económicos y de Desarrollo.
A su juicio, se trata de lograr "la diversificación de la economía y duplicar su aportación al PIB para convertir a Arabia Saudí en un eje de inversiones en este sector tan vital e importante".
La iniciativa, que contempla una docena de subsectores, tratará de identificar más de 800 oportunidades de inversión que están valoradas en 1 billón de riales saudí (unos 227.000 millones de euros). Según Riad, la estrategia nacional se ha fijado como objetivo la obtención de resultados económicos para el 2030, en el marco del Visión Saudí 2030 lanzado por el príncipe heredero.
Entre otros objetivos, busca duplicar el PIB industrial y el valor de las exportaciones industriales desde 254.000 millones de riales en 2022 hasta los 557 000 millones en 2030, y reducir en más de un 80% el déficit de la balanza comercial industrial. Se prevé, además, que la estrategia nacional de la industria atraiga inversiones por un valor total de 1,4 billones de riales, y multiplicará por diez el porcentaje de las de exportaciones de productos de tecnología punta desde el 0,6 % de 2020. Por otra parte, se crearán decenas de miles de puestos de trabajo de alto valor.
Riad busca poner en valor su privilegiada ubicación geográfica, la abundancia de recursos naturales y energéticos, la capacidad de sus recursos humanos, su poder adquisitivo y la estabilidad de sus políticas monetarias. Al invertir en nuevas tecnologías, el país espera situarse en una posición de liderazgo en una serie de materias primas selectas, aprovechando la solidez de la economía saudí para promover la integración regional de las cadenas de valor.
Aunque el número de fábricas del país alcanzó la cifra de 7.206 en un período de 42 años (entre 1975 y 2016), esta cifra se ha visto incrementada en un 50 %, alcanzando las 10 640 instalaciones industriales en 2022. Está previsto que la nueva estrategia genere oportunidades de inversión únicas. El objetivo final es aumentar en un 350 % la cantidad de fábricas, hasta llegar a las 36.000 en 2035.
Arabia Saudí es el cuarto mayor fabricante mundial de productos petroquímicos, que proporciona sus productos a las cadenas de suministro y fabricación globales involucradas en la producción de numerosas industrias.
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