El Gobierno aprobó este martes en Consejo de Ministros un nuevo Código de Buenas Prácticas para ayudar a las familias con hipotecas que se vayan a ver afectadas por la subida del euríbor. Según sus cálculos, las medidas beneficiarán a un millón de hogares hipotecados, que solo representan al 17,5% del total de las hipotecas que existen en España. Según datos de junio de 2022 de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), en el país hay 5,7 millones de hipotecas. El 70,5% de ellas son a tipo variable y el 29,5% a tipo fijo, es decir, actualmente hay 3,7 millones de hipotecas vinculadas al euríbor y 2 millones a tipo fijo.
A partir del 1 de enero de 2023, fecha en la que se pondrán en marcha estas medidas, habrá dos Códigos de Buenas Prácticas. Uno de hogares vulnerables vigente desde 2012, pero que se ha mejorado, y otro para lo que el Gobierno ha denominado clase media. Además, habrá otras medidas a las que podrán acceder cualquier hipotecado. En el primer caso, los clientes vulnerables tendrán que tener una renta inferior a 25.200 euros anuales y que dediquen el 50% de su renta mensual a pagar la hipoteca. Además, el acuerdo entre Ejecutivo y patronales ha ampliado el rango y permitirá que las familias que no cumplan con el criterio del incremento de un 50% del esfuerzo hipotecario puedan acogerse a estas medidas, con una carencia de dos años, un tipo de interés menor durante el tiempo de carencia y una extensión del plazo de hasta siete años.
El Ejecutivo estima que 300.000 hogares podrían estar en esta situación y las medidas de alivio que contempla el código son la reestructuración del préstamo hipotecario con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de cinco años (euríbor -0,1% frente al euríbor +0,25% actual). También se amplía a dos años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda y se contempla la posibilidad de una segunda reestructuración.
En segundo lugar, el pacto incluye un nuevo Código para las clases medias en riesgo de vulnerabilidad por el incremento de la cuota hipotecaria. Esta medida, que estará vigente durante dos años y podrán acogerse a ella los hogares con renta inferior a tres veces y media el IPREM, es decir, 29.400 euros anuales con hipotecas que se hayan formalizado antes del 31 de diciembre de 2022. También deberán cumplir el requisito de que la carga hipotecaria represente más del 30% de su renta y que la cuota haya aumentado al menos el 20% por la subida de tipos de interés.
En este caso, hay unos 700.000 hogares en esta situación. Para ellos, los bancos que se adhieran al nuevo Código deberán ofrecerles la posibilidad de congelar la cuota durante 12 meses, un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y un alargamiento del plazo del préstamo de hasta siete años.
Esta ampliación del Código de Buenas Prácticas es, tal y como han explicado desde el Gobierno, para poder llegar a la clase media. Sin embargo, según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogidos por Fedea, la renta media de los hogares que tiene hipoteca viva es de 44.939 euros al año. Una cifra muy por encima de la ‘clase media’ que han definido desde el Ejecutivo.
La renta media de los hogares que tiene hipoteca viva es de 44.939 euros al año
El sector coincide en que los afectados por la subida de tipos no son muchos y que por ahora no se está viendo alarma entre los hipotecados. No obstante, reconocen que en los próximos meses se empezará a ver. La principal razón de que no haya preocupación es que en los últimos 5-6 años el 70% de las hipotecas que se han constituido son a tipo fijo, que no están vinculadas al euríbor. Y las hipotecas vivas a tipo variable ya tienen mucha cantidad del préstamo amortizada, por lo que pagan menos intereses.
La subida de tipos también afectará a las familias y hogares que estén por encima de los 29.400 euros marcados por el Gobierno, ya que verán cómo su cuota hipotecaria aumente desde el momento que le toque revisión. Jorge Onrubia, profesor de Economía de la Universidad Complutense e investigador de Fedea, considera que poner un límite de renta “no es la mejor opción”, ya que considera que habría que analizar cada caso y ver cómo afecta a cada uno de los clientes.
“Seguramente haya instrumentos más finos para llegar a más clientes afectados”, asegura Onrubia. No obstante, reconoce que unas medidas generales para los hogares más vulnerables o con las rentas más bajas y en determinadas circunstancias son necesarias, pero matiza que a esas personas no se las va a encontrar con una vivienda en propiedad.
Además de la renta, la vivienda de los hipotecados que se puedan beneficiar no debe superar los 300.000 euros. Un límite que afecta a los hipotecados en las grandes ciudades, donde una vivienda puede superar ese precio sin problema. Sin embargo, beneficia a aquellos que vivan en ciudades más pequeñas donde el precio medio de la vivienda es más bajo. Actualmente, el precio medio de la vivienda en España está en los 249.000 euros.
Por otro lado, el Código de Buenas Prácticas aprobado por Consejo de Ministros también incluye un paquete de otras medidas de alivio complementarias que se aplicarán a los clientes sin necesidad de cumplir requisitos concretos, es decir, sin límite de renta. Se reducen los gastos y se eliminan en 2023 las comisiones para facilitar el cambio de hipoteca de tipo variable a tipo fijo. Asimismo, durante el próximo año se suprimirán las comisiones para la amortización anticipada del préstamo hipotecario.
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