La industria láctea da la voz de alerta. El incremento de los costes de producción amenaza con provocar cierres de empresas y explotaciones si los márgenes siguen estrechándose como consecuencia de los sobrecostes generados por la subida de la energía y las materias primas.

El director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL), Luis Calabozo, ha asegurado este martes que el aumento del precio de la leche en origen (precio pagado por la industria al ganadero), y de sus propios costes de producción no se ha trasladado en la misma medida a la distribución.

La industria láctea está sufriendo especialmente la subida en el precio del gas y de la electricidad, ya que es un sector intensivo en consumo de energía. Y a ello hay que sumar que los ganaderos les están trasladando la subida del coste de las materias primas que utilizan.

Según los datos facilitados por la federación, el precio de la leche en origen ha aumentado un 45% en lo que va de año y se espera que acabe el ejercicio en un valor superior. Por contra, precio de venta al público de la leche líquida ha registrado un incremento de solo un 25%. En la marca de distribución, la media por brik de leche es 0,80 euros y de 0,97 euros entre las marcas de fabricante.

Según Calabozo, la industria transformadora mantiene su compromiso retributivo con los productores primarios. "Desde la entrada en vigor de la Ley de la cadena alimentaria, no consta que se haya registrado una sola denuncia por parte de los ganaderos", ha remarcado.

Desde Fenil reclaman "una retribución justa para todos los eslabones de la cadena alimentaria, que permita evitar el cierre de empresas, la destrucción del empleo y la desaparición de granjas de vacuno, ovino y caprino de leche". En este sentido, reconocen que ya hay procesos de ERTE y ERE en algunas compañías, especialmente del sector quesero.

Por eso, Calabozo ha reclamado que se proteja también a la industria transformadora. "Para ello, es necesario que la leche deje de usarse como producto de atracción de consumidores por parte de ciertas cadenas de distribución", ha enfatizado refiriéndose a la tradicional práctica de muchas cadenas de usar la leche y otros lácteos como producto reclamo. En este sentido, ha dicho que una subida de 10 céntimos por litro supone un sobrecoste de apenas 26 euros al año para una familia media española.

Además, Calabozo ha asegurado la industria láctea tiene un firme compromiso con las más de 30.000 personas que, de forma directa, trabajan en un sector compuesto en un 99% por pequeñas y medianas empresas (pymes) y con especial presencia en la España rural. A principios de año firmaron un convenio colectivo con las principales organizaciones sindicales que recoge una subida salarial anual ligada a la evolución del IPC hasta diciembre de 2024.