Las pensiones subirán un 8,46% a partir del 1 de enero, de acuerdo con la inflación media de los últimos 12 meses. Tras conocerse este martes el dato adelantado del índice de precios al consumo (IPC) de este mes de noviembre (6,8%), es posible calcular cuánto aumentarán estas prestaciones el próximo año con respecto a este, tal y como se incorporó en la reforma de las pensiones.

La citada ley, que el Congreso de los Diputados aprobó hace ya un año, recogía que las pensiones debían actualizarse cada enero de forma automática con la inflación media de doce meses, de diciembre a noviembre. En la ley de Presupuestos Generales del Estado de 2023, el Gobierno ya previó que tendría que revalorizar estas prestaciones en torno a un 8,5% para los alrededor de 10 millones de jubilados que hay en el país.

Esta será, así, la segunda vez que se aplicará la nueva fórmula de revalorización de las pensiones que acordaron el Gobierno y los sindicatos UGT y CCOO y las organizaciones de empresarios CEOE y Cepyme, aunque desde el Ministerio de Escrivá nunca esperaron que alcanzase tal nivel. La cifra podría cambiar aún unas décimas, puesto que no será hasta mediados de mes que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirme el dato definitivo del IPC de noviembre.

Pero quede como quede sin duda supondrá aumentar las pensiones cerca del triple de lo que se incrementaron el pasado año, cuando la inflación media quedó en el 3,1%. En aquel momento, esa subida se consideró excepcional, pero la crisis energética y de cuellos de botella acrecentada por la guerra en Ucrania ha disparado los precios de forma inesperada hace un año.

Por su parte, las pensiones mínimas y no contributivas, que no están ligadas a la inflación, aumentarán más: un 15%, según pactó el Gobierno con EH Bildu. Con el cambio, que se apreciará en la nómina de enero, la cuantía mínima íntegra quedará en los 525 euros mensuales.

El IPC sube un 6,8% en noviembre, 0,5 puntos menos que en octubre

Según los datos avanzados del INE, el índice de precios al consumo subió un 6,8% en noviembre, en línea con lo previsto por analistas y expertos. Es decir, que los precios de la cesta de la compra media de un español este mes son un 6,8% más caros que en noviembre del año pasado. Es la cifra más baja registrada desde enero (6,1%) y el cuarto mes en el que la tasa interanual se relaja.

Sin tener en cuenta el precio de la energía y los alimentos no elaborados, que se consideran más volátiles (IPC subyacente), los precios se han incrementado un 6,3%, tan solo cinco décimas por debajo de la tasa general y una décima por encima del dato del mes anterior (6,2%).

"El alza de los precios vuelve a desacelerarse en noviembre por cuarto mes consecutivo, por lo que continúa la tendencia hacia la moderación iniciada este verano", han aplaudido el dato desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. "La inflación se ha reducido cuatro puntos en los últimos cuatro meses, lo que sitúa a España como uno de los países con una disminución más rápida e intensa de la Unión Europea".

Los precios han subido algo menos que en octubre gracias a la bajada de los carburantes y de la electricidad, que en noviembre del año pasado subieron más. A la vez, el vestido y el calzado ha subido de precio menos que en 2021. Con respecto al mes anterior, los precios han caído un 0,1%, según los mismos datos adelantados del INE.

En esta ocasión, al tratarse de un indicador adelantado y no confirmado, Estadística no proporciona más información sobre los grupos y subgrupos de precios que han llevado al IPC a relajarse, o que han impulsado la inflación subyacente. El INE publicará los datos definitivos del IPC de noviembre el próximo 14 de diciembre.