Los trabajadores de las antiguas cajas llevan ocho meses reivindicando la apertura de la mesa de negociación. Este miércoles CECA (la asociación de las antiguas cajas de ahorro) ha convocado a los cuatro sindicatos inicialmente legitimados para negociar (FINE, CCOO, UGT y la Confederación Intersindical de Crédito) a retomar las negociaciones. Los empleados piden subidas salariales y mejoras en sus préstamos, entre otras reivindicaciones. Por el momento no se esperan grandes movimientos de este encuentro, pero se muestran esperanzados.

Fuentes de Fine, el sindicato mayoritario en las cajas de ahorro, señalan que en la reunión lucharán para que “cualquier modificación al alza de las retribuciones tenga carácter inmediato, con el fin de atenuar la presión que la inflación está ejerciendo sobre los salarios de los trabajadores del sector”.

Con todo esto, los representantes de los trabajadores piden la apertura del Observatorio Sectorial, es decir, la modificación del convenio laboral que estará vigente hasta finales de 2023. En este acuerdo, la subida salarial fijada es del 1% para este último año, pero los sindicatos aseguran que no es suficiente, ya que la inflación cerró 2022 con una subida del 5,7%.

Por ello, los trabajadores exigen “incrementos salariales reales, revisables y consolidables (es decir que aunque cambie la situación laboral de la persona se mantenga)”. Para que esto sea efectivo, desde FINE apuntan a que esto tiene que pasar “inexcusablemente” por la no absorción, compensación, ni adecuación progresiva de los mismos”. Pero los sindicatos van más allá de las subidas salariales, ya que piden revisión de las dietas y del kilometraje.

En estos meses, los representantes de los trabajadores solicitan a las entidades que integran CECA (CaixaBank, Unicaja Banco, Abanca, Ibercaja, entre otras) que se inicien las negociaciones con los sindicatos sobre préstamos a tipo fijo para las plantillas. “El objetivo es mitigar la grave presión que los tipos de interés están teniendo en nuestros préstamos”, señalan desde FINE. Una situación, tal y como denuncian desde el sindicato mayoritario, junto al extraordinario incremento del IPC “están provocando una situación insostenible para muchos”.

Los sindicatos se enfrentan a esta reunión con cautela después de llevar desde mayo de 2022 reivindicando las mejoras. La conclusión de la reunión dependerá, tal y como apuntan desde la parte de los trabajadores, de la posición de la patronal y de hasta dónde estén dispuestos a avanzar. No obstante, reconocen que es la primera reunión de negociación, por lo que “hay que tantear primero y verlo sobre la marcha”.

En conclusión, la idea es mejorar las condiciones salariales de las plantillas que amortigüen la pérdida de poder adquisitivo derivado de la subida del IPC y de la subida de los tipos de interés.

Los sindicatos confían en llegar a un acuerdo más pronto que tarde como ya lo hicieron con la Asociación Española de la Banca (AEB). El pasado 29 de noviembre, la AEB y CCOO y UGT (sin el acuerdo de FINE) modificaron el convenio laboral que tenían firmado hasta el 31 de diciembre de este año. De esta manera, se acordó un incremento salarial del 4,5% para 2023, frente al 1,25% previsto en el convenio colectivo.

«Esta medida se adopta en función al IPC conocido, tal y como se consensuó en el Observatorio Sectorial», señalaron desde los sindicatos mayoritarios. Sin embargo, desde FINE, el otro sindicato con representación en la mesa, han explicado que no han firmado porque solo modifica en un 3,25% lo que estaba ya acordado y «no va a llegar a la mayoría de la plantilla, dado el carácter absorbible sobre cualquier complemento regulado en las entidades».

La reunión llega antes de las movilizaciones

FINE, CCOO y UGT han convocado movilizaciones, que todavía siguen en pie, en las sedes de CaixaBank, Unicaja, Ibercaja y Abanca coincidiendo con la presentación de los resultados para que la patronal convocará la mesa de negociación, ya que señalaban que CECA se negaba a reabrir la Mesa del Convenio.

En la última reunión del Observatorio Sectorial, el pasado 20 de octubre, la patronal manifestó “no estar de acuerdo con el análisis de la realidad sectorial” que presentaron los sindicatos, y pidió tiempo para despejar incertidumbres. Los sindicatos consideran que tres meses después las plantillas “necesitan ya una respuesta contundente”. Además, lamentan esta situación ante “los resultados históricos que van a presentar las entidades, así como el fuerte incremento del pago de dividendos anunciado”.