La rebaja del IVA de los alimentos solo permitirá ahorrar unos 40 euros de media por familia. En total y durante los seis meses que en principio estará en vigor la medida, los hogares no llegarán a aliviar ni diez euros al mes sus gastos, según cálculos elaborados por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y publicados en un informe publicado este lunes. Y, además, la ayuda está beneficiando sobre todo a los hogares más ricos, por lo que el centro de estudios urge al Gobierno a sustituir esta rebaja por ayudas directas para las personas con menores ingresos.

El análisis de Fedea estima que el precio de la rebaja del IVA en el súper será de 700 millones de euros. Es el coste fiscal que tendrá para las arcas del Estado lo que dejará de ingresar por el impuesto sobre el valor añadido (IVA) en los primeros seis meses de este año, puesto que desde enero y hasta final de junio los alimentos de primera necesidad (aquellos que ya tenían un IVA superreducido, del 4%) no lo llevan, mientras que el IVA de los aceites y las pastas ha bajado del 10% al 5%.

Lo que también lamentan los economistas al frente del boletín es que solo el 30% de ese coste fiscal llegará al 40% de la población que tiene menor renta. Esto sucede sobre todo porque los hogares con más recursos pueden permitirse consumir más, y no disminuir su gasto durante este periodo de fuerte inflación, mientras que los más pobres han recortado el presupuesto de su cesta de la compra.

Ayudas directas serían más eficaces

En ese sentido, en Fedea insiste en una idea que ya viene siendo común en los informes de previsiones macroeconómicos de las diferentes instituciones que se dedican a este tipo de análisis: la ayuda sería más efectiva si se centrase en los hogares que verdaderamente la necesitan, puesto que podría destinarse una mayor cantidad del mismo coste fiscal a las rentas más bajas, dejando de lado a los sectores de la población que no necesitan un alivio en sus facturas, por encontrarse en una posición económica desahogada.

"Si sustituyéramos la rebaja del IVA [de los alimentos básicos] por ayudas directas concentradas en el 40% de los hogares con menores ingresos, el coste de la medida se reduciría a un tercio del actual o, alternativamente, podríamos multiplicar por tres la ayuda media por hogar beneficiario con el mismo coste agregado", recoge Ángel de la Fuente, autor del boletín titulado Situación económica y respuesta a la crisis de Ucrania, que forma parte de los Estudios de la economía española que elabora periódicamente Fedea.

Por eso mismo, el economista aplaude la decisión del Gobierno de no prorrogar el descuento de 20 céntimos por litro de combustible, una medida asimismo generalizada para toda la población, y que se ha sustituido por otras más específicas para sectores especialmente afectados como el transporte, la agricultura o la pesca, así como una ayuda directa de 200 euros para personas con renta baja, que se podrá solicitar desde este miércoles, con un coste total estimado de 10.000 millones de euros.

En el caso del descuento a los combustibles, no prorrogar la decisión, además de ahorrar recursos públicos, potenciará el ahorro energético, puesto que llevará a que los hogares traten de gastar menos en gasolina y gasoil al percibir en sus bolsillos los altos precios. Esa es la misma lógica que desde Fedea buscan que impere con la rebaja del IVA de los alimentos básicos y también con la rebaja de los impuestos sobre la energía. "Deberían sustituirse por ayudas directas y selectivas", insisten.

Un nuevo sistema de envío de las ayudas

Habitualmente, cuando el Gobierno aprueba ayudas directas a colectivos vulnerables, estas no terminan de llegar a los colectivos objetivo. En ocasiones, por la desconfianza de los mismos al Estado; en otras, por falta de información y de conocimiento de su existencia, así como por trabas burocráticas que dificultan que una persona de bajos recursos consiga siquiera solicitarlas. Es el caso de lo que ha sucedido con el ingreso mínimo vital, que ahora Seguridad Social trata de incentivar para conseguir que llegue a un mayor número de hogares.

Para evitar este tipo de problemas en las ayudas para combatir esta crisis inflacionaria, en Fedea proponen crear un sistema específico que facilite esta misión, ya sea enviando los fondos a sus destinatarios o ejecutando los descuentos a través de la declaración de la renta. "Sería necesario invertir en un sistema que permita realizar con rapidez envíos de fondos, vía transferencia o menores retenciones del IRPF, a colectivos determinados de acuerdo con condiciones objetivas, como nivel de renta y el tamaño del hogar, sin necesidad de que las personas elegibles tengan que realizar una solicitud expresa, lo que retrasa la llegada de las ayudas y tiende a dejar sin ellas a muchos de los que más las necesitan", piden.