Incertidumbre y volatilidad. Esas son las dos principales conclusiones que sacó el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, en la rueda de prensa posterior a los resultados anuales pertenecientes a 2022, en los que obtuvo beneficios históricos debido a la actividad comercial y a la venta de gas.
El precio del gas se ha convertido en una de las grandes preocupaciones para todas las economías mundiales después del conflicto que se desarrolla en Ucrania. Rusia, que era uno de los principales exportadores a Europa, decidió cerrar el grifo, tensionando los precios puesto que Alemania, Holanda y el resto de países centroeuropeos se nutrían del Kremlin energéticamente hablando.
A pesar de que el precio del gas ha bajado en los últimos meses, debido a que el invierno ha sido más suave de lo esperado. Las perspectivas a corto plazo, de hecho, son optimistas. Los precios futuros del gas para todo 2023 caen en el primer mes del año un 23% y un 17% para 2024 se reduce en un 17%. El megavatio de gas para el resto del año marca los 55,23 euros y 60,21 euros para el siguiente. "La baja demanda sostenida y la elevada oferta de gas natural licuado (GNL) están lastrando los precios del gas a medida que avanza la temporada de calefacción en Europa (del 1 de noviembre al 30 de abril) y las reservas se encuentran, pese al corte de suministro ruso, al 72% de su capacidad.
Pero no hay que dejarse llevar por la euforia. A partir de mayo, los países de Europa comenzarán a rellenar los depósitos de gas para tener reservas suficientes para el siguiente invierno. Esto supondrá que el precio del megavatio a la hora vuelva a tensarse salvo que Europa llegue a un acuerdo de compras conjuntas, algo que de momento no parece que vaya a suceder.
En noviembre la Comisión Europea presentó un nuevo paquete de medidas de emergencia ante la subida de los precios de la energía y que incluía la plataforma de compra centralizada de gas para mejorar la capacidad de negociación de la Unión Europea. Pero todo quedó en un documento y, por ahora, no hay nada concreto para que así suceda.
Reynés también habló del despertar de China como posible variable para que el gas vuelva a subir. “China ha vivido un confinamiento extraordinariamente largo y su actividad se ha visto resentida. Desde hace escasas semanas empieza a recobrar vida y, todo hace indicar, que volverán a demandar gas natural a gran escala”, remarcó.
No podemos olvidar que China es una de las grandes potencias económicas e industriales y que, progresivamente, está dejando atrás la utilización de carbón y necesita de una materia prima alternativa para salir adelante. Y esa es, precisamente, el gas natural. El gigante asiático es el segundo mercado más importante importador, solo por detrás de toda la Unión Europea, con un 13% del peso mundial.
De acuerdo a las últimas cifras oficiales, China ha pasado de consumir 4.480 Twh a principios de los 2000 hasta los 14.325 Twh a la hora en 2021, triplicando el consumo en apenas 20 años. Además, fuentes del sector energético apuntan que los compradores asiáticos son “buenos clientes” y que “no suelen ofrecer resistencia a pagar por el precio que se pide, a diferencia de Europa y el resto de Occidente”.
Por último, Franciso Reynés apuntó que Rusia “ni está ni se le espera” por lo que contar con uno de los mayores proveedores de Europa será complicado este año, tal y como sucedió durante 2022.
Argelia, de fondo
Otro de los temas a tratar, como no podía ser de otra manera, es el del gas argelino. Naturgy tendrá que revisar sus precios con Sonatrach para este año y para el que viene, pero esperan que se alcance un acuerdo a un precio “razonable”.
"Fuimos capaces de cerrar acuerdos razonables con Sonatrach el año pasado y esperamos lo mismo en 2023", dijo respecto al acuerdo sellado en octubre del año pasado entre ambas partes sobre el precio del gas natural para 2022.
Reynés declaró que Naturgy compra a esta compañía argelina aproximadamente 5 bcm de gas (5.000 millones de metros cúbicos), es decir, "la mitad de todo el gas que entra en España por gasoducto a España a través del Medgaz".
España y Argelia rompieron relaciones diplomáticas después de que el Gobierno de Pedro Sánchez cambiara su visión sobre el Sáhara. Esta modificación, provocó que Argel tensara la cuerda y pusiera en aprietos las relaciones comerciales entre ambas partes.
Reynés, en este sentido, remarcó la "excelente" relación que existe con esta compañía estatal argelina, porque es por una parte accionista de Naturgy; cliente, socia en el gasoducto Medgaz - el que une Argelia con España a través de la costa andaluza- y al mismo tiempo es una compañía competidora, porque tiene actividad de comercialización mayorista en España.
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