La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ganó 11,73 millones de euros en 2022, un 4,50% menos que en 2021, mientras que el ya exconsejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, percibió una remuneración de 9,57 millones de euros, un 1,57% menos, según recoge la memoria anual remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La retribución de Ana Botín incluye un salario fijo en metálico de 7,22 millones de euros y una retribución en acciones o instrumentos financieros de 2,99 millones de euros. Además, ha recibido 1,08 millones por sistemas de ahorro y 437.000 euros por otros conceptos como seguro de vida y accidentes y complementos de la retribución fija.

De su lado, Álvarez ganó 9,575 millones de euros en su último año como consejero delegado de Santander, un 2% menos que en 2021, con un sueldo fijo en metálico de 5,7 millones de euros y una retribución en acciones o instrumentos financieros de 2,01 millones de euros. Además, ha recibido 811.000 euros a través de sistemas de ahorro y 1,04 millones por otros conceptos.

La entidad señala que tanto la retribución en metálico como en acciones de ambos consejeros ejecutivos incluye importes diferidos del plan de retribución variable diferida y vinculada a objetivos plurianuales de 2018, sujetos a métricas a largo plazo.

El consejo de administración de Banco Santander redujo su retribución total un 5,8% frente a 2021, al sumar 26,683 millones de euros en 2022, frente a los 28,350 millones del ejercicio anterior.

Por último, la remuneración media de la plantilla del banco se situó en 56.262 euros, un 1% más que en 2021, cuando los empleados ganaban de media 55.673 euros.

Banco Santander llevará a la próxima junta la política de remuneraciones de los consejeros para 2023, 2024 y 2025. En este sentido, la información remitida a la CNMV señala que para el periodo no se plantean "cambios materiales" en lo relativo a la remuneración de los consejeros ejecutivos, pero sí ciertas modificaciones en el esquema del bono corporativo.

En concreto, se actualizarán las métricas vinculadas con este bono para incluir indicadores alineados con las prioridades estratégicas dadas a conocer en el Investor Day que ha celebrado hoy el banco. "Se mantiene el foco en clientes (con los clientes activos como métrica principal) y continua el RoTE en el nuevo esquema de bono. Como tercer pilar de las métricas cuantitativas se incluye el capital, para resaltar la importancia que tiene para el grupo la generación de capital", detalla el informe de remuneraciones de 2022.

También se incluye un "multiplicador de comportamiento relativo contra el mercado", que puede reducir o aumentar el resultado de las métricas anteriores en función de la evolución relativa respecto a las entidades líderes en cada mercado de variables clave como margen de intereses sobre activos medios, ratio de eficiencia, coste del riesgo, morosidad, margen de intereses sobre activos medios o margen neto después de provisiones.

"Con este nuevo factor ponderador se busca que los equipos empujen no solo para exceder el presupuesto anual sino también para batir al mercado", explica la entidad.

Otro cambio es la reducción de siete a cuatro de los posibles ajustes a practicar en la valoración cualitativa del bono corporativo a corto plazo, cubriendo aspectos como la gestión de riesgos, cumplimiento, 'network collaboration' y objetivos ESG.

La propuesta de política que se someterá a votación en la próxima junta de accionistas también contempla que la retribución variable de los consejeros ejecutivos en 2023 se abone un 50% en metálico un 50% en instrumentos financieros.