"España está avanzando siguiendo una hoja de ruta y un calendario premeditado. Ya hemos adaptado la legislación y los principios son bien conocidos (…) Independientemente de que se adopte o no formalmente una decisión, España está siguiendo un calendario similar a otros países europeos". Con esas palabras despachaba Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos económicos y Transformación Digital a la pregunta de si el Ejecutivo estaba planeando hacer pública la lista de proveedores que no son seguros en para garantizar la ciberseguridad en nuestro país.

Durante el Mobile World Congress, además de la posibilidad de que las empresas tecnológicas paguen una tasa, se ha hablado ampliamente de la posición de Huawei y de otras empresas chinas en las redes españolas y europeas. Pero lo cierto es que, las empresas de telecomunicaciones que operan en España han preferido no contar con la firma asiática dado que si en un futuro próximo se conforma la lista de empresas que no pueden dar suministro de material de 5G para infraestructuras deberían ser repuestas por otras marcas.

Hace ya algo más de un año que el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto para fijar las normas para garantizar la seguridad de las redes de 5G. En principio, el plazo iba a ser de tres meses para que el Ministerio de Asuntos Económicos comunicasen a las operadoras de telecomunicaciones el listado de empresas que no eran aptas. 9 meses después, aún sigue sin conocerse si Huawei o el resto de firmas asiáticas son aptas para la implementación del 5G en nuestro país.

En ella, se subraya que “no podrán utilizar en la red de acceso de una red pública 5G equipos de telecomunicación, sistemas de transmisión, equipos de conmutación o encaminamiento y demás recursos, que permitan el transporte de señales, hardware, software o servicios auxiliares de suministradores de alto riesgo”. La firma china ha tenido que lidiar con vetos y con amenazas de cierre de fronteras en la Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido desde que se iniciara la guerra comercial, iniciada con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Veto indirecto

Esta situación ha empujado indirectamente a que Telefónica, Orange o Vodafone no hayan firmado acuerdos con Huawei para llegar a acuerdos para el 5G. “Es ilógico contratar a las empresas que pueden estar incluidas en la lista negra y extender la tecnología si luego el Gobierno da a conocer las firmas que no pueden operar en España”, se lamentan fuentes del sector de las telecomunicaciones.

Como ya ha venido contando este periódico durante estos meses, Huawei ofrece una tecnología más inmediata y más económica para las principales empresas del sector de las telecomunicaciones en la extensión del 5G. “Durante años, ha destinado muchos recursos para ser muy eficientes a precios competitivos en materia de desarrollo e investigación del 5G, mientras que Europa y Estados Unidos van muy por detrás de China. Obviamente, esta ventaja competitiva hace que sus proyectos sean mucho más eficientes”, apuntan fuentes del sector de las telecomunicaciones.

No obstante, cabe recordar que las operadoras de telecomunicaciones sí pueden seguir utilizando material de Huawei y de otras empresas en el 4G. Es decir,que sí Moncloa decide vetar a la empresa china, solo será en el 5G.

Huawei luce músculo

En pleno debate de si el Gobierno debe entrar en detalle y publicar la lista definitiva, Huawei se ha presentado a este Mobile World Congress con toda su artillería. La empresa asiática ha copado todo un pabellón de la Fira de Barcelona, siendo la empresa que más metros cuadrados de suelo tiene en todo el MWC.

En concreto, el stand de Huawei tiene una superficie de 7.861 metros cuadrados, dividido en dos zonas. Una interior con diversas salas de reunión, espacios para demostraciones, cafetería y comedor, entre otras cosas, de exactamente 5.865 metros cuadrados, y otra exterior ajardinada que tiene un total de 1.996 metros cuadrados.

Según fuentes conocedoras, el dinero invertido por Huawei durante el Mobile World Congress podría oscilar entre los 9 y 11 millones de euros durante los cuatro días que dura la mayor feria internacional de telecomunicaciones.