La hotelera Meliá elevó en 2022 un 26,2% el precio de sus habitaciones de hoteles vacacionales en España respecto a 2019. La compañía que dirige Gabriel Escarrer logró superar así sus expectativas iniciales mejorando los ingresos en comparación con el último año antes de la pandemia.
La empresa dice haber recuperado ya la mezcla de nacionalidades que se hospedaban en sus establecimientos antes de la pandemia, con un peso del cliente internacional similar. Esto es, según la hotelera balear, un cambio de tendencia con respecto a los trimestres anteriores. Además, destaca que Canarias es la zona donde mejores resultados ha conseguido para su negocio, gracias íntegramente a la mejora de precio medio.
También se mantuvo la tendencia de reservas de 'último minuto' y registró una especial fortaleza la demanda de habitaciones superiores, con una mejora de ingresos por encima del 24% respecto a 2019, según el informe anual remitido el lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que detalla una vuelta al beneficio tras las pérdidas de 2021.
Respecto a las perspectivas para el primer trimestre de 2023, los hoteles vacacionales "presentan resultados muy positivos", agrega la empresa, "gracias a la apuesta por la mejora de la tarifa". Además, durante las últimas Meliá ha registrado un aumento de las reservas anticipadas para el verano de clientes procedentes de Reino Unido, Alemania, aunque también de viajeros españoles.
Para el primer semestre de 2023, la empresa dice esperar resultados muy positivos debido a que se mantiene durante el arranque del año la tendencia de las reservas de último minuto. El archipiélago canario antes mencionado se mantiene como la zona que mejores expectativas a nivel nacional ofrece para la hotelera. Allí se inician los proyectos que permitirán la llegada de la marca Paradisus a Europa. En el archipiélago balear, por su parte, se producirá la apertura del primer hotel bajo la marca ZEL (en alianza con el tenista Rafael Nadal), que marcará "un gran hito" para la compañía durante el presente ejercicio.
Por su parte, en los hoteles urbanos, la empresa dice haber mantenido la tendencia del trimestre anterior, mejorando cómo se comporta el negocio respecto al mismo período de 2019. "Esto ha sido posible gracias al empuje de la tarifa media, y a los segmentos de las OTA y touroperadores, quienes han contribuido a la llegada de clientes internacionales", detalla la compañía.
En este sentido, dice tener previsiones "positivas" para este tipo de establecimientos y mantener la tendencia de aumento en precios a doble dígito, aunque con niveles de ocupación algo por debajo del último año antes de la llegada del Covid-19. A nivel general, la empresa mantiene un "prudente optimismo" para este curso.
En cuanto al segmento de los viajes corporativos, Meliá detecta ya una estabilización del mercado, mientras que en sector del Mice (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones) aún no parece haber recuperado los niveles de antes de la pandemia. Principalmente en capitales como Madrid y Barcelona, frente a casos positivos como el de Palma de Mallorca.
Ambos segmentos muestran indicadores de recuperación en varias regiones donde opera la empresa, "lo cual es indicativo de una demanda sólida a pesar del temor a una posible recesión económica en 2023". La cadena hotelera dice tener todavía una visibilidad limitada, pero "las reservas en libros muestran una tendencia positiva y son superiores a las registradas en la misma fecha para los ejercicios 2019 y 2022". A ello hay que añadir las perspectivas de recuperación del tráfico aéreo y la buena marcha de las reservas por parte de las empresas de turoperación.
Regreso al beneficio
La compañía balear ganó 110,7 millones de euros en 2022, lo que le permitió dejar atrás los números rojos de 2021, en los que se anotó 192,9 millones de pérdidas. La cifra está solo un 1,3% por debajo de los 121,7 millones de euros de 2019. El ebitda del grupo hotelero alcanzó los 430,8 millones, superior en un 243,2 % al de 2021.
En cuanto a los ingresos, estos llegaron a 1.692 millones, lo que representó un subida del 87,5% frente al año anterior y casi alcanzan el nivel previo al Covid, apenas un 6% por debajo. Por su parte, la deuda neta se situó en 2.673 millones, lo que supuso una disminución de 180,2 millones durante el ejercicio.
Respecto a los indicadores del negocio a nivel global, el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) estuvo un 5,4% por encima del de 2019, impulsado por el precio medio de la habitación, que se elevó un 21%. Por su parte, la ocupación se fue recuperando y se situó en un 12,9% por debajo de la registrada en el último año antes de la pandemia.
En cuanto a su expansión, el grupo firmó en 2022 un total de 33 nuevos hoteles, lo que supuso añadir 8.200 nuevas habitaciones. También abrió otros 33 hoteles, 16 de ellos en Asia, 3 en España, 10 en el resto de Europa, y 4 en América. Este año Meliá tiene previsto abrir un mínimo de 30 hoteles en 14 países de Europa, Asia, América, África y Oriente Medio. Para ello priorizará las fórmulas poco intensivas en capital, fundamentalmente contratos de gestión y franquicia, que representan más del 99% de las aperturas previstas para este año.
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