El Gobierno tiene claro que con la última parte de la reforma de las pensiones, salen las cuentas. Que el conjunto de medidas que prevé sacar adelante en los próximos días con el apoyo de los sindicatos y de sus socios parlamentarios es suficiente para compensar el gran aumento del gasto que supondrá durante los próximos años haber ligado las pensiones al IPC, así como la jubilación de la generación del baby boom.
Pero los economistas de importantes casas de análisis como Fedea y BBVA Research no opinan lo mismo. Según cálculos preliminares que ambos centros de estudios han llevado a cabo -preliminares porque la segunda parte de la reforma de las pensiones aún no ha sido aprobada, aunque sí se conocen sus líneas generales-, el aumento de los ingresos que prevé el ministro Escrivá no cubrirá ni siquiera la mitad del incremento del gasto que España tendrá que afrontar durante los próximos años.
Así lo han afirmado desde ambos centros tras conocer el planteamiento acordado en el seno del Gobierno y que Seguridad Social ha propuesto a los agentes sociales. Además, para BBVA Research la reforma previsiblemente tendrá efectos negativos en el empleo y en la inversión de las empresas, ya que aumenta los impuestos sobre el trabajo. Para Fedea, que ha elaborado un informe al respecto, las medidas condenan al sistema a un déficit alto y deja poco margen a otras prioridades.
La reforma que el Gobierno ha puesto encima de la mesa a sindicatos y empresarios está basada en el aumento de los ingresos vía cotizaciones. En lugar de recortar las pensiones, planea recaudar más para sostener el incremento del gasto que supone tanto la revalorización de estas prestaciones con el IPC, que ya es ley, como la pronta jubilación del baby boom, la generación más numerosa de la historia de España. ¿Cómo? Según trasladó el Gobierno el viernes, por tres vías: aumentando las cuotas que pagan a la Seguridad Social todos los trabajadores, ampliando el límite que ahora existen para esas cotizaciones y creando una cuota más, "de solidaridad", para los salarios superiores a los 54.000 euros anuales.
Según el Ejecutivo, con estas tres iniciativas más las que ya aprobó en 2021 -que incluían mayores "castigos" a la jubilación anticipada e incentivos a demorar la retirada del mercado laboral, entre otras-, se compensa el aumento del gasto previsto. Sus cuentas son las siguientes: la jubilación de los boomers y la vinculación con el IPC aumentarán el gasto en pensiones del 12% sobre el PIB actual al 15% entre 2045 y 2050, en el pico de estas jubilaciones. Así que hay que compensar tres puntos de PIB.
Con las tres nuevas medidas -más cotizaciones de todos los salarios, aumento del límite de las bases máximas y cuota de solidaridad-, el Gobierno cree que cubrirá 1,2 puntos de estos tres puntos, y que compensará el resto con las que ya aprobó en 2021, todo según aseguran fuentes del Ejecutivo. Está previsto que el ministro José Luis Escrivá explique más en detalle estos números el jueves, cuando comparecerá en el Congreso de los Diputados ante el Pacto de Toledo.
BBVA Research: el gasto aumentará en 3,5 puntos y los ingresos en 1,7
En cambio, las cuentas de BBVA Research son muy diferentes. Por un lado, estima que la reforma implicará un aumento del gasto en pensiones superior a los 3,5 puntos de PIB -acercándose a los cuatro-, medio punto más que lo previsto por el Gobierno. Por otro, cree que los ingresos tan solo aumentarán entre 0,8 puntos y 1,7 puntos de PIB. De este modo, calculan que en el mejor de los casos las cuentas quedarían descompensadas en 1,8 puntos de PIB, mientras que en el peor quedarían 2,7 puntos porcentuales por cubrir.
"La reforma lo que hace es descansar todo el ajuste del sistema de pensiones en un aumento de las cotizaciones", aseguró este martes el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, durante una rueda de prensa para presentar su nuevo informe de previsiones. "Supone aumentar los impuestos sobre el trabajo y esto tiene efectos negativos sobre el empleo y la inversión de las empresas", añadió. Según estos economistas, por cada punto porcentual de PIB de aumento de cotizaciones sociales, se reduce en un punto tanto el PIB como el empleo.
En el mismo sentido se pronunció el director del BBVA Research y economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia, recordando que las medidas se toman en un momento en el que en España ya hay una fuerte carga fiscal sobre el trabajo, por encima de la de otros países europeos y con una tasa de paro por encima de la media europea. "Nos estamos cargando la mochila con algo que no estoy seguro de que esté ajustado ni a la situación del mercado laboral español ni a la estructura que deberíamos tener para atraer al capital humano necesario", apuntó, previendo "una competencia feroz" en el futuro.
Fedea: el gasto subirá al menos en 3,2 puntos y las medidas solo compensarán uno
De su lado, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) estima que de aquí a 2050 el gasto en pensiones aumentará entre en 3,2 y 4,7 puntos de PIB, frente a los 3 que calcula el Gobierno, y eso que no incluye algunos gastos que provocarían las últimas medidas planteadas como la mejora de los complementos de brecha de género. Por la parte de los ingresos, cree que las medidas del Gobierno aportarán alrededor de un punto porcentual de PIB, de manera que como mínimo quedaría la mitad del aumento del gasto por financiar (1,2 puntos, y como máximo, 3,7).
Por medidas, Fedea calcula que el aumento de los límites de las bases máximas de cotización elevará lo recaudado por cotizaciones sociales en solo 0,15 puntos de PIB en 2050, y que la cuota de solidaridad lo aumentará en otros 0,13 puntos. El recargo del mecanismo de equidad intergeneracional -que aumenta las cotizaciones sociales de todos los asalariados- permitirá aportar 0,4 puntos de PIB. En cambio, el aumento del gasto que provocará que los pensionistas puedan descartar los 24 peores meses de su vida laboral si escogen calcular su pensión en base a 29 años entienden que es "difícil de precisar", de la misma manera que sucede con la reforma del sistema de autónomos.
Según el director de Fedea, Ángel de la Fuente, las medidas de ingreso previstas en la última parte de la reforma tendrán un impacto "muy limitado", en parte porque se concentran "en un segmento muy reducido" de la masa salarial. Asimismo, estima que la reforma "condena al componente contributivo del sistema público de pensiones a un déficit básico (antes de transferencias) elevado y rápidamente creciente durante las próximas décadas", lo que exigirá "cuantiosas y crecientes aportaciones de recursos generales que podrían dejar poco margen para otras prioridades".
La Seguridad Social ya presentaba en 2019 un déficit del 1,3% del PIB, que en principio se elevaría hasta el 2% en 2050 de forma natural, solo por el envejecimiento de la población, y hasta el 3,5% con la revalorización de las pensiones con el IPC que se aprobó el año pasado. Así, incluso aunque la reforma compense las medidas de aumento de gasto con las de ingresos, como prevé el Gobierno, el sistema seguiría presentando un importante déficit que no llegaría a compensarse.
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