Finalmente y tras un fuerte tira y afloja entre Escrivá y Unidas Podemos, la reforma de las pensiones que el Gobierno aprobó este martes aumentará el periodo que se tiene en cuenta para el cálculo de la pensión hasta los 29 años, pudiendo descartar los 24 peores meses. Pero el cambio no llegará de forma inmediata, sino que ese periodo de cómputo se alcanzará de forma progresiva a lo largo de los próximos años, hasta culminar en 2044.
En ese momento, los nuevos pensionistas ya no podrán elegir entre calcular su pensión en base a los 25 últimos años de su carrera -el método vigente en la actualidad- y los 29 últimos descartando los 24 peores meses. Este método "dual", como lo ha bautizado el Gobierno y que se acaba de aprobar, funcionará tan solo durante un periodo transitorio hasta finalmente alargar los años que se tienen en cuenta para obtener qué pensión debe recibir un trabajador al final de su vida laboral.
Cuando comenzó la negociación de esta, la última parte de la reforma de las pensiones, la propuesta del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones era aumentar el periodo de cálculo hasta los 30 años, frente a los 25 actuales, pudiendo el trabajador quedarse con los 28 mejores. Así se lo trasladó a los sindicatos y los empresarios, con los que ha negociado esta reforma, el pasado mes de noviembre. Pero el rechazo que obtuvo de la parte morada de su propio Gobierno le obligó a dar marcha atrás.
"La ampliación del cálculo de la base reguladora a 30 años es un endurecimiento en el acceso a la jubilación que nosotros no podemos compartir, lo hemos dicho en muchísimas ocasiones", afirmó la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, tras conocerse la propuesta de Escrivá. La semana pasada, al anunciarse el acuerdo en el seno del Gobierno sobre pensiones, en Podemos lo han aplaudido en el mismo sentido: "Lo que siempre ha dicho Podemos es posible. Ampliamos derechos a los y las pensionistas garantizando la sostenibilidad del sistema gracias al aumento de ingresos", afirmó la secretaria general de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, en Twitter.
Ahora, sin embargo, Unidas Podemos aplaude haber conseguido convencer al ministro de dar la vuelta a una medida que entendían que reducía la pensión a parte de los futuros pensionistas, aquellos que habían desarrollado carreras más lineales -esto es, que habían visto mejorar sus condiciones laborales conforme avanzaba su vida-. Sin embargo, esa iniciativa se ha aprobado, aunque sea como meta tras un largo periodo de transición y no de forma inmediata, lo que hace a los expertos pensar que la reforma se ha pensado más bien en términos electoralistas que de necesidades del sistema.
Que aumentar el periodo de cálculo de la pensión era algo impopular, porque llevaría a reducir las pensiones de parte de la población -aunque al mismo tiempo mejoraba la de parte de ella, aquellos que contaban con carreras laborales con lagunas, periodos de paro, o con peores empleos al final de la vida laboral- era algo de lo que ya advirtieron los sindicatos y que comprobó la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
UGT y CCOO, de su lado, no mostraron un rechazo frontal ante la propuesta -y finalmente la han firmado-, pero sí insistieron en que para contar su aprobación, la reforma debía contar con los apoyos suficientes en el Congreso, de manera que no se repitiese lo sucedido con la reforma laboral. Y es lo que finalmente ha llevado a alcanzar este punto en común, con el que Escrivá consigue que cálculo se lleve a 29 años, aunque más adelante, y Podemos puede proclamar que ha logrado doblegar al ministro convenciéndolo de que no era permisible reducir las pensiones.
Un periodo transitorio
¿Cómo se llegará exactamente a esos 29 años de periodo de cotización? Según fuentes de la Seguridad Social, se empezará a tomar ese camino en 2026 y hasta 2038 -12 años- el trabajador podrá "escoger" entre que su pensión se calcule en base a los últimos 25 años trabajados o en base a los 29 últimos, descontando los 24 peores meses. El verbo escoger va entre comillas porque realmente será la propia Seguridad Social la que comprobará qué periodo de cómputo resulta más beneficioso para el nuevo pensionista y aplicará el que corresponda, sin necesidad de que el trabajador deba hacer los cálculos, de la misma manera que tampoco tendrá que seleccionar él mismo los 24 peores meses.
Después, en 2038, se podrá elegir entre los 27 mejores años de los últimos 29 o los últimos 25, pero a partir de entonces será progresivo, de manera que en 2041 solo se pueda elegir entre la primera opción o entre los últimos 25 años y seis meses, y en el 2043 se escogerá entre esa primera opción y los últimos 26 años y seis meses. La explicación es que, de este modo, los trabajadores no tendrán un "incentivo masivo" para jubilarse de forma anticipada, como podría suceder si el cambio se produce de forma más brusca, explican desde el Ministerio.
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