Inditex vio cómo la factura del alquiler de sus locales se disparó un 66% durante el ejercicio 2022, hasta los 859 millones de euros. Un año antes, la matriz de Zara, Bershka o Stradivarius aún estaba afectada por limitaciones y, en varios mercados del mundo, sus establecimientos permanecían cerrados o con la actividad menguada. Entonces pagó 519 millones por el concepto de arrendamientos operativos, que afecta a más de 6.500 contratos en todo el mundo.

En 2020, en pleno estallido de la crisis sanitaria, esa partida se redujo a solo 181 millones, tras haber pagado 695 millones en 2019. La mayoría de su parque propio de tiendas está en régimen de arrendamiento, según reconoce la compañía en su informe anual. Entre sus caseros está el propio fundador de la empresa, Amancio Ortega, a través de sus sociedades.

La firma también cuenta determinados contratos de servicios logísticos como arrendamientos, en la medida en que esos contratos otorgan al grupo el acceso exclusivo a las instalaciones logísticas donde se prestan dichos servicios.

Según detalla la firma de moda gallega, algunos de los arrendamientos de locales comerciales del grupo contienen condiciones de pago de renta variable. La empresa cuantifica en 388 millones de euros lo abonado por este motivo frente a los 387 millones de euros de 2021.

No especifica, eso sí, si están contemplados los gastos de alquiler de sus locales en Rusia, donde decidió cesar las operaciones de sus 514 tiendas como consecuencia de la guerra de Ucrania. En el epígrafe de Otros Resultados de la cuenta de pérdidas y ganancias consolidada sí figuran gastos de personal y arrendamientos por importe total de 129 millones de euros.

En materia de alquileres, el grupo detalla que "los contratos son muy heterogéneos entre sí, y las cláusulas pactadas dependen en gran medida del mercado, de la cadena, del arrendador, de la localización concreta, de si son locales de centro comercial o de calle, etc.; dependen, en definitiva, de cada ubicación y arrendador".

La política del Inditex, en todo caso, "consiste en buscar siempre la máxima flexibilidad (por ejemplo con la ausencia de periodos de obligado cumplimiento y penalizaciones, opciones de extensión lo más extensas posibles, pagos variables que dependan del desempeño del activo arrendado, etc..)", añade la empresa.

Por otro lado, el grupo reconoce unos pasivos por arrendamiento a largo plazo de 3.924 millones frente a los 4.262 de 2021; y a corto plazo de 1.517 millones frente a los 1.562 del año anterior. En total, ese pasivo se ha visto reducido de 5.824 a 5.441 millones de euros en 2022.

Pese al crecimiento en el concepto de los arrendamientos, el consejero delegado de la compañía, Óscar García Maceiras, presumió este miércoles de que los gastos de explotación crecieron un 15%, a un ritmo menor que el incremento de las ventas.

En conjunto, los costes operativos han pasado de 8.596 millones de euros a 9.867 millones. "El fuerte control de las operaciones y la implementación de eficiencias ha permitido que el aumento de los gastos operativos se sitúe en el 15%, por debajo del crecimiento de las ventas", indica el informe remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Incluyendo todos los cargos por arrendamientos, los gastos operativos crecieron 5 puntos porcentuales por debajo del crecimiento de las ventas", añade el texto.

La compañía ganó 4.130 millones de euros en el primer año fiscal con Marta Ortega -la hija del fundador- como presidenta, lo que supone una mejora del 27% respecto al año anterior. La facturación, por su parte, ascendió un 17%, hasta los 32.569 millones de euros.

La compañía reconoce en su memoria anual que "la comparativa del ejercicio 2022 respecto al ejercicio anterior se encuentra parcialmente afectada por la pandemia, al haber tenido esta un impacto relevante principalmente en el primer y cuarto trimestre del ejercicio 2021 debido a las restricciones que se produjeron en mercados relevantes para el grupo".

Un 10% menos de tiendas en un año

Inditex se encuentra inmersa, eso sí, en un proceso de reordenación de su parque de tiendas. La estrategia desplegada durante los últimos años pasa por quedarse con aquellos locales de mayores dimensiones que mejor puedan adaptarse al negocio online que ve ya plenamente fusionado con el físico. "Consideramos que la venta ha de ser interpretada de una manera integral; no es posible ya diferenciar", señaló García Maceiras.

El resultado operativo (Ebitda) creció un 20%, hasta 8.649 millones de euros, y el Ebit un 29%, hasta 5.520 millones de euros. Pero pese a las buenas cifras, las acciones del grupo textil cayeron más del 5% en bolsa durante la jornada, aunque acumula una subida del 11,39% en lo que va de año.

Según la información remitida a CNMV, Inditex -con presencia en 213 mercados- acabó su ejercicio fiscal con un fuerte recorte del número de establecimientos. En total, tenía 5.815 tiendas frente a las 6.477 de un año antes (-10,2%). A pesar de ese descenso, la venta en las tiendas ha crecido un 23% gracias "al crecimiento del tráfico comercial y a la creciente productividad" de los establecimientos.

Por enseñas, Zara pasa de 2.007 locales a 1.885; Bershka de 971 a 870; Stradivarius de 915 a 849; Pull&Bear de 864 a 789; Massimo Dutti de 682 a 548; Oysho de 556 a 457; y Zara Home de 482 a 427. En el conjunto del año, se acometieron 201 aperturas de tiendas, 186 reformas que incluyeron 94 ampliaciones y 349 absorciones.

Más de superficie y a por EEUU

Según detalló Maceiras, la compañía ha incrementado un 13% la superficie de sus tiendas en los últimos años. Además, la venta por metro cuadrado frente a 2019 ha crecido un 16% y la venta por tienda se ha elevado un 30% respecto al último año antes de la pandemia. "Eso nos hace estar satisfechos", dijo García Maceiras. Para el presente 2023 esperan, eso sí, un aumento de la superficie bruta del 3%.

Por mercados, la compañía está decidida a seguir apostando por ganar penetración en Estados Unidos tras haber abandonado el negocio en Rusia. Allí opera en solo con 98 tiendas físicas de Zara. Pero ve mucho potencial de crecimiento. "En Estados Unidos, de cada 100 dólares que se venden de moda, nosotros vendemos 50 céntimos. Por eso las oportunidades de avance son extraordinarias", explicó García Maceiras.

En este sentido, van a apostar por aumentar presencia en las grandes ciudades y están analizando instalarse en otras nuevas. Hasta el año 2025, Zara tiene previsto acometer unos 30 proyectos en el país norteamericano, con nuevas tiendas, reubicaciones y ampliaciones en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Miami, Chicago, Boston, Dallas, Austin y Las Vegas.

Aunque la compañía no ofrece detalles sobre la evolución de los precios, sí apunta que las ventas crecieron en todas las áreas geográficas, tanto en el segmento físico como en el canal de internet.