El Banco Central Europeo (BCE), la Junta Única de Resolución (JUR) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) se han pronunciado en este sentido tras la operación de salvamento de Credit Suisse. Las autoridades helvéticas han acordado que inversores tenedores de deuda anticrisis por 16.000 millones cubrirán pérdidas de la entidad, frente al trato más benévolo recibido por los accionistas.

A través de un comunicado conjunto, las tres instituciones han recordado que el marco de resolución que se implementa en la Unión Europea tras la crisis financiera de 2008 ha establecido el orden según el cual los accionistas y acreedores de un banco en problemas deben soportar las pérdidas.

"En particular, los instrumentos de capital ordinario son los primeros en absorber pérdidas, y solo después de su pleno uso se requeriría la amortización del capital de nivel 1 adicional [deuda anticrisis como bonos convertibles contingentes]", han apuntado.

"Este enfoque se ha aplicado sistemáticamente en casos anteriores y seguirá guiando las acciones de la supervisión bancaria de la JUR y el BCE en las intervenciones en caso de crisis", han indicado. Las autoridades han incidido, además, en que los fondos propios catalogados como Tier 1 adicional [cubren quebrantos en caso de crisis] son y seguirán siendo "un componente importante de la estructura de capital de los bancos europeos".

El BCE, la JUR y la EBA, a su vez, han expresado su satisfacción con las medidas adoptadas ayer por las autoridades suizas para garantizar la estabilidad financiera y han vuelto a defender la solidez de la posición de capital y liquidez de la banca europea.

"El sector bancario europeo es resistente, con sólidos niveles de capital y liquidez", han señalado las tres autoridades.