"No es que te obliguen, pero el trabajo tiene que salir". Esta es la afirmación que repiten varios asalariados que realizan habitualmente horas extraordinarias no remuneradas. Las tareas fuera de la jornada laboral son la norma en muchos sectores, por mucho que exista un registro horario obligatorio desde 2019, o que el convenio sectorial o de empresa limite el número de horas de trabajo.

Desde 2019, las empresas tienen la obligación de registrar la hora de entrada y salida de los trabajadores. Esta fue una de las medidas impulsadas por la anterior ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, que buscaba limitar la "precarización del mercado de trabajo", tal como rezaba el Real Decreto 8/2019 en el que fue aprobado.

El Gobierno justificó entonces que las horas extraordinarias eran un perjuicio, no solo para los trabajadores que no reciben remuneración por el trabajo realizado fuera de su jornada laboral, sino también para las arcas públicas, ya que por esas horas no se está pagando una cotización a la Seguridad Social. 

Sin embargo, desde el tercer trimestre de 2019, el primero en el que estaba plenamente en vigor el registro horario y el último trimestre de 2022, las horas extraordinarias no remuneradas han crecido un 30%. Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre julio y septiembre de 2019 se realizaban 2,2 millones de horas extra no pagadas de forma semanal. En el último trimestre de 2022, se realizaron 2,8 millones de horas semanales.

Además, el peso de las horas no remuneradas ha crecido, según la misma estadística. Si en el tercer trimestre de 2019 representaban el 41,19% del total de horas extraordinarias, en el último de 2022, suponían el 42,7%. Es cierto que la situación del mercado de trabajo no es la misma en 2019, que en 2022. La cifra de ocupados ha crecido en un 2,97% entre los dos trimestres comparados. Y si bien la reforma laboral ha logrado reducir el número de contratos temporales, no ha sucedido lo mismo con las horas extraordinarias.

Educación, Comercio y Administración Pública

Pocos son los sectores que escapan de la lacra del trabajo esclavo que supone realizar horas extraordinarias que no se remuneran o se compensan de ninguna forma. No obstante, según la EPA, basada en encuestas a personas ocupadas, los sectores de la Educación, el Comercio y la Administración Pública son donde más se concentraron las horas extraordinarias en el último trimestre de 2022.

Del total de horas de más que no se pagaron, el 15,16% se realizó en el sector educativo; el 11,2% fue en comercios o talleres mecánicos y el 10,09% en la administración pública. La hostelería supuso el 7,91% de las horas extraordinarias y las actividades profesionales, entre las que se incluyen las actividades jurídicas, de consultoría o contabilidad, contabilizaron el 8,42% del total de horas no remuneradas.

Cabe señalar que la EPA, como su propio nombre indica, es una encuesta. No existe un recuento oficial de las horas extraordinarias que se realizan en el sector educativo. Si nos centramos en la educación pública, Héctor Asuar, responsable de la Secretaría de Educación Pública no universitaria de CCOO, explica que “lo que se registra es el horario de permanencia”. Es decir, las horas que los profesores pasan en un centro educativo, ya sea dando clase, de guardia o en otras labores en el colegio o instituto. 

En este sentido, Asuar señala que "en la educación pública hay un horario y una retribución fija. Aquí la solución no es que esas horas se paguen, sino que haya más plantilla". En la misma línea se expresa Pedro Ocaña, responsable de la Secretaría de Privada y Servicios Socieducativos de la Federación de Enseñanza de CCOO, que insta a "trasladar la presión a la administración, para que se reduzcan las ratios". De esta forma, el trabajo "extra" que los educadores se llevan a casa sería menor, o estaría más repartido entre más profesionales.

"Todo lo que se quiera compensar tiene que estar en el convenio, y todo ese trabajo que se hace fuera del centro no está regulado", subraya. Por ello, Ocaña también hace hincapié en la desconexión digital y explica cómo la tecnología ha provocado que se resuelvan dudas fuera del horario laboral de los profesores, ya sean de alumnos o de tutores.

Registros ya completados, recompensas insuficientes

En otras empresas, donde los registros de jornada deberían ser más flexibles que los del sector educativo, la situación no es mejor. Manuel (nombre ficticio) trabaja en una empresa del Ibex 35 y explica a este periódico que, aunque recibe a menudo un correo recordándole la obligatoriedad de fichar, nadie controla ese registro horario que hace meses que no rellena. Considera que las horas extraordinarias no remuneradas son algo habitual en los departamentos financieros como el suyo.

"Trabajamos con temas sujetos a regulación, que exigen una responsabilidad, con tareas que no puedes dejar para otro momento", resume. En el caso de Manuel, estas horas extraordinarias no se recompensan de ninguna forma, ni se cobran, ni se pueden disfrutar como vacaciones.

A Eva (nombre ficticio) le dieron este viernes libre porque lleva varios meses saliendo muy tarde. "Me querían liberar dos horas, pero es insuficiente si se tiene en cuenta las horas que trabajo", explica a El Independiente. Esta ingeniera trabaja en una consultora y se encarga de redactar propuestas para optar a licitaciones financiadas con fondos europeos, por lo que, en los últimos meses, sus horas se han multiplicado.

"Las 80 horas al año que puedes hacer según la ley, las hacíamos en un mes o dos"

En la empresa en la que trabaja Eva, el registro horario viene completado por defecto: "De 8 de la mañana, a 5 de la tarde. Las horas que hagas después, no se pueden registrar". En este sentido, es muy difícil que quede constancia de las horas extraordinarias que luego podría reclamar. "No es que te obliguen a hacer más horas, pero hay unos plazos que cumplir", indica. "Quizá un cliente te envía documentación a última hora y te tienes que quedar a incluirla porque la propuesta se envía al día siguiente. Esto es muy habitual", describe.

"Las 80 horas al año que puedes hacer según la ley, las hacíamos en un mes o dos", explica Julen. Tras dejar su puesto en una de las big four -las principales consultoras: KPMG, EY, Deloitte y PWC-, explica que era bastante habitual recibir más trabajo por parte de un responsable a las 8 de la tarde. "Nadie te pone una pistola en la cabeza, pero del trabajo que saques depende la evaluación que hagan, y, de ella, depende la remuneración anual", resume.

La labor de la Inspección de Trabajo

Como adelantó El Confidencial, la Inspección de Trabajo puso el foco en el registro horario de las big four. Sin embargo, el mal de las horas extraordinarias no remuneradas está presente en empresas de prácticamente todos los sectores y de todos los tamaños. Fuentes sindicales explican que "las grandes empresas sí suelen cumplir con el registro horario", aunque existen casos, como los recopilados en este reportaje en los que son empresas del Ibex 35 las que no cumplen con la normativa.

Las mismas fuentes desvinculan el incremento de horas no remuneradas de que "el registro horario haya perdido prioridad entre las funciones de la Inspección". "Esas horas no se registran, los datos de la EPA vienen de encuestas, pero en la mayoría de los casos no hay un registro sobre cuántas horas de más se están haciendo", especifican. En este sentido, señalan que el registro es ahora "una prueba para que los trabajadores puedan reclamar". Tras casi cuatro años en vigor, el fichaje obligatorio no ha acabado con la lacra del trabajo gratis en España.