La crisis energética ha servido para que miles de personas se hayan pasado al autoconsumo. Durante los primeros meses de guerra, en los que el precio de la electricidad y del gas natural se disparó más de un 200%, empresas como Leroy Merlin o MediaMarkt duplicaron las ventas de los paneles solares. El tirón de las ventas, sin embargo, comenzó en 2018 con la eliminación del denominado ‘impuesto al sol‘.

El Gobierno, con el aumento de los costes energéticos y en su deseo de fomentar el uso de energías renovables, impulsó una masiva colocación de paneles para el autoconsumo. En mayo de 2022 el Ejecutivo aprobó en Consejo de Ministros reforzar una serie de incentivos que se encuadran dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Entre las medidas, se facilitó el modelo de negocio de las Empresas de Servicios Energéticos y se potenciaron las aplicaciones con bomba de calor. Meses después, se propuso duplicar la distancia máxima permitida para el autoconsumo hasta alcanzar los 2.000 metros.

El apetito por el autoconsumo, no obstante, deja un importante choque entre las empresas instaladoras de paneles y las compañías distribuidoras de electricidad. Naturgy, Endesa o Iberdrola se reparten la distribución de la electricidad de acuerdo a la legislación vigente. Son estas empresas las que tienen que dar el visto bueno a las empresas instaladoras para que se pongan paneles solares en los tejados de los edificios o de los hogares individuales.

Es en este punto en el que las empresas que se dedican a poner paneles en los tejados y las distribuidoras libran una dura batalla. Roberto Rubio, empresario de Aldea Energy, remarca que los operadores de colocación de placas solares están teniendo “serias dificultades para ejecutar los proyectos” por la demora de las distribuidoras a la hora de dar el plácet de la instalación.

“Tenemos un decalaje que llega hasta los nueve meses en muchos edificios de vecinos”, se lamenta. Rubio apunta que Naturgy, Endesa o Iberdrola no tramitan a tiempo los expedientes para las obras” y subraya la “falta de personal de las distribuidoras” de electricidad para que se tramite en tiempo.

El empresario dedicado a la instalación de paneles solares cifra en hasta 500 euros de media al año el impacto para los clientes que no pueden instalar placas solares por la demora en los permisos.

Carlos Vallejo, responsable de tramitaciones de Powen calcula que el ahorro que supone el instalar paneles de energía solar fotovoltaica es significativo, y puede llegar al 40-60% del gasto anual en electricidad de un hogar. No obstante, esta “cantidad variará en función de diversos factores, como por ejemplo la ubicación geográfica de la vivienda y de las placas fotovoltaicas, la calidad de éstas y su mantenimiento, etc".

"El ahorro en la factura de electricidad que obtendremos, unido a las numerosas ayudas y bonificaciones que existen en la actualidad por instalar placas solares para el autoconsumo, conseguirán que podamos recuperar el total de la inversión realizada en 4 años gracias a las subvenciones Next Generation”, arguye Vallejo.

Por último, los instaladores recelan de que Naturgy, Endesa o Iberdrola también tengan empresas que se dediquen a comercializar e instalar paneles solares. “Ellos (las distribuidoras) viven también de este negocio y tenemos la sensación de que retrasan los proyectos para que los clientes contraten directamente sus servicios”, apuntan.

Burocracia

Sin embargo, fuentes de las distintas empresas de distribución niegan que los atascos se deban a la falta de recursos y que esto entorpezca a las sociedades instaladoras. Naturgy, Endesa e Iberdrola asumen y reconocen las demoras, pero lo achacan al “proceso tedioso” que se necesita para cumplir todos los hitos que se requieren para validar los proyectos.

“Tenemos que tener la suficiente garantía para conectar el autoconsumo porque hay riesgos técnicos y un fallo puede ocasionar importantes daños al sistema”, apuntan fuentes del sector energético. “A todas las partes les gustaría agilizar el proceso pero tenemos que adaptarnos a la norma. Desde Aelec hace ahora casi un año que se envió una propuesta de modificación del RD 244/2019 al Ministerio con vistas a mejorar el autoconsumo colectivo, pero aún no ha habido respuesta”, remarcan fuentes de la patronal eléctrica española.

Las empresas distribuidoras recuerdan que hasta que se apruebe una nueva operativa, la realidad es que manda el RD 244/2019, el cual establece un procedimiento muy complejo que obliga a las distribuidoras a recabar el mismo CIE de la instalación, acuerdo de reparto firmado por todos los autoconsumidores asociados y fichero de coeficientes de reparto (TXT) para cada uno de los autoconsumidores.

Los plazos de activación que se aplican para los autoconsumos se activan el primer día del mes siguiente a que se disponga de la documentación necesaria, siempre que la solicitud se realice en los primeros 10 días del mes en curso, de acuerdo a la legislación vigente. En caso de que se reciba con posterioridad al día 10 del mes, se activará el autoconsumo el primer día del segundo mes.

“Hay muchos errores en el envío de la información y se producen rechazos tanto por desconocimiento sobre la información al enviar la solicitud, como en la documentación que se adjunta, en parte debido a que no hay estandarización de acuerdos de reparto ni de ficheros TXT, que en último término tiene que validar la distribuidora”, narran a El Independiente fuentes energéticas.