Encender el aire acondicionado o la calefacción es imposible para un gran número de hogares en España. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 17,1% de los hogares españoles no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada. La cifra en 2019, el último año antes de la pandemia, era del 7,6%, por lo que la crisis energética de los últimos años ha disparado el porcentaje de hogares que sufre la pobreza energética.
La situación es todavía peor en los inmuebles en los que residen familias monoparentales. En estos, el 26,8% no puede permitirse encender la calefacción, poner el aire acondicionado o enchufar un ventilador para que la temperatura sea la adecuada, dependiendo del momento del año. El aumento es de 17 puntos en este caso, ya que ésta era la situación del 9,5% de los hogares con un adulto y uno o más niños en 2019.
El tipo de hogar que se enfrenta en menor medida a estas circunstancias es aquel en el que conviven dos adultos con uno o más niños o aquellos con dos adultos sin niños dependientes. Por edades, son los más jóvenes quienes sufren estas circunstancias, los hombres y mujeres de entre 16 y 29 años que tienen dificultades para pagar el consumo energético rozan el 20%, según la misma encuesta.
La situación es peor para las personas desempleadas, el 29,7% de las cuales tiene dificultades para asumir estos gastos. La cifra de ocupados con este problema es del 14,6% y la de jubilados, del 14,8%. Por nacionalidad, son los extranjeros extracomunitarios los que más sufren esta circunstancia, el 31,1%; frente al 17,7% de los europeos y el 16,2% de los españoles.
Así, el perfil de la persona que tiene dificultades para hacer frente a estos gastos es el de un joven de entre 16 y 29 años, parado y con nacionalidad extracomunitaria que vive solo o con hijos dependientes.
Temperaturas y precios
Este es uno de los aspectos que el INE engloba dentro de las carencias materiales, en las que también pregunta por si los españoles pueden permitirse tener una semana de vacaciones, afrontar gastos imprevistos o sustituir su automóvil. Los datos corresponden a 2022, un año en el que se batieron récords de los precios energéticos.
En el caso de la electricidad, el precio para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista cerró el pasado año en 209,4 euros de media, la cifra más cara desde 1998. De esta forma, se batió el que ya era un récord en 2021, cuando el precio medio fue de 111,93 euros/MWh.
El pasado año se inició con los precios del gas por las nubes y la invasión rusa de Ucrania no hizo más que aumentar su coste. El pico llegó a los 339 euros por megavatio, en plena época de llenado de las reservas. Estas cotas coincidieron cuando se conoció que el gasoducto fue saboteado, razón por la que se dejó de enviar gas desde Rusia a Europa.
Algo parecido ocurrió con los carburantes, la falta de combustible y el posterior bloqueo a las importaciones petrolíferas rusas provocaron que el oro negro también se encareciera. Con el estallido de la guerra el precio del petróleo se disparó hasta rozar los 140 dólares el barril.
Medidas aprobadas por el Gobierno
Ante estas circunstancias el Gobierno impulsó varias medidas y prorrogó las rebajas fiscales que ya había aprobado en 2021. Así, además de la rebaja del impuesto sobre el valor añadido (IVA) de la electricidad del 21 al 10% y la suspensión del impuesto sobre el valor de la producción eléctrica (IVPEE) y la reducción al 0,5% sobre el impuesto especial sobre la electricidad (IEE); el Ejecutivo rebajó el IVA del gas en septiembre del pasado año.
En relación al gas, España logró la aprobación de la Comisión Europea al tope al gas. Otra medida enfocada a aliviar el precio que los españoles pagaban en 2022 por los consumos energéticos.
No obstante, según los datos del INE, la situación de los hogares que no pueden hacer frente a los pagos necesarios para mantener la vivienda a una temperatura adecuada ha empeorado. Desde 2019, los porcentajes de personas que tienen dificultades en este aspecto han aumentado en todas las franjas de edad y en todas las situaciones laborales.
Situación económica de las familias
Pese a este empeoramiento en materia energética, la cifra de personas en situación de carencia material y social severa ha caído con respecto al año anterior, del 8,3% al 7,7%. También ha disminuido el porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión social hasta el 26%. En este caso se trata de respuestas en relación al año 2021, por lo que la mejora es en comparación a 2020.
En el lado contrario, ha empeorado la cifra de hogares que no pudo afrontar gastos imprevistos en 2022, hasta el 35,5%. Se trata del porcentaje más alto desde 2018 y tiene relación con la inflación registrada el pasado año, que obligó a los españoles a reducir su tasa de ahorro para destinar esos recursos al consumo. También según datos del INE, la tasa de ahorro en 2022 fue del 7,2%, la más baja desde 2018 y seis puntos por debajo de la de 2021.
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