Banco Sabadell ha recibido 700 solicitudes para el Código de Buenas Prácticas. Una cifra que aumenta mes a mes, pero “que no es muy potente”, tal y como ha asegurado el consejero delegado de la entidad, César González-Bueno. A estas solicitudes hay que añadir 300 más de personas que no están dentro del Código, pero que están teniendo dificultades. Estas peticiones se están en trámite y por el momento se han aprobado 59.

“Lo último que nos interesa es que los clientes pierdan su vivienda y quedarnos con ella”, ha señalado rotundamente González-Buena en la rueda de prensa de los resultados del primer trimestre. Es por eso que, "si no pueden llegar a buen término, de manera ordinaria queremos llegar a la mejor solución posible", ha añadido.

Asimismo, ha señalado que a pesar de que siguen creciendo las solicitudes, el interés “es algo más débil de lo que anticipamos”. No obstante, ha explicado que la tendencia puede cambiar si hay más paro o un mayor deterioro, pero ha matizado que “la demanda y la actividad sigue fuerte”. 

Niega guerra del pasivo

Sobre los depósitos, el consejero delegado ha dejado claro que “no hay guerra del pasivo”, pero sí que ha admitido  una “adaptación progresiva”, en este contexto, del precio del pasivo, pero limitada a “las grandes empresas, entidades públicas y grandes patrimonios”. No obstante, ha añadido que sí que va a llegar a todo el mundo de forma progresiva, pero cree que el ahorro de los clientes se irán a productos alternativos, “a una cosa más variada y no solo a cuentas y depósitos a plazo”. 

El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, ha asegurado que la entidad no ha notado "absolutamente nada" las turbulencias financieras que vivieron los mercados durante el mes de marzo como consecuencia del colapso de varios bancos medianos en Estados Unidos y de Credit Suisse en Europa.

"Las turbulencias no se han notado en nada", ha explicado el primer ejecutivo de la entidad catalana, insistiendo en que no ha habido movimientos apreciables en el pasivo del banco.

No obstante, González-Bueno ha apostillado que lo que sí ha habido son preguntas. En concreto, el ejecutivo ha destacado que han recibido llamadas de "todos los directores financieros de las grandes corporaciones", así como de muchos clientes de banca privada.

"Ha habido sobre todo inquietud por parte de analistas y de los mercados. Pero yo creo que se ha resuelto y se ha resuelto de forma muy clara", ha apostillado el CEO.