Señal de alerta en el sector de la distribución. El volumen de compras ha descendido un 2% en lo que llevamos de año en comparación con el ejercicio anterior. La facturación crece fruto del proceso inflacionista, pero los supermercados se preparan ya para redoblar sus ofertas y promociones para relanzar el consumo. La situación económica de las familias no permite aventurar mejoras sustanciales para los próximos meses, pese a un repunte del 4% en abril, según datos de la consultora Nielsen IQ.
Pero un sondeo de Aecoc realizado entre 75 empresas del sector -con una cuota de mercado del 90% entre la distribución- , refleja que seis de cada 10 empresas de la distribución prevé que la actual caída en los volúmenes de compra se mantendrá durante todo el año. Pese al optimismo que muestran de cara a verano. Casi 4 de cada 10 considera que cerrará el 2023 con una caída en los volúmenes de compra de hasta el 5% y 3 de cada 10 creen que la demanda se estancará.
"El precio es actualmente el factor decisivo en las decisiones de compra y eso está afectando a los volúmenes. La prioridad de fabricantes y distribuidores es recuperar la demanda, por lo que, previsiblemente, veremos más promociones en el segundo semestre del año", señaló este martes la gerente de Estrategia Comercial y Marketing de Aecoc, Rosario Pedrosa. En este sentido, abundó en que el auge de la guerra de ofertas "va más por la preocupación de las empresas para reactivar la demanda que por el tema costes". Eso sí, una de sus prioridades será mejorar la eficiencia de las acciones promocionales que un 56% de las empresa está decidida a incrementar.
El sondeo de la patronal realizado por Aecoc tampoco refleja mejores perspectivas por parte de los fabricantes. El 56% apunta a caídas en los volúmenes de venta de hasta el 10%, mientras que un 14% espera resultados similares a los de 2022 y el 29,7% pronostica crecer.
Los huevos sustituyen a carne y pescado
Los hábitos de consumo están cambiando progresivamente debido a la situación de subida continuada de precios. "Los hogares tratan de contener el gasto y eso se traduce en más cambios de establecimientos en busca de mejores precios, cestas más pequeñas y una mayor frecuencia de compra, lo que está favoreciendo los formatos de tiendas de proximidad", expuso la directora para el sur de Europa de NIQ, Patricia Daimiel. Según su análisis, los hogares vuelven a comportamientos de la crisis de 2008 para controlar el gasto y encontrar más descuentos.
Precisamente, al 80% de las empresas encuestadas por Aecoc les preocupa específicamente la tendencia de ahorro en el consumo que muestran los clientes en favor de productos más básicos. Como ejemplo, la consultora Nielsen ha constatado un crecimiento del 5,5% en la categoría de pan y del 7,9% en la de huevos, frente a caídas del 7,9% en pescado o del 1,9% en carne. "Los consumidores recortan en proteínas de alto precio como carne y pescado y migran a otras proteínas de menor precio", explicó Daimiel.
Asimismo, un 61% de las empresas también se muestra preocupada por el cambio en las tendencias del consumo por la crisis y la pérdida de poder adquisitivo. Además, un 55% advierte de la contracción de la demanda, que se va a mantener en el próximo semestre, mientras que un 46% alerta de la situación inflacionista.
"Los consumidores se van a centrar en productos básicos y formatos económicos. Van a tirar más de las tiendas de discount y prácticas de ahorro", abundó Daimiel. En este contexto se produce un acusado auge de la marca blanca, con precios sensiblemente inferiores a los de la marca del fabricante.
Los datos de Nielsen reflejan que en el año 2000, la marca de distribuidor tenía un 15% de cuota de mercado. Diez años más tarde alcanzó el 35%, mientras que ahora se sitúa ya en el 48%. Y según Daimiel, la marca blanca todavía puede tener recorrido por delante. "Siempre que gana cuota, no la cede", apuntó tras recordar su fuerte desarrollo en España en comparación con países de nuestro entorno.
Supermercados públicos de Podemos
Por su parte, el director general de Aecoc, José María Bonmatí, rechazó la propuesta electoral de Podemos de crear un supermercado público y aseguró que "no aportaría nada" en el mercado nacional, donde coexisten todas las formas comerciales y el consumidor tiene una "enorme" capacidad de elección.
Desde la patronal de fabricantes y distribuidores recuerdan a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España, y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que "afortunadamente" España dispone de una cadena alimentaria "muy eficiente".
"Veo difícil que esta propuesta tuviera una aportación de valor con tantos operadores para que lleguen los productos de forma asequible al consumidor", sentenció Bonmatí. "No vemos necesidad de intervenir el mercado, los datos dicen que en comparación con nuestro entorno no parece que exista esa necesidad", remató Daimiel.
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