Las telecos vuelven a estar en el ojo del huracán. Los resultados de las grandes operadoras no han sido los mejores y a pesar de que hay pequeños datos que evitan el pesimismo total, las cifras de Vodafone dejan en evidencia los graves problemas que arrastra el sector. La agresividad en las tarifas y el robo de clientes se han convertido en el talón de Aquiles, provocando que los ingresos sean muy inferiores en comparación con los de hace años.
Los beneficios, a su vez, han arrojado aún más incertidumbre. Sin ir más lejos, Telefónica se dejó un 68% de sus beneficios por la ausencia de extraordinarios y se quedó en los 298 millones de euros. Por un lado, se anotó una plusvalía de 200 millones por la venta del 60% de una filial en Colombia a KKR en el primer trimestre del año pasado, a ello se suma una actualización contable del valor de su filial en Reino Unido y, por último, ha tenido que abordar un mayor pago del impuesto de Sociedades que en el mismo trimestre de 2022. Los ingresos en nuestro país mejoraron tan solo en un 0,3%, algo que penalizó a la compañía en bolsa, con pérdidas de hasta el 4% en una sola jornada.
MásMóvil, por su parte, obtuvo pérdidas por valor de 57 millones de euros, algo que no es nuevo para la operadora dirigida por Meinrad Spenger ya que el mismo período del año anterior anotó números rojos de 40 millones de euros.
Vodafone España, por su parte, ingresó un 3,7% menos durante el último trimestre de 2023 y facturó en todo el año 3.514 millones de euros, un 5,7% menos que durante el año fiscal anterior. La compañía aseveró que se debió a un “entorno de feroz competencia, especialmente en el bajo precio, con menores clientes y mayores costes de la energía”.
La situación de Orange tampoco parece la mejor. Si bien sus ingresos han mejorado, los ingresos apenas aumentaron un 2,8%, siendo el segundo mejor mercado de todas sus áreas. Unas cifras que son demasiado ajustadas para un mercado tan importante y que se necesita apoyarse en la facturación para las inversiones que requiere el sector e.
Vodafone España y sus momentos complicados
Con este contexto, las diversas fuentes del sector de telecomunicaciones, explican que el movimiento de ajustes laborales “está dentro de toda lógica” y esperan que “en el medio plazo las operadoras empiecen a aplicar expedientes de regulación de empleo (ERE) voluntarios. Vodafone ha sido la primera en poner encima de la mesa el recorte de puestos de trabajo en los próximos tres años. Según ha anunciado la corporación, se va a reducir en 11.000 personas antes de 2026. Los primeros países a los que afectará la medida serán Italia y Alemania.
En España, la situación no es la mejor. La nueva consejera delegada del grupo, Margherita Della Valle, señaló a Reuters que la compañía está abierta a un cambio estructural en España, que incluiría la posible venta, si bien todavía es pronto. La directiva ha indicado que la revisión estratégica en el mercado español estará enfocada en maximizar el valor para los accionistas de Vodafone. Según la directiva, España está en un mercado “obviamente muy difícil que no tiene un rápido arreglo”.
A pesar de que fuentes de la operadora explican que “aún es pronto para saber si en España habrá salidas en los próximos años”, otras voces consultadas indican que “España será uno de los mercados en los que se revisará el número de empleados”, más aún cuando este martes “la propia presidenta ha dejado abiertas todas las posibilidades”. Cabe recordar que hace casi dos años, la empresa anunció un ERE de 500 personas y en 2019 acordó otro similar para un millar de trabajadores. En la actualidad, la plantilla de la filial española es de cerca de 3.600 profesionales.
Fusión Orange y MásMóvil
No es el único motivo por el que el grueso de empleados en el sector de las telecomunicaciones puede menguar. La fusión de MásMóvil y Orange va por buen camino y todo hace indicar que la Comisión Europea dará el visto bueno a la operación, a expensas de conocer si incluirá condiciones en el acuerdo.
Con todo, las diversas fuentes consultadas indican que estas operaciones conllevan siempre “una profunda reestructuración en las plantillas debido a las duplicidades que existirán en las diferentes áreas directivas y operativas de la nueva joint venture”. No obstante, fuentes cercanas a la operación subrayan que "las sinergias están principalmente en el área de redes y de sistemas", por lo que no creen que se produzcan "grandes cambios en las plantillas".
Orange tiene contratados a unos 6.600 empleados mientras que MásMóvil ronda los 2.000, por lo que la nueva compañía tendría unos 8.600 trabajadores, solamente superada por Telefónica que es la empresa de telecomunicaciones con más nóminas, por encima de las 14.000.
La Comisión Europea (CE) acordó recientemente ampliar en diez días el plazo para resolver si autoriza o no la fusión entre Orange y MásMóvil, por lo que ha puesto como nuevo tope para resolver la operación el 4 de septiembre.
Bruselas tomó la decisión de abrir una investigación en profundidad sobre la operación el pasado 3 de abril. El proceso se conoce como 'fase 2' y genera la posibilidad de exigir condiciones para aprobar a la fusión que daría lugar al principal operador por número de clientes de España. En este periodo, se intensifica el intercambio de documentos e información y el número de reuniones entre las partes.
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