La batalla por el cliente eléctrico se recrudece con los precios en la tarifa regulada a la baja. El descenso en el mercado al que se acoge la PVPC ha propiciado que Endesa, Iberdrola, Repsol o Nayurgy intenten captar nuevos contratos a través de una nueva ofensiva para que los clientes o bien abandonen la famosa “tarifa de los tontos”, tal y como la llegó a tildar Sánchez Galán, o bien cambien de comercializadora.
Esta guerra le viene como anillo al dedo a los usuarios, que vieron cómo su recibo se incrementaba ostensiblemente durante los primeros meses de la invasión rusa en Ucrania. El coste del megavatio a la hora en la tarifa regulada llegó a dispararse hasta los 700 Mwh. Una situación que provocó que la factura media anual alcanzase los 1.560 euros.
El mercado libre, en el que las comercializadoras y el cliente fijan un precio por contrato, también se resintió y con las revisiones anuales del acuerdo anteriormente firmado llegaron las subidas. Tanto es así que el precio por kilovatio a la hora se incrementaron hasta un 50%. Son actualizaciones en el mercado libre, que se revisan cada año y que ya están recogiendo el impacto de la subida de las materias primas. Todos los contratos de mercado libre de todas las empresas acostumbran a tener cláusulas de revisión de precios desde el primer momento que se firma.
En el pasado, el Gobierno era el único encargado de fijar los precios y solo existía el denominado mercado regulado. A partir de 1997 comenzó un largo proceso de liberalización que se hizo efectivo en 2009. Desde ese momento, los consumidores fueron libres de elegir a quién querían pagar su factura de entre las más de 100 comercializadoras eléctricas que existen.
Las empresas, en este sentido, incentivaron la marcha al mercado libre, en el que la comercializadora y el cliente fijan un precio acordado durante un período de tiempo determinado. Iberdrola, Endesa o Naturgy insistían que era la mejor opción para ahorrarse un puñado de euros a final de año, pero el mercado eléctrico se ha dado la vuelta y con la presión inflacionista a la baja en la energía, a día de hoy, los clientes de la regulada pagan menos que los de la libre.
Desde que los costes energéticos aumentaran exponencialmente por la guerra en Ucrania, las comercializadoras han iniciado una batalla por el cliente casi sin precedentes y, ahora que el coste del megavatio a la hora ha caído en picado vuelve a activarse, como se mencionaba anteriormente. Sin ir más lejos, este sábado el Mwh no superó los 55 euros y durante buena parte de la semana pasada las cifras eran más o menos similares. Por eso, las empresas ofrecen electricidad gratis o descuentos en gasolina para atraer al consumidor.
Es el caso de Endesa, la empresa eléctrica lanzó esta semana Todo Cuenta, una campaña que premia el ahorro del cliente. Endesa motiva a sus clientes para que reduzcan su consumo: por cada kWh que ahorren, les descontarán otro en su factura.
Para beneficiarse de esta promoción, el cliente debe inscribirse desde su área privada. Posteriormente, se le comunica un reto en el que tiene que participar. Para superar estos desafíos, será necesario reducir el consumo respecto a un periodo de referencia del año anterior. Si, pasado el tiempo, se ha cumplido el reto, por cada kWh que se haya conseguido reducir, se le descontará otro en su próxima factura.
Repsol, con ofertas en gasolineras
Repsol también se lanzó a por los clientes eléctricos a través de su nuevo portfolio. Tras el adiós de los descuentos de 20 céntimos por litro para los usuarios de Waylet, su app de pago en estaciones de servicio, anunció la nueva tarifa.
Los clientes pueden alcanzar un descuento en forma de saldo Waylet desde los 5 céntimos hasta los 20 céntimos de euro por litro de combustible de forma permanente y un 100% del importe en las recargas de los vehículos eléctricos en los puntos públicos y estaciones de servicio de la compañía. Estos ahorros generados en la app podrán utilizarse en futuros pagos, bien en estaciones de servicio y puntos de recarga eléctrica, o en las facturas de Repsol (luz y gas), en la compra de bombonas de butano, pedidos de gasóleo, tarjetas de regalo y en cualquiera de los más de 4.400 establecimientos.
Cabe recordar que Repsol busca su hueco en la comercialización de electricidad. La mayor petrolera española anunció una alianza con Cide, el grupo de eléctricas regionales, y se adjudicó 350.000 nuevos clientes de luz, su mayor salto desde que compró Viesgo en 2018.
El Corte Inglés, cheque de 60 euros
Iberdrola y Naturgy también llevan meses intentando garantizar un precio competitivo ante sus rivales. La eléctrica dirigida por Ignacio Sánchez Galán ofrece 30 euros de la primera factura a través de su plan Online con un coste mensual de 55 euros para el primer año y de 60 euros para el segundo. La gasista, por su parte, también rebajó sus precios para librar la batalla comercial. En su caso lanzó la campaña Por Uso Luz y Noche luz con un coste de 59 euros y 64 euros respectivamente.
El apetito para tener el mayor número de clientes en cartera va más allá de las energéticas y El Corte Inglés, a través de su filial eléctrica, regala un cheque de 60 euros para utilizarlo en sus establecimientos si el usuario se da de alta. La tarifa para consumidores domésticos Despreocúpate + tiene un precio medio de 742,17 euros el primer año.
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