En el Ministerio de Trabajo piensan que no es necesario contratar a trabajadores extranjeros en origen -como sí opina Seguridad Social-, porque los puestos de trabajo vacantes ni son tantos como parece, ni son difíciles de cubrir. Creen que se está sobredimensionado el problema de la falta de mano de obra en el país y utilizan dos argumentos: que los datos revelan una España con la segunda tasa de vacantes más baja de la UE y que la mitad de estos puestos se demandan en el sector público, por lo que los empleos sin cubrir de la empresa privada están muy por debajo de la cifra oficial.

Para ilustrar su planteamiento utilizan la encuentra de coste laboral del Instituto Nacional de Estadística, la que después usa Eurostat para la comparativa europea. Comparativa que arroja que la tasa española de vacantes es del 0,9% sobre el conjunto de la población activa -en edad de trabajar-, mientras que la media de la UE es del 3%. En total, dicha encuesta recoge que existen 140.000 puestos estructurales para los que las empresas no consiguen empleados, de los que 70.000 pertenecen al sector público.

Si alguien plantea que con 20 millones de ocupados 140.000 vacantes son muchas, tiene un problema de comprensión numérica"

ministerio de trabajo

"140.000 vacantes es una cifra muy irrelevante en el marco del intenso proceso de contratación que las empresas realizan. Si alguien plantea que con más de 20 millones de ocupados 140.000 vacantes son muchas, tiene un problema de comprensión numérica", apuntan fuentes del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Por otro lado, entienden que ir a otros países a buscar empleados para esos puestos libres "podría tener una repercusión negativa en el mercado de trabajo", en referencia a la aún alta cifra de parados (2,7 millones). "En España no existe ningún problema con las vacantes. Y esto [el número de puestos sin cubrir] no se soluciona abriendo la contratación en origen", son claros.

Así, en Trabajo rechazan la contratación en origen, cuya flexibilización llevó a cabo el Ministerio de Seguridad Social el verano pasado para poder traer mano de obra de otros países. Con dicha reforma del reglamento de extranjería, se permitió contratar a trabajadores de fuera -por ejemplo, temporeras marroquíes para trabajar en la recogida de la fresa de Huelva- de forma plurianual. Antes, el límite estaba en nueve meses, y con el cambio los empleados extranjeros podían acceder a contratos fijos discontinuos, es decir, indefinidos pero por temporadas. También se adaptó el reglamento a la reforma laboral, aprobada el diciembre anterior.

A favor de flexibilizar el arraigo por formación

En cambio a Trabajo sí le parece pertinente y necesaria otra reforma que el Ministerio de Escrivá está llevando a cabo, la que busca flexibilizar el arraigo por formación. Esta figura permite a inmigrantes irregulares acceder a un permiso de residencia y a un puesto de trabajo si hacen un curso de formación. Pero en Seguridad Social explican que las asociaciones que trabajan con migrantes estaban apreciando dificultades en ciertos colectivos, como el de las mujeres, para ajustarse a la normativa actual.

Por ejemplo, se exigía que realizasen cursos de formación de 200 horas y de forma presencial, algo imposible para las madres con niños a su cargo. Ahora, la intención es modificar los requisitos actuales en materia de horas o de presencialidad para tratar de adaptarse a las necesidades del público objetivo de la medida. Es algo que se aprobará a través de una orden ministerial próximamente, en unos días o semanas.

La solución a las vacantes: identificarlas y ofrecer mejores condiciones

En el Ministerio de Díaz insisten en que no es cierto que las empresas del sector privado estén teniendo dificultades para cubrir sus necesidades de empleo, como esgrimen los empresarios. Pero para cubrir las -pocas, en su opinión- que sí existen proponen cubrirlas con los parados que ya hay en el país.

Somos el país con más parados, tenemos suficiente reserva de mano de obra para cubrir las vacantes"

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"Parece evidente que existe una reserva de mano de obra en términos clásicos suficiente para cubrir las vacantes del mercado de trabajo", han asegurado las mismas fuentes. "Es normal que tengamos la menor tasa de vacantes de toda la UE, porque es el país con más parados, y tenemos suficiente reserva de mano de obra para cubrir las vacantes, una reserva como no tiene ningún país de la UE".

Según los mismos datos del INE, habría unos 3.000 puestos de trabajo sin cubrir en construcción, 4.000 en hostelería, 3.400 en transporte. "Entendemos que no hay que abrir sectores a extranjeros, hay que trabajar en el seno de la mesa tripartita para ver si en lugares concretos se observan necesidades de vacantes, y estudiar cómo cubrirlas", han explicado. Al mismo tiempo, han señalado que es imposible que coincidan las necesidades de las empresas y puestos trabajo, puesto que siempre existirá cierto desfase.

La propia vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya se expresó en este sentido hace unos meses cuando replicó las palabras del presidente estadounidense Joe Biden acerca de la falta de mano de obra en su país. "Si tienen dificultades para encontrar trabajadores, páguenles más", dijo en octubre. También la semana pasada insistió en la misma cuestión. "No puedo ser más clara: hay que mejorar las condiciones".