Cantabria, Murcia y la Comunidad Valenciana son las únicas tres regiones donde las compraventas de vivienda crecieron el pasado mes de abril frente al mismo mes del año anterior, en un entorno marcado por la subida de los tipos de interés. En la primera experimentaron una subida del 11,6%, en la segunda del 1% y en la tercera, del 3,3%. Así lo refleja la última estadística del Colegio de Registradores publicada este martes, donde también se da cuenta de una caída del 8,7% de las compraventas a nivel general y un retroceso del 19,3% en las hipotecas sobre vivienda constituidas.

Tras crecimientos continuos desde marzo de 2020, la Estadística Registral Inmobiliaria refleja ya cinco meses acumulados de descenso de las operaciones. De las 46.163 inscripciones de abril de 2022 se ha pasado a las 42.139, lo que supone una reducción de más de 4.000 operaciones. En cuanto a las hipotecas de vivienda, en abril se constituyeron 25.945 operaciones frente a las 32.149 del mismo mes del año anterior, con unas 6.200 operaciones menos. Según la estadística, estas últimas solo repuntan en Aragón, con un 18,8% más.

"Esta situación está asociada a una caída más acusada en el número hipotecas durante los dos últimos meses, mostrando los efectos negativos de las subidas sostenidas de los tipos de interés", dicen los registradores.

El País Vasco registra el mayor descenso de las compraventas de vivienda en el mes de abril, con un 27,8% menos que el año anterior. Le sigue Baleares (-19,6%), La Rioja (-18,6%), Galicia (-15,8%) y Cataluña (-13,7%). En cambio, dos de las zonas donde repuntan las operaciones en tasa interanual se corresponden con la zona de la costa mediterránea.

Y eso afecta a los precios. Según la estadística de la tasadora Tinsa, mientras que la moderación de los mismos se consolida de forma clara en áreas metropolitanas, localidades de interior y, en menor medida, en las capitales y grandes ciudades, en las zonas de la costa mediterránea y las islas’ se observa la tendencia contraria.

"Las islas y, en menor medida, la costa mediterránea, experimentan un nuevo impulso en los precios que podría ser reflejo de la actividad de compraventa en el segmento de segunda residencia", explica la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.

El argumento es que "los compradores en este segmento disponen de mayor poder adquisitivo y son menos sensibles a la inflación y al incremento de los costes hipotecarios, ya que a menudo requieren de menor financiación externa para la adquisición de una segunda vivienda", abunda.

Frente a las subidas mensuales del 0,1 % y el 0,3% que se dan en entornos urbanos (capitales y áreas metropolitanas), en las zonas de perfil turístico, la estadística muestra incrementos de valor más acusados. En las islas son de un 1,4% mensual, mientras que en la costa mediterránea el alza es del 0,9%. Esta zona recupera el nivel de precios de enero tras los retrocesos de febrero y marzo.  

Crecen más los extranjeros

"En términos generales de compraventas (tanto primera como segunda residencia) en provincias de costa, sí sabemos que en términos agregados de volumen hay más compradores nacionales y en términos de variación crecen más los extranjeros, especialmente no residentes", detallan desde la tasadora.

A nivel general, el precio medio de la vivienda nueva y usada en España se incrementó un 0,3% entre abril y mayo, que sitúa la variación interanual en el 4,8 %. Se trata de un nivel más moderado que en el mes anterior y que en mayo de 2022.

La estadística de Tinsa refleja en el mes de mayo una caída acumulada del 20,5% desde los máximos del boom inmobiliario. "Desde que tocara suelo tras la crisis financiera en agosto de 2015, el precio medio se ha incrementado un 35,2 %, con ritmo desigual según las zonas", puntualizan desde la tasadora.

Su análisis demuestra también que el mayor incremento de precios se ha dado en las capitales y grandes ciudades, un 43,6% por encima de sus mínimos, pero todavía un 16% por debajo de los máximos de 2007. Por el contrario, los municipios más pequeños apenas se han revalorizado la mitad que las grandes urbes (+20,2 %). El precio medio de la vivienda allí es un 29,2% más bajo que en los máximos del ciclo anterior.

En cambio, en las islas la situación se encuentra más tensionada y más próxima a los máximos del boom inmobiliario. Según los datos de Tinsa, solo está un 7,5% por debajo de esos umbrales. Por contra, en la costa mediterránea la caída acumulada es del 30,7% frente a comienzos de 2008.