Los inspectores, subinspectores y el personal administrativo de la Inspección de Trabajo han arrancado este lunes la primera huelga indefinida de su historia. El motivo, el incumplimiento por parte del Gobierno del acuerdo que firmó con los sindicatos en julio de 2021. La negociación culminó en el diseño de una estructura y un plan estratégico para renovar el organismo que se llevó al Boletín Oficial del Estado (BOE), pero que no se ha aplicado.
El conflicto ha ido escalando desde el año pasado, de una amenaza de huelga a los paros parciales que tuvieron lugar durante diferentes días a partir de principios de año, pero este lunes finalmente se ha iniciado una huelga que no tiene fecha -sobre el papel- de fin. Pero el adelanto electoral ha irrumpido en el calendario de los sindicatos convocantes de la protesta, restando fuerza al gesto y dividiendo a los organizaciones.
Es por eso que diferentes fuentes consultadas no tienen nada claro que la huelga pueda alargarse más allá de esta semana, en un momento en el que sus esfuerzos podrían tener menos efecto en el Gobierno, ahora centrado en la fecha de los comicios. Por ese motivo, Comisiones Obreras (CCOO) ha decidido bajarse de entre los convocantes, argumentando que no tiene sentido desgastar a la plantilla contra un Ejecutivo que podría no ser el mismo en un mes, y que por tanto es complicado que atienda sus demandas.
Entre los que sí siguen al pie del cañón están los sindicatos CIG, CSIF, Sitss, Sislass, UGT, UPIT y Usess. "Ha transcurrido ya un año y medio sin que se haya dado cumplimiento a lo dispuesto en el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social", han protestado los convocantes en un comunicado enviado este lunes. "Estamos ya a finales del periodo de vigencia del mismo y sin embargo seguimos sin la estructura organizativa necesaria para que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social pueda ofrecer un servicio público digno y de calidad".
"Es un tema de dignificar la labor profesional de la Inspección", ha explicado Miguel Ángel Montero, portavoz del colectivo en el sindicato CSIF, en conversación con este medio. "No puede ser que la gente entre con un nivel 23 y se muera con un nivel 23 mientras que con el mismo trabajo en Hacienda sí se puede llegar al 26", ejemplifica.
Asimismo, puntualiza que la aplicación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que se pactó permitiría que el personal no se jubile de forma tan anticipada como lo hace ahora, alrededor de los 60 años, situación que previsiblemente generará un importante problema en unos años, "porque hay inspecciones en las que en tres años se habrá jubilado el 80% de la plantilla". Al mismo tiempo, examen tras examen plazas de las oposiciones que se convocan al cuerpo se quedan vacías.
No hay cifras oficiales de seguimiento
Cuando se terminó de redactar este artículo, sin embargo, ni los sindicatos ni el Ministerio de Trabajo habían podido facilitar cifras de seguimiento de la huelga. Desde las organizaciones sindicales explican que en su gremio cuantificar las faltas en el mismo día de la huelga es especialmente difícil, puesto que el teletrabajo está muy implantado y además una gran parte de la plantilla -como es el caso de inspectores y subinspectores- están fuera durante todo el día, llevando a cabo visitas a centros de trabajo, por lo que antes de la convocatoria de la huelga muchas oficinas ya estaban vacías durante la mayor parte del día.
Sin embargo, esperan que el seguimiento haya sido importante puesto que en los paros parciales que han venido realizando a lo largo de los últimos meses las ausencias eran del 40% en algunos casos y en otros del 65%, dependiendo de la oficina. Pero claro, en ese momento no se habían convocado elecciones para el próximo 23 de julio, lo que cambia la efectividad que la huelga puede tener, sobre todo en un Gobierno que puede ser de distinto color en un mes.
"No estamos desanimados porque mientras hay partido hay esperanza", explica José Juan Fernández, portavoz de la Confederación Intersindical Galega (CIG). "Por el momento queremos agotar todas las posibilidades, no queremos irnos sin agotar todas las balas". Explica también que este miércoles se ha convocado una reunión de la Comisión Interministerial de Retribuciones, que reúne a las dos direcciones generales del Ministerio de Hacienda, lo que les hace pensar que quizá ahí se dé el visto bueno que falta a lo que pide la Inspección.
Según el Ministerio de Trabajo, ahora la pelota está en el tejado del Ministerio que dirige María Jesús Montero, quien estaría bloqueando que el acuerdo aprobado se aplique. En ese sentido hace unas semanas Trabajo expresó su profundo malestar por que Hacienda haya decidido meter en un cajón una negociación que venía dando frutos, y que lo hiciera a tan solo días de unas elecciones y con una huelga convocada. En el lado morado de la coalición de Gobierno, aseguran que detrás de este bloqueo hay motivos políticos.
"Estamos todos deseando tener una Inspección de Trabajo moderna, eficaz y eficiente. Queremos que las denuncias se resuelvan ágiles, queremos atender a la ciudadanía rápido y bien. No pedimos más que eso", zanja Fernández.
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