La Sareb (la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria) ha cifrado en 11.622 millones de euros el deterioro de sus activos entre los que están viviendas, garajes, locales suelos, pero también activos financieros, como préstamos. Esta cifra supone 2.995 millones de euros más que el deterioro previsto el año anterior, que era de 8.627 millones de euros. Desde el organismo apuntan a tres razones por las que el deterioro será mayor: la subida de tipos, reajustes en el precio y tasaciones más precisas.
La Sareb ha explicado que un tercio de esos 3.000 millones de euros de mayor deterioro, es decir, unos 1.000 millones de euros se deben a la subida de los tipos de interés, ya que el 80% del total de activos son financieros, es decir, préstamos, pero todos de promotores, no de particulares. Otro tercio, es decir, otros 1.000 millones de euros se deben a reajustes en la tasación que se hicieron en un primer momento. Los otros 1.000 millones de euros se deben a una nueva tasación de estos activos. Tal y como han señalado, los activos físicos como viviendas, garajes, suelo… se tasan cada tres años, por lo que puede haber variaciones.
Estos 11.622 millones de euros de deterioro suponen pérdida de valor de estos activos, por lo tanto menos ingresos para la Sareb, es decir, para el Estado, ya que el accionista mayoritario (50,14%) es el Frob (Fondo de Reestructuración). Sobre el aumento de esos 3.000 millones, el organismo explica que no cree que vaya a haber mucho movimiento en los próximos años y que más o menos se mantendrá estable, pero que dependerá de la evolución del mercado y de la política monetaria.
El objetivo que tiene la sociedad, tal y como señalan desde la misma, es deshacerse de todos los activos y repagar toda la deuda. Para ello fue creada en 2012, para poner solución a la crisis inmobiliaria. La Sareb se quedó con todos los préstamos y activos inmobiliarios de las antiguas cajas de ahorro. Pero esta sociedad tiene fecha de caducidad. 2027 es la fecha en la que está previsto que concluya su función. Desde el propio organismo apuntan que están comprometidos para que en ese año hayan liquidado todos los activos de la sociedad. Reconocen que no es fácil e incluso añaden que hay escenarios que apuntan a que no lo conseguirán.
Sin embargo, desde la Sareb tienen el compromiso de intentarlo “como si no hubiera un mañana”. Por ello, insisten en que su mandato es ir vendiendo los activos, aunque sea difícil. “El mayor favor que podemos hacer a los españoles es que quede el menor número posible de activos”, apuntan desde la sociedad.
Por el momento, este 2023, la Sareb espera amortizar 1.000 millones de euros más. Y es que este es su objetivo repagar deuda. Por ello, sobre las viviendas sociales que se están vendiendo a administraciones locales y a comunidades autónomas explican que la están haciendo a precio de mercado y añaden que no pueden ni regalarlas ni venderlas a mitad de precio.
El repago de los 1.000 millones de euros de duda es muy bajo en comparación a lo que pudo repagar en 2022. Ese año, Sareb canceló 3.184 millones de euros de deuda avalada por el Estado, la mayor amortización aprobada en un año, situándose la deuda viva en 30.481 millones de euros. De esta manera, la compañía ha acelerado el ritmo de reducción de deuda en un entorno de incertidumbre económica y subida de tipos de interés. En sus 10 años de vida, Sareb ha reducido la deuda con aval del Estado en 20.301 millones de euros, el 40% del total.
La actividad comercial y de gestión de Sareb, participada mayoritariamente por el Estado desde el mes de abril del año pasado, generó unos ingresos totales de 2.361 millones de euros en 2022, un 8% más que en 2021. Desde su origen, el perímetro de cartera total de activos de Sareb se ha reducido en un 48%, pasando de los 50.781 millones iniciales a 26.465 millones a 31 de diciembre de 2022. En la actualidad, el 59% de la cartera está constituido por inmuebles y el resto, por préstamos al promotor con garantías inmobiliarias. La Sareb cuenta con 46.542 viviendas disponibles, 34.759 anejos (garajes y trasteros), 14.202 obras en curso y 24.619 suelos.
Al cierre del ejercicio 2022 la compañía registró un resultado negativo de 1.506 millones de euros, un dato un 7,4% inferior a los 1.626 millones del año anterior. Estos resultados se deben en buena medida a la diferencia entre la contabilización inicial de los activos y su precio de venta y no tienen impacto en la viabilidad de la compañía, dado que desde 2020 Sareb está exenta de la obligación de contar con recursos propios positivos para operar con normalidad.
Nuevo plan estratégico
La principal novedad del plan estratégico de la Sareb es la introducción del principio de sostenibilidad y utilidad social. El nuevo Plan de Negocio y Estratégico distingue tres estrategias diferenciadas: valor social, desinversión, y generación de valor. La nueva vertiente social de Sareb se centra en la implantación de un nuevo modelo de gestión para aquellas familias vulnerables que habiten las viviendas de Sareb. Para ello, deben identificar a las familias vulnerables que están en viviendas de la Sareb; facilitar un contrato de alquiler social con condiciones acordes a su situación económica y social; y la inclusión de un plan de acompañamiento social que permita su evolución social, laboral y económica.
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